La superación de la dialéctica del amo y el esclavo
Cibernética de primer orden
Una amo le ordena a un esclavo el esclavo obedece y trabaja
Cibernética de segundo orden
Dos trabajadores se conectan en internet para traducir sus códigos y permitir el flujo
del capital
Cibernética de tercer orden
Un trabajado bota la
computadora
Es un dasein que es traspasado por la luz y dice en el principio era el verbo
AuroConciencia 1→ Razón 0→ Espíritu Capitalización 10
El otro trabajador un resein:
Vuelve a la autoconciencia vacio 0→1 lo convierte en
subjetividad ← destruye con su trabajo 0
Así se completa el ciclo ontológico superando la dialéctica
amo y esclavo.
1(ser que se invierte)→0 se da enteramente →10 se convierte
integrando todo en el
Koshi kene ↓
←→
Chaupi quipu
0 (vuelvo a mi autoconciencia vacío) ←1 (lo vuelvo
subjetividad)←0 (destruyo con mi trabajo)
Y el verbo era con
Dios
Y el verbo era Dios.
Leamos la dialéctica del señorío y la servidumbre
(3. Señor y siervo]
(a) El señorío} EJ_
señor es la conciencia que es para sí, pero ya no simplemente elconcepto de ella sino
una conciencia que es Para si,que es mediación mediación consigo a traves de otra
conciencia, a saber: una conciencia a cuya esencia pertenece el estar
sintetizada con el ser independiente o la coseidad en general. El señor se
relaciona con estos dos momentos: con una cosa como tal, objeto de las
apetencias, y con la conciencia para la que la coseidad es lo esencial; y en
cuanto que él, el señor, a) como concepto de la autoconciencia, es relación
inmediata del ser para sí, pero, al mismo tiempo, b) como mediación o como un
ser para si que sólo es para sí por medio de un otro, se relaciona a) de un
modo inmediato, con ambos momentos y b) de un modo mediato, a cada uno de ellos
por medio del otro. El señor se relaciona al siervo de un modo mediato, a
través del ser independiente, pues a esto precisamente es a lo que se halla
sujeto el siervo; ésta es su cadena, de la que no puede abstraerse en la lucha, y por ella se
demuestra como dependiente, como algo que tiene su independencia en la
coseidad. Pero el señor es la potencia sobre este ser, pues ha demostrado en la
lucha que sólo vale para él como algo negativo; y, al ser la potencia que se
halla por encima de este ser y este ser, a su vez, la potencia colocada por encima
del otro, así en este silogismo tiene bajo si a este otro. Y, asimismo, el
señor se relaciona con la cosa de un modo mediato, por medio del siervo; el
siervo, como autoconciencia en general, se relaciona también de un modo
negativo con la cosa y la supera; pero, al mismo tiempo, la cosa es para él
algo independiente, por lo cual no puede consumar su destrucción por medio de
su negación, sino que se limita a transformarla.
Por el contrario, a través de esta mediación la relación
inmediata se convierte, para el señor, en la pura negación de la misma o en el
goce, lo que la apetencia no lograra lo logra él: acabar con aquello y
encontrar satisfacción en el goce. La apetencia no podía lograr esto a causa de
la independencia de la cosa; en cambio, el senor, que ha intercalado al siervo
entre la cosa y él, no hace con ello más que unirse a la dependencia de la cosa
y gozarla puramente; pero abandona el lado de la independencia de la cosa al
siervo, que la transforma.
