«Hace poco tuvo lugar un incidente en un campus de Estados Unidos: un grupo de jóvenes trabajadores latinos estaba restaurando la fachada de una casa situada en una loma que daba a una piscina en la que un grupo de chicas de clase media tomaba el sol en bikini. Los trabajadores comenzaron a lanzarles piropos y, como era de prever, las mujeres se sintieron acosadas y se quejaron.
Desde el punto de vista de las mujeres, lo que ocurrió fue un caso
clarísimo de acoso machista que «objetivizaba» a las mujeres y las convertía en
una presa sexual, mientras que desde el punto de vista de los trabajadores, su
exclusión era un ejemplo no menos clarísimo de perpetuación de las clases
sociales, de proteger a la clase media blanca del contacto con unos vulgares
trabajadores. ¿Se trata, pues, de un caso de lucha feminista contra lucha de
clases, en el que la solución a largo plazo sería unir a ambos bandos y
convencerlos de que la lucha de cada uno no es más que un momento de la lucha
universal por la emancipación? No es tan simple, pues es la propia
lucha de clases lo que sobredetermina la tensión entre las dos luchas: es
evidente que los piropos de los trabajadores molestaban a las chicas, porque
procedían de unos muchachos de clase baja indignos de su atención, y los chicos
se dieron cuenta de esta dimensión cuando los reprendieron. El
feminismo también puede participar en el juego de clases, dando a entender que
las clases bajas son vulgares, machistas, políticamente incorrectas, con lo que
el miedo a ser «acosadas» revela el miedo a la vulgaridad de la clase baja. Sin
embargo, esto no significa de ninguna manera que debamos decir a las mujeres:
«¡Tenéis que soportar el acoso por solidaridad con la clase trabajadora (y no
olvidéis que son latinos y tienen su propio modo de vida)!» A este nivel, en la
confrontación directa de las dos visiones del mundo, el conflicto no se
puede resolver y esta irresoluble encrucijada ES la realidad de la lucha de
clases.»
Slavoj Zizek
Si para Zizek es muy difícil hacer comprender a las
feministas (Antiespíritu) y a los
trabajadores (Espíritu objetivo marxismo) que son parte de la misma lucha por
la emancipación universal, ¿Cuan más difícil será hacer entender que los
Cristianos superando toda religión, (Espíritu absoluto), los santos superando
todo arte (espíritu revelado), los
sabios superando toda filosofía (espíritu subjetivo) junto a los obreros
revolucionarios, y a las feministas pobres de Espíritu las cuales logren realmente el cuerpo sin órganos
llevando al acto todas las potencias, son parte de la misma emancipación universal?
Pero este es el camino, el biotejido de todas las luchas de
liberación lo que exige, la superación de toda inteculturalidad, alterando las
negatividades, las diferencias, para convertirlas algunas en positivo y se creen biodramaturgias,
conflictos entre el ser y el tener- el
tener y el ser,(conflicto ontológico, ecológico) el deber y querer-querer y el deber,(conflicto
moral, psicológico) la verdad y el poder el poder y la verdad,(Gnoseológico político)
el amor (Espiritual, Divino) pasando a una multiculturalidad donde lo uno
subyacente sea revelado, logrando una complementariedad, que dará paso a una
unidad singular donde lo universal y lo particular queden integrados
eternamente.