Reconciliación nacional
¿Después de esta polarización en las
elecciones como podemos reconciliarnos?
Para responder esta pregunta debemos
de entender el conflicto que siempre remitirá a la dialéctica amo y esclavo
o comprendida también como la dialéctica
del espíritu subjetivo-espíritu objetivo.
"COSIFICACIÓN vs OBJETIVACIÓN”
A diferencia de la objetivación, es
la transformación de las relaciones sociales, de personales, en relaciones de
las cosas, transformación históricamente pasajera, propia de la producción
mercantil y, en particular, de la sociedad capitalista. Paralelamente a la
cosificación se opera la despersonificación del hombre y la dotación a las
cosas de propiedades del sujeto (personificación). La cosificación se
manifiesta en el fetichismo. En caso de cosificación, la actividad del hombre
pasa a ser derivada de las condiciones que dominan sobre ella, es limitada por
las mismas y se reduce a funciones no creadoras. El hombre mismo sólo actúa
como ejecutor del papel preparado, como medio funcional de producción de cosas.
DIALÉCTICA DE LA COSIFICACIÓN
Con esta expresión Sartre se refiere
a la forma inevitablemente conflictiva de relacionarse las personas. El trato
con los demás es siempre un conflicto entre libertades, un enfrentamiento en el
que se busca cosificar a los demás y evitar ser cosificado por ellos.
Ya se ha dicho que la categoría
humana fundamental es la de la libertad. Lo que nos hace personas es nuestra
capacidad y necesidad para construirnos a nosotros mismos en función de
nuestros proyectos. Esta dimensión es también lo que nos hace sujetos, no meras
cosas. Las cosas no tienen subjetividad, ni voluntad, ni metas, ni están
abiertas al futuro, las personas sí. Pero el hombre necesita del otro para su
propia realización y para el reconocimiento de sí mismo; no es posible la vida
humana solitaria. En este punto se plantea una cuestión fundamental: ¿es
posible tratar al otro como a un sujeto, como un ser que tiene sus propios
proyectos, como un ser libre? La respuesta de Sartre es pesimista: no.
Invariablemente, en la relación con los demás o bien el otro nos tratará como meras
cosas o bien nosotros lo trataremos a él; yo intento esclavizar al otro y el
otro intenta esclavizarme a mí. La esencia de las relaciones interpersonales es
el conflicto. Sartre expresa gráficamente esta idea señalando que “el infierno
son los otros”.
El conflicto de las libertades puede
tomar muchas formas pero se desenvuelve en dos actitudes principales: o bien
uno se esfuerza en reducir al otro al estado de objeto para afirmarse como
libertad, o bien uno asume su ser objeto, se convierte libremente en cosa
delante de otro para captar su libertad, para reconocerle como sujeto:
1. Intento de relacionarse con el
otro reconociendo en él su libertad, su subjetividad: conduce inevitablemente a
tratarnos a nosotros mismos como objetos, como seres no libres; las tres
expresiones de esta actitud son el amor, el lenguaje (entendido como toda forma
de expresión, no sólo como palabra articulada) y el masoquismo Pero las tres
fracasan pues aunque consiguen el reconocimiento del otro en su poder, en su
subjetividad y libertad, anulan nuestra libertad y subjetividad, hecho que
siempre despertará nuestra rebelión pues jamás podemos prescindir de nuestra
libertad.
2. Intento de afirmar la propia
libertad, la propia subjetividad: lleva a tratar al otro como objeto, como esclavo
de nuestra subjetividad. Fracasa porque el otro nunca puede renunciar a su
libertad. Sartre describe las conductas de indiferencia, deseo,
(particularmente deseo sexual), sadismo y odio, como ejemplos de esta actitud. (post
de Boba Xa3blñpa)
Source:
https://www.e-torredebabel.com/.../Sartre...
https://www.filosofia.org/enc/ros/cosi.htm
Comprendo la tragedia
del espíritu subjetivo, objetivándolo todo u objetivándose para reconocer la
subjetividad del otro pero falta un tercer elemento, en la dialéctica del amo y
el esclavo queda claro que el amo no puede ser reconocido por el esclavo, porque
necesita el reconocimiento de un igual y el esclavo no lo es, aquí es igual,
así que la tragedia esta no tanto en el sujeto que queda objetivado, sino en el
sujeto que queda solo ante esa cosa pero en una relación siempre hay tres: Es
uno , es el otro y es el campo ontológico que se genera entre ellos dos. Para
comprender esto tenemos que salir del sujeto y el objeto, al Espíritu absoluto
y lo que tenemos aquí es 1 →0→1 el ser el no ser y el para ser en el
cristianismo seria el Padre El Hijo y el Espíritu Santo. Y aquí el hijo hace de
campo ontológico, permitiendo la transferencia es decir que en una relación
siempre hay tres y ese que hace de campo ontológico se hace nada, para que uno
se transfiera al otro y pasar por el campo ontológico te obliga a hacerte nada
para luego ser. Entonces en el espíritu absoluto queda claro que no hay dos
entes, dos sujetos, sino un ser, si yo voy hacia ti me hago nada y me reconozco
en ti y al reconocerte me reconozco a mí.
¿Cuál es el problema?
Que el espíritu subjetivo que es un internalización del espíritu
absoluto y del revelado ninguno de ellos se realizan sino que el sujeto queda convertido
en objeto es decir que el espíritu subjetivo nos llevara al objetivo
irremediablemente, entonces tendríamos que hacer una regresión del espíritu objetivo,
al subjetivo, al revelado al absoluto para realmente encontrarnos.
¿Es posible esto?
El problema es que el espíritu se invierte y nos lleva al
anti espíritu lo que nos lleva al espíritu absoluto profano, al espíritu revelado
abyecto, al espíritu subjetivo existencial y a la ciencia fenomenológica donde
se hace imposible alcanzar lo absoluto.
¿Qué queda entonces?
Que el anti espíritu se enfrente al espíritu en una contra
transferencia generando una biodramaturgia donde se alteran los campos ontológicos
tanto del espíritu como del anti espíritu para lograr la integración del espíritu
mismo.
¿Acaso el sujeto no puede negarse a sí mismo y entrar al absoluto?
Si esa es la clave, aceptar a Cristo como mediador entre
Dios y los hombres, y constituirlo como campo ontológico para toda relación
pero esto que es tan simple no se dará al menos que se pase a un lucha tremenda
donde cada mascara quede en el suelo y entonces recién se pida perdón.
¿Pero acaso los sujetos no mataran primero al otro sujeto
antes de reconocer la vulnerabilidad de su conciencia?
Si así es, solo queda la fe para entregarse como cordero al
matadero, si se logra un espíritu revelado con códigos artísticos creativos es posible contrictar los corazones para que
se abran, pero todo depende de Dios.
¿Cómo nos reconciliamos?
Deberíamos empezar por el espíritu Santo para lograr crear
campos ontológicos
Luego probar estos campos para ver si podemos transferirnos en
ellos esto es un ejercicio de alteración y contra alteración de todos nuestros
sistemas
Constituir el anti espíritu en toda esa biodramaturgia tanto objetivo, como subjetivo, como revelado,
como absoluto y constituir también el espíritu en lo absoluto, en lo revelado,
en lo subjetivo y objetivo.
¿Pero de qué trata todo esto?
De qué te reconozcas en el otro, lo cual es imposible sin un
tercer qué te permite la total negación de ti mismo para encontrarte en el otro
y esto solo se puede lograr en Dios pero no teniéndolo como una creencia muerta
sino como un campo ontológico que permita la transferencia.
Ejemplo
En el Perú estamos
divididos, lo cual es muy bueno ya que quedan dos caminos o destruimos al otro o nos
encontramos en el otro.
Si decidimos encontrarnos en el otro la biodramaturgia nos
propone jugar un juego juntos, nosotros hemos desarrollado juegos como el runa
fullboll o el ajedrez go para canalizar el conflicto e ir compartiendo.
¿Qué podemos compartir?
La biodramturgia nos pide compartir rito, mito,
representación, diacrítica, alteración de sistemas, biodramaturgia misma que es
alterar y contra alterar el sistema del otro para lograr la comunión.
¿Cómo podemos hacerlo?
Se puede empezar jugando y en medio del juego o en sus descansos
ir dialogando y generando una diacrítica, ir a
una diacrítica es entrar directamente al espíritu subjetivo, este espíritu requiere
el reconocimiento del otro así que la lucha será encarnizada si dos espíritus
se encuentran, como hay una polarización en el país es ideal, ya que ninguno querrá
objetivarse.
¿Cómo evitar que se maten?
El maestro biotejedor, ya que este es el arte del biotejido
para lograr transferencias debe de explicar que este es un juego y todo juego tiene
reglas y la principal de ellas es que no se terminen matando ni haciendo daño
al punto de acabar con el juego, es decir que estamos en el espíritu revelado.
Pero ¿Porque una experiencia como esta puede ser
significativa para todo un país?
Depende de quien la haga, si Castillo y Keiko se sometieran
a la biodramaturgia sería realmente significativo porque ellos tienen la transferencia de los dos polos
del país, ahora si lo hacen otros es significativo pero muy de a pocos, mas
poco a poco se va construyendo un biotejido fuerte.
Por más que lo explicas no entiendo lo del campo ontológico
Si comprendes porque llegamos a esto, entenderás que fue en
gran parte por el absoluto algorítmico que hace un campo ontológico polarizado en
las redes sociales y en los medios de comunicación, es decir que se han
generado campos ontológicos enrarecidos, la biodramaturgia trata de poner a
Dios en el medio, es decir de generar campos ontológicos puros donde la gente
pueda llegar no solo a comunicarse sino a transferirse al otro generando una
comunión.
Pero ¿Y si yo no creo en Dios?
Basta con que el biotejedor crea para empezar y el ore para
alterar un campo ontológico y pueda
facilitar transferencias.
¿Pero tarde o temprano se generara un conflicto teológico?
Así es lo que generara contra transferencias, más si las
personas no se retiran y siguen luchando la contratransferencia siempre se
convierte en transferencia.
¿Pero acaso la transferencia
no se invierte en contra transferencia?
Si así es, pero al
final se vuelve al ser porque se inicia en el ser, no hay mal que por bien no
venga, pero si dejas de luchar te quedaras en el mal y el infierno será tu
hogar.
Los peruanos evadimos los conflictos nunca los hablamos, dejamos
de luchar y vivimos en la apariencia
Sí, pero no todos. Hay algunos que saboreamos el ser a cada
paso.
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