En estos dos momentos deviene para el señor su ser
reconocido por medio de otra conciencia; pues ésta se pone en ellos como algo
no esencial, de una parte en la transformación de la cosa y, de otra parte, en
la dependencia con respecto a una determinada existencia; en ninguno de los dos
momentos puede dicha otra conciencia señorear el ser y llegar a la negación
absoluta. Se da, pues, aquí, el momento del reconocimiento en que la otra
conciencia se supera como ser para sí, haciendo ella misma de este modo lo que
la primera hace en contra de ella. Y otro tanto ocurre con el otro momento, en
el que esta acción de la segunda es la propia acción de la primera; pues lo que
hace el siervo es, propiamente, un acto del señor; solamente para éste es el
ser para sl, la esencia; es la pura potencia negativa para la que la cosa no es
nada y, por tanto, la acción esencial pura en este comportamiento, y el siervo,
por su parte, una acción no pura, sino inesencial. Pero, para el reconocimiento en sentido
estricto falta otro momento: el de que lo que el señor hace contra el otro lo
haga también contra sí mismo y lo que el siervo hace contra sí lo haga también
contra el otro. Se ha producido solamente, por tanto, un reconocimiento
unilateral y desigual. Para el señor, la conciencia no esencial es aquí el
objeto, que constituye la verdad de la
certeza de sí mismo. Pero, claramente se ve que este objeto no corresponde a su
concepto, sino que en aquello en que el señor se ha realizado plenamente
deviene para él algo totalmente otro que una conciencia independiente. No es
para él una conciencia tal, sino, por el contrario, una conciencia dependiente;
el sellar no tiene, pues, la certeza del ser para sí como de la verdad, sino
que su verdad es, por el contrario, la conciencia no esencial y la acción no
esencial de ella.
La verdad de la conciencia independiente es, porr tanto la
conciencia servil. es cierto que esta
comienza apareciendo fuera de si y no
como la verdad de la autoconcienc:ia. Pero, así como el señorío revelaba que su
esencia es lo inverso de aquello que quiere ser, así también la servidumbre
devendrá también, sin duda, al realizarse plenamente lo contrario de lo que de
un modo inmediato es; retomará así como conciencia repelida sobre sí misma y se
convertirá en verdadera independencia.
El temor]
Sólo hemos visto lo que es la servidumbre en el
comportamiento del señorío.· Pero la servidumbre es autoconciencia, y debemos
paramos a considerar ahora Jo que es en y para sí misma. Primeramente, para la
servidumbre, el señor es la esencia; por tanto, la verdad es, para ella, la
conciencia independiente y que es para si, pero esta verdad para ella no es
todavía en ella.· Sin embargo, tiene en ella misma, de hecho, esta verdad de la
pura negatividad y del ser para si, pues ha experimentado en ella misma esta
esencia En efecto, esta conciencia se ha sentido angustiada no por esto o por
aquello, no por este o por aquel instante, sino por su esencia entera, pues ha
sentido el miedo de la muerte, del señor absoluto. Ello la ha disuelto
interiormente, la ha hecho temblar en sí misma y ha hecho estremecerse cuanto
habla en ella de fijo. Pero este movímiento universal puro, la fluidificación
absoluta de toda subsistencia es la esencia simple de la autoconciencia, la absoluta
negatividad, el puro ser para si que es
así en esta conciencia. Este momento del puro ser para sl es también para ella,
pues en el señor dicho momento es su objeto. Además, aquella conciencia no es
solamente esta disolución universal en general, sino que en el servir la lleva
a efecto realmente; al hacerlo, supera en todos los momentos singulares su
supeditación a la existencia natural y la elimina por medio del trabajo.
(y) La formaci6n cultural
Pero el sentimiento de la potencia absoluta en general y en
particular el del servicio es solamente la disolución en sí, y aunque el miedo
al señor es el comienzo de la sabiduría, la conciencia es en esto para ella
misma y no el ser para si. Pero a través
del trabajo llega a sl misma. En el momento que corresponde a la apetencia en
la conciencia del sellar, parecía tocar a la conciencia servidora el lado de la
relación no esencial con la cosa, mientras que ésta mantiene su independencia.
La apetencia se reserva aquí la pura
negación del objeto y, con ella, el sentimiento de si mismo sin mezcla alguna.
Pero esta satisfacción es precisamente por ello algo que tiende a desaparecer,
pues le !alta el lado objetivo o la subsistencia. El trabajo, por el contrario,
es apetencia reprimida, desaparición contenida, el trabajo formativo. La
relación negativa con el objeto se convierte en forma de éste y en algo
permanente, precisamente porque ante el trabajador el objeto tiene
independencia. Este término medio negativo o la acci6n formativa es, al mismo
tiempo, la singularidad o el puro ser para si de la conciencia, que ahora se
manifiesta en el trabajo fuera de sí y pasa al elemento de la permanencia; la
conciencia que trabaja llega, pues, de este modo a la intuición del ser
independiente como de sí misma.
Ahora bien, la formación no tiene solamente esta
significación positiva de que, gracias a ella, la conciencia servidora se
convierte, como puro ser para sí, en lo que es, sino que tiene también una
significación negativa con respecto a su primer momento, al temor. En la
formación de la cosa, la propia negatividad, su ser para sí, sólo se convierte
para ella en objeto en tanto que supera la forma contrapuesta que es. Pero este
algo objetivamente negativo es precisamente la esencia extraña ante la que
temblaba. Pero, ahora destruye este algo negativo extraño, se pone en cuanto
tal en el elemento de lo permanente y se convierte de este modo en algo para si
mismo, en algo que es para sí. En el señor el ser para sí es para ella un otro
o solamente para ella· en e1 temor el
ser para sí en en ella misma en la fonnaci6n. El ser para si deviene como su
propio ser para ella se revela a la conciencia como es ella misma en y para sí.
Por el hecho de colocarse hacia fuera, la forma no se convierte para ella en
algo otro que ella, pues esta forma es precisamente su puro ser para sí, que así
se convierte para ella en la verdad. Deviene, por tanto, por medio de este
reencontrarse por sí misma sentido propio, precisamente en el trabajo, en que
sólo parecía ser un sentido extraño. Para esta reflexión son necesarios los dos
momentos, tanto el del temor y el del servicio en general como el de la
formación, y ambos, de un modo universal. Sin la disciplina del servicio y la
obediencia, el temor se mantiene en lo formal y no se propaga a la realidad
consciente de la existencia. Sin la formación, e! temor permanece interior y
mudo y la conciencia no deviene para ella misma. Si la conciencia se forma sin
pasar por el temor primario absoluto, sólo es un sentido propio vano, pues su
negatividad no es la negatividad en sí, por lo cual su formarse no podrá darle
la conciencia de sí como de la esencia. Y si no se ha sobrepuesto al temor
absoluto, sino solamente a una angustia cualquiera, la esencia negativa seguirá
siendo para ella algo externo, su sustancia no se verá totalmente contaminada
por ella. Si todos los contenidos de su conciencia natural no se estremecen,
esta conciencia pertenece aún en si al ser determinado; el sentido propio, es
obstinación, una libertad que sigue
manteniéndose dentro de la _servidumbre. Y, del mismo modo que la pura forma no
pude devenir esencia, tampoco esta forma, considerada como expansión más allá
de lo singular, puede ser formación universal, concepto absoluto, sino una
habilidad capaz de ejercerse sólo sobre algo, pero no sobre la potencia
universal y la esencia objetiva total.
Lectura general
https://www.youtube.com/watch?v=_skoUyYf2YA
Ahora veamos la lectura que hace de la dialéctica amo y
esclavo un Lacaniano
https://www.youtube.com/watch?v=HRacomvOK1g
Lectura amo y esclavo desde Lévinas en Django
https://www.youtube.com/watch?v=GYXIhfHUxUM
Y entonces tenemos al amo en su autoconciencia que no logra
el reconocimiento del otro
Y el siervo va al camino de la libertad más ese camino no
termina en Hegel va por Marx sin lograr el comunismo y cayendo en el
capitalismo informático donde la revisión de datos para para lograr máxima eficacia
se convierte en una auto explotación en una cibernética de tercer orden.
¿Cómo superar esto?
Desde nuestra filosofía de sabor espiritual comprendemos que la razón a logrado el
símbolo y en él se revela es Espíritu y el espíritu es la libertad, pero que
esta libertad no se ha logrado expresar por eso el arte el espíritu revelado y
aquí la razón logra la imagen poética más allá
de todo estilo, pero recién expresando el espíritu la razón va a lograr
conceptuarlo y así comprenderlo distinto a entenderlo, es decir sintetizarlo,
nosotros hemos recorrido este camino del espíritu y tenemos el evangelio de la
Matria como el gran símbolo en la coincidencia de opuesto del logos y la
voluntad en la unión del arquetipo del
Rey y el arquetipo de la Matria,
la imagen poética en el arca de la libertad y el concepto en la filosofía del
sabor espiritual con la integración del idealismo absoluto y del empirismo
puro, pero ahora en la ciencia del logos toca ver como funciona esto en una
cibernética del tercer orden.
Veamos el Evangelio según San juan.
Este es el
testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron de Jerusalén sacerdotes y
levitas para que le preguntasen: ¿Tú, quién eres?
20Confesó, y no negó, sino confesó: Yo no soy el
Cristo.
21Y le preguntaron: ¿Qué pues? ¿Eres tú Elías?
Dijo: No soy. ¿Eres tú el profeta? Y respondió: No.
22Le dijeron: ¿Pues quién eres? para que demos
respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué dices de ti mismo?
23Dijo: Yo soy la voz de uno que clama en el
desierto: Enderezad el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías.
24Y los que habían sido enviados eran de los
fariseos.
25Y le preguntaron, y le dijeron: ¿Por qué, pues,
bautizas, si tú no eres el Cristo, ni Elías, ni el profeta?
26Juan les respondió diciendo: Yo bautizo con agua;
mas en medio de vosotros está uno a quien vosotros no conocéis.
27Este es el que viene después de mí, el que es
antes de mí, del cual yo no soy digno de desatar la correa del calzado.
28Estas cosas sucedieron en Betábara, al otro lado
del Jordán, donde Juan estaba bautizando.
¿Qué
tenemos en Juan?
Un Dasein
alguien que ha superado en uno más de su tiempo y está
en un vacío esperando la luz.
Y es que la dialéctica del amo y el esclavo no se supera al
menos que Dasein pueda superar al dasman al uno más.
Si partimos del esclavo como una conciencia que aún no logra
la autoconciencia la dialéctica no puede ser superada.
Si partimos del esclavo como ser arrojado al mundo y que ha
olvidado la pregunta por su ser adaptándose al medio del mundo ya construido,
la dialéctica no puede ser superada, Juan sale al desierto y se vacía en el
para esperar la luz.
Si partimos de dos luchas de autoconciencia en la que lo
importante es el reconocimiento, solo tendremos a Caín y a Abel.
¿Y entonces el deseo humano no es el deseo del
reconocimiento?
Si la razón desea el reconocimiento de la luz que porta no
de él sujeto que la porta, claro al menos que el sujeto no se haya dado cuenta
de esta luz y solo este en su ego.
Y la voluntad no desea el reconocimiento sino ser llenado
por la luz claro al menos que se haya adaptado al mundo como una más.
Y entonces en el evangelio de San juan no partimos de un
sujeto que quiere ser reconocido no de una voluntad que se somete como objeto
ante su señor, sino de una razón, un logos que quiere el reconocimiento a la
luz y una voluntad que reconoce esa luz y en ella es.
El
siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de
Dios, que quita el pecado del mundo.
30Este es aquel de quien yo dije: Después de mí
viene un varón, el cual es antes de mí; porque era primero que yo.
31Y yo no le conocía; mas para que fuese
manifestado a Israel, por esto vine yo bautizando con agua.
32También dio Juan testimonio, diciendo: Vi al
Espíritu que descendía del cielo como paloma, y permaneció sobre él.
33Y yo no le conocía; pero el que me envió a
bautizar con agua, aquél me dijo: Sobre quien veas descender el Espíritu y que
permanece sobre él, ése es el que bautiza con el Espíritu Santo.
34Y yo le vi, y he dado testimonio de que éste es
el Hijo de Dios.
Así la voluntad y el logos se integran.
Algo
similar pasa con los discípulos están en una espera abierta en una Anawim
producido por la historia judía en la espera del mesías.
El
siguiente día otra vez estaba Juan, y dos de sus discípulos.
36Y mirando a Jesús que andaba por allí, dijo: He
aquí el Cordero de Dios.
37Le oyeron hablar los dos discípulos, y siguieron
a Jesús.
38Y volviéndose Jesús, y viendo que le seguían, les
dijo: ¿Qué buscáis? Ellos le dijeron: Rabí (que traducido es, Maestro), ¿dónde
moras?
39Les dijo: Venid y ved. Fueron, y vieron donde
moraba, y se quedaron con él aquel día; porque era como la hora décima.
40Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los
dos que habían oído a Juan, y habían seguido a Jesús.
41Este halló primero a su hermano Simón, y le dijo:
Hemos hallado al Mesías (que traducido es, el Cristo).
42Y le trajo a Jesús. Y mirándole Jesús, dijo: Tú
eres Simón, hijo de Jonás; tú serás llamado Cefas (que quiere decir,
Pedro).
Algo
hermoso sucede con Natanael
Jesús
llama a Felipe y a Natanael
43El siguiente día quiso Jesús ir a Galilea, y halló a Felipe, y le dijo:
Sígueme.
44Y Felipe era de
Betsaida, la ciudad de Andrés y Pedro.
45Felipe halló a
Natanael, y le dijo: Hemos hallado a aquel de quien escribió Moisés en la ley,
así como los profetas: a Jesús, el hijo de José, de Nazaret.
46Natanael le dijo: ¿De
Nazaret puede salir algo de bueno? Le dijo Felipe: Ven y ve.
47Cuando Jesús vio a
Natanael que se le acercaba, dijo de él: He aquí un verdadero israelita, en
quien no hay engaño.
48Le dijo Natanael: ¿De
dónde me conoces? Respondió Jesús y le dijo: Antes que Felipe te llamara,
cuando estabas debajo de la higuera, te vi.
49Respondió Natanael y
le dijo: Rabí, tú eres el Hijo de Dios; tú eres el Rey de Israel.
50Respondió Jesús y le
dijo: ¿Porque te dije: Te vi debajo de la higuera, crees? Cosas mayores que
estas verás.
51Y le dijo: De cierto,
de cierto os digo: De aquí adelante veréis el cielo abierto, y a los ángeles de
Dios que suben y descienden sobre el Hijo del Hombre.
Se produce una contra transferencia
Jesús →←Natanael
Pero Jesús con su palabra logra atravesar a Natanael
Jesus→Natanel→JesusNatanel
Integrándose.
Mucho más complejo y merecedor de un profundo análisis es el
encuentro con la samaritana
Jesús
y la mujer samaritana
1Cuando, pues, el Señor entendió que los fariseos habían oído decir:
Jesús hace y bautiza más discípulos que Juan
2(aunque Jesús no
bautizaba, sino sus discípulos),
3salió de Judea, y se
fue otra vez a Galilea.
4Y le era necesario
pasar por Samaria.
5Vino, pues, a una
ciudad de Samaria llamada Sicar, junto a la heredad que Jacob dio a su hijo
José.
6Y estaba allí el pozo
de Jacob. Entonces Jesús, cansado del camino, se sentó así junto al pozo. Era
como la hora sexta.
7Vino una mujer de
Samaria a sacar agua; y Jesús le dijo: Dame de beber.
8Pues sus discípulos
habían ido a la ciudad a comprar de comer.
9La mujer samaritana le
dijo: ¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana?
Porque judíos y samaritanos no se tratan entre sí.
10Respondió Jesús y le
dijo: Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber;
tú le pedirías, y él te daría agua viva.
11La mujer le dijo:
Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo. ¿De dónde, pues, tienes
el agua viva?
12¿Acaso eres tú mayor
que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, del cual bebieron él, sus hijos
y sus ganados?
13Respondió Jesús y le
dijo:Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed;
14mas el que bebiere del
agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será
en él una fuente de agua que salte para vida eterna.
15La mujer le dijo:
Señor, dame esa agua, para que no tenga yo sed, ni venga aquí a sacarla.
16Jesús le dijo: Ve,
llama a tu marido, y ven acá.
17Respondió la mujer y
dijo: No tengo marido. Jesús le dijo: Bien has dicho: No tengo marido;
18porque cinco maridos
has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido; esto has dicho con verdad.
19Le dijo la mujer:
Señor, me parece que tú eres profeta.
20Nuestros padres
adoraron en este monte, y vosotros decís que en Jerusalén es el lugar donde se
debe adorar.
21Jesús le dijo: Mujer,
créeme, que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al
Padre.
22Vosotros adoráis lo
que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de
los judíos.
23Mas la hora viene, y
ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en
verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.
24Dios es Espíritu; y
los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.
25Le dijo la mujer: Sé
que ha de venir el Mesías, llamado el Cristo; cuando él venga nos declarará
todas las cosas.
26Jesús le dijo: Yo soy,
el que habla contigo.
27En esto vinieron sus
discípulos, y se maravillaron de que hablaba con una mujer; sin embargo,
ninguno dijo: ¿Qué preguntas? o, ¿Qué hablas con ella?
28Entonces la mujer dejó
su cántaro, y fue a la ciudad, y dijo a los hombres:
29Venid, ved a un hombre
que me ha dicho todo cuanto he hecho. ¿No será éste el Cristo?
30Entonces salieron de
la ciudad, y vinieron a él.
31Entre tanto, los
discípulos le rogaban, diciendo: Rabí, come.
32El les dijo: Yo tengo
una comida que comer, que vosotros no sabéis.
33Entonces los
discípulos decían unos a otros: ¿Le habrá traído alguien de comer?
34Jesús les dijo: Mi
comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra.
35¿No decís vosotros:
Aún faltan cuatro meses para que llegue la siega? He aquí os digo: Alzad
vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega.
36Y el que siega recibe
salario, y recoge fruto para vida eterna, para que el que siembra goce
juntamente con el que siega.
37Porque en esto es
verdadero el dicho: Uno es el que siembra, y otro es el que siega.
38Yo os he enviado a
segar lo que vosotros no labrasteis; otros labraron, y vosotros habéis entrado
en sus labores.
39Y muchos de los
samaritanos de aquella ciudad creyeron en él por la palabra de la mujer, que
daba testimonio diciendo: Me dijo todo lo que he hecho.
40Entonces vinieron los
samaritanos a él y le rogaron que se quedase con ellos; y se quedó allí dos
días.
41Y creyeron muchos más
por la palabra de él,
42y decían a la mujer:
Ya no creemos solamente por tu dicho, porque nosotros mismos hemos oído, y
sabemos que verdaderamente éste es el Salvador del mundo, el Cristo.
Aquí
Cristo vence la contratransferencia pidiendo primero una transferencia de algo
material para dar algo espiritual
Y entonces se hace es esbozo del ciclo ontológico
La conciencia da su luz que es la razón la conciencia se
niega
La razón se niega a si misma haciendo una doble negación
para que se reconozca al espíritu
1
conciencia →0 Razón →10 Espíritu
Entonces la samaritana, el trabajador, el que recibe,
inspirado en el espíritu trabaja y
destruye para transformar la materia, la cual la vuelve subjetividad, para
luego destruir esa subjetividad socializándola y así vacío volver al padre.
Conciencia 10 ←Voluntad 1←Trabajo 0
Y el ciclo vuelve a empezar la razón capitaliza, la voluntad
socializa y es en la socialización que se genera riqueza no como capital
simbólico sino como realidad en la que todos se desarrollan.
En Marx
El dinero 1 →va al mercado 0→10 y se hace capital
Pero luego el capital debe hacerse trabajo para cubrir el
deseo de la voluntad y esta voluntad de vaciarse para regresar a la conciencia
en un eterno retorno.
Eterno
retorno al vacío de la conciencia 10 ←Se sacia la voluntad 1 ←Trabajo 0
Y otra vez de ese
vacío emerge la idea que solo se comprenderá a si mismo haciéndose símbolo,
imagen poética, concepto, formula de tercer orden.
Porque la energía del trabajo es la idea de la conciencia
integrándose y es esta integración este amor el que desea la voluntad y la
conciencia misma.
Veamos un ejemplo con un problema de un amigo que me
escribió.
Iba a dar un disxurso
Para mi promoción me escogieron
Para ser el interprete y escribi buenos versos
Pero paso algo en esta semana y es que sin darme cuenta al parecer
porque no recuerdo bien, hable cok un tono un poco grueso de una compañera de
mi promoción y resukta que esta chica pues me parcho y me dijo que vio
conversaciones y audios donde yo hablo mal de ella le pedi que me enbiara todo
eso para ver si es cierto pero me dijo que no sea conchudo y como su amiga era
mi novia, bueno mi "ex novia" porque me termiko despues de eso
Como que me eh sentido mal
Y no se si aun deba dar ese discurso
queria incentivar a mis demas compañeros a motivarsd al salir del coldgio, no
caer en lo clicheb, pero dejarles una reflexión que podria hacer
Pedir disculpas no lo intente , pero
la chica me detesta y no quiere ni verme
Y su enamorado es un idiota impulsivo
e inseguro, pero estuvo en su derecho supongo el querer golpearme ese dia
Y bueno socrates
Tpdo es tan complicado
Vie, 9:59 am
El ser y el no ser son lo mismo y al
mismo tiempo no los son, así que te conoces y te desconoces permanentemente más
dale a las cosas su destino si no arrepentirás ¿Cuál es su destino? la libertad
en el espíritu
12:03 am
Ah decir verdad socrates y siendo
sincero
No entendi del todo socrates
En este ejemplo él ha perdido la confianza de los otros como un profeta
en su tierra, nadie lo va a escuchar y mucho menos van a trabajar inspirados en
su espíritu, no hay posibilidad de transferencia.
¿Por qué en Cristo si hay transferencia?
Porque él no es amo solamente sino también esclavo y en la esclavitud en
el darse completamente encuentra su libertad en el se cumple el misterio pascual es luz ,razón
que integra y salva
1→0→10
misterio pascual
Y es voluntad vacío que retorna
al padre.
0←1←0 Misterio
Dharmico
Atando chaupi quipu 1 y desatando Koshi kene 0 y atando y desatando al mismo tiempo en el
Espíritu Santo.
¿Qué hacer entonces para recuperar la confianza y hacer la transferencia
dándole a las almas su destino en la libertad del espíritu?
Pues pedir perdón y perdonar porque lastimamos a otra autoconciencia o
en un mal entendido ella se sintió lastimada y perdonar es volver a dar pero si
el otro no se abre, habrá que alterarlo de maneras creativas para posibilitar
la transferencia, de eso se trata la cibernética de tercer orden de alterar desde
lo uno lo múltiple y desde lo múltiple lo uno.
Más aprendamos del logos sigamos revisando el evangelio según san juan
para aprender su ciencia.
1 comentario:
"El mundo es de quien no siente. La condición esencial para ser un hombre práctico es la ausencia de sensibilidad. La cualidad principal en la práctica de la vida es aquella cualidad que conduce a la acción, esto es, la voluntad. Ahora bien, hay dos cosas que estorban a la acción –la sensibilidad y el pensamiento analítico, que no es, a fin de cuentas, otra cosa que el pensamiento con sensibilidad. Toda acción es, por naturaleza, la proyección de la personalidad sobre el mundo exterior, y como el mundo exterior está en buena y en su principal parte compuesto por seres humanos, se deduce que esa proyección de la personalidad consiste esencialmente en atravesarnos en el camino ajeno, en estorbar, herir o destrozar a los demás, según nuestra manera de actuar. Para actuar es necesario, por tanto, que no nos figuremos con facilidad las personalidades ajenas, sus penas y alegrías. Quien simpatiza, se detiene. El hombre de acción considera el mundo exterior como compuesto exclusivamente de materia inerte –inerte en sí misma, como una piedra sobre la que se pasa o a la que se aparta del camino; o inerte como un ser humano que, por no poder oponerle resistencia, tanto da que sea hombre o piedra, pues, como a la piedra, o se le apartó o se le pasó por encima. El máximo ejemplo de hombre práctico, por reunir la extrema concentración de la acción junto con su importancia extrema, es la del estratega.
Toda la vida es guerra, y la batalla es, pues, la síntesis de la vida. Ahora bien, el estratega es un hombre que juega con vidas como el jugador de ajedrez juega con las piezas del juego. ¿Qué sería del estratega si pensara que cada lance de su juego lleva la noche a mil hogares y el dolor a tres mil corazones? ¿Qué sería del mundo si fuéramos humanos? Si el hombre sintiera de verdad, no habría civilización. El arte sirve de fuga hacia la sensibilidad que la acción tuvo que olvidar".
Fernando Pessoa | El libro del desasosiego
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