miércoles, 14 de octubre de 2015

EL LENGUAJE DEL SABOR

                                                       El lenguaje del sabor

¿Cómo no amar a un hombre?
¿Cómo no amar la creación más grande de Dios?
Ese ser vulnerable, valiente, que guarda en si el tesoro de la esperanza
Y su sufrimiento, ¿cómo no amarlo?
Donde quiera que este, yo estaré con el
Mi corazón estará con él,
Sea grande, pequeño, rojo, amarillo, negro, blanco
Tenga senos, pene o vagina, penetre o sea penetrado
Al final si ama, es un hombre y yo lo amo, lo adoro.

El problema es que ustedes no son hombres
Así intenten imitar su lenguaje, sus palabras están vacías
En su mirada solo está el reflejo de una pantalla
Que es reflejo de otros muchos reflejos.
Esclavos del siglo XXI ustedes no son hombres
Dejen de mentirse, quizás lleguen a ser instrumentos racionales,
Pero hombres, para eso primero tendrían que ser animales
Y aprehender a orinar.





Luego a oler, a saborear el orín del otro
Y comprender cuál es su esencia y entonces solo entonces respetarlo
Más hace mucho ustedes dejaron de oler
Y se olvidaron de que todos los días se están pudriendo
Y que lo único que le da aroma a su existencia es el espíritu.

Hoy se hace necesaria la creación de un nuevo lenguaje
El Logos en mi lo llama el lenguaje del sabor
Así que abran todos  sus bocas
Llamare a los profetas de las 4 partes del mundo
Vendrán de Oriente y occidente
Del Norte y del sur
Y orinaran en sus gargantas
Si sus narices ya no pueden oler con asombro
La esencia de lo humano, de lo animal, de su espíritu
Que lo hagan por fin todas sus entrañas
Luego del orín vendrá el semen y la sangre
Antes, que estás palabras sean escupidas
En sus rostros
Pronto comenzaremos a hablar,
Es decir a comernos unos a los otros
Y Dios al final nos cagara a todos.
Haciéndonos palabras olorosas para toda la eternidad.