La regenealogía del amor
Después de haber Sócrates hablado de esta manera se le
prodigaron los aplausos; pero Aristófanes se disponía á hacer algunas
observaciones, porque Sócrates en su discurso había hecho alusión á una cosa
que él había dicho, cuando repentinamente se oyó un ruido en la puerta
exterior, á la que llamaban con golpes repetidos; y parecía que las voces
procedían de jóvenes ebrios y de una tocadora de flauta. —Esclavos, gritó Agaton, mