Ayer hermanos amados mi madre conto su historia y me
pidió que la escribiera
Ya antes me la había contado pero ayer fue lucida en
extremo.
Esa lucidez proviene de un gran dolor, mi hermana le dijo
“Que como quisiera enterrarte con tu casa” y entonces ella pensó ¿He salvado
esta casa para mi egoístamente o he salvado esta casa para mis hijos y mi hija no lo reconoce y me ofende? En esta
pregunta está toda su vida puesta en
cuestión y esta pregunta la llevo a una regresión.
La historia para ella comienza con Lazo un enamorado al que
ella amo y que la amo a ella, este hombre era “evangélico” y había escrito el
nombre de ella en su biblia, pero este
hombre pretendía a otra mujer y estaba en esa duda entre nuestra madre y la
otra mujer.
Mi madre le conto a la abuela que Lazo la quería y mi abuela le dijo que no
se interpusiera entre Lazo y su enamorada y le pego terriblemente.
Si pudiéramos analizar el comportamiento de mi abuela en ese
momento mi madre se invertía en una amante, es decir en lo que más detestaba mi
abuela, la culpable de perder a su esposo y posiblemente también a su padre
Ella se encontró con Lazo mucho después y él le conto que le
había pedido a Dios discernimiento si mi madre le abría la puerta para recibirlo en su casa entonces
mi madre era la indicada pero sino él se iría, mi madre no le abrió la puerta
porque si lo hacia su madre le volvería a pegar.
De como conoció mi madre a nuestro padre algo sabemos,
lo que queda claro es que mi padre quedo prendado de su belleza y la acoso día
y noche, a mi madre le gustaba otro hombre “el gato” mi padre confronto al gato
y le dijo que mi madre esa su mujer, mi madre le rogo al gato para que no se
fuera, pero él se sintió herido en su orgullo y su pasión por mi madre no
igualaba a la pasión que sentía mi padre.
El punto crítico en su historia es el día de la fiesta de
los comunistas en la universidad, mi madre llego muy tarde a su casa y su padre
le pego hasta deformarle la cara, mi madre enfermo.
¿Fue esta la primera vez que enfermo? Mi padre me dijo que
no.
La abuela le obligo a mi madre a ir a la universidad así toda enferma, ella no quiso ir para no ser
humillada en ese estado fue a
la casa de mi padre enferma se echó en
su cama y mi padre abuso de ella, es así
como ella lo relata, ella lucho con todas sus fuerzas para que él no la tocara
pero mi padre la hizo suya, al terminar mi padre le pidió que se lavara para
que no saliera embarazada ella pensó “ que me voy a lavar que este cojudo
confronte las consecuencias” El resultado fue su primer aborto, la abuela la
llevo a Lima y le hizo abortar a mi madre, la segunda vez ya no aborto , estaba
yo en su vientre.
El día de su matrimonio mi madre lloro por 5 horas a lado de
su hermana, no se quería casar, pero lo hizo en ese tiempo una madre soltera
era mal vista, nunca pudo amar a mi padre siempre lo culpo por tomarla, siempre
se sintió culpable por estar con él, su matrimonio fue un desastre, en el fondo
agradece que mi padre allá muerto.
¿Salvo su casa por amor a nosotros? ¿Es decir estuvo con mi
padre por amor a nosotros? O ¿Más bien huía de las palizas de su madre y le hizo pagar a mi padre día lo que él le había
hecho hasta matarlo?
Lo cierto es que mirándome a mi ve a mi padre y me odia le
repulso pero luego toma conciencia y se enferma, no puede dormir y sufre
terriblemente.
La agresión a mi hija es resultado de todo este proceso.
¿Qué queda?
El inferno en el que está atrapada es terrible y se está cerrando, solo la verdad nos libera, en esa
verdad está Dios si hay una culpa, si
hay un dolor es porque nuestra espiritualidad está ahí, ahora ella quiere demostrar desesperadamente
que no le importa la casa, quiere hacer el anticipo de herencia, dice que la
dará el cuarto tuyo hermano a mi hijo, huye desesperadamente de su sombra, me
pide que no me vaya de la casa, quiere darle una patada en la boca a mi hermana
para demostrar que no es una egoísta,
son las ultimas defensas ante una verdad, que los hombres no queremos ver
preferimos morir antes de ver nuestra sombra más una vez aceptada la sombra
sabremos que no somos la sombra que Dios siempre estuvo en nosotros y con nosotros,
así que somos luz en un valle de sombras, valle que paradójicamente creamos con
nuestra propia luz. Toca que encontremos
nuestra luz y hablemos de nuestros valles de sombra como ella tuvo el valor de
expresar los suyos, si realmente queremos ayudarla.
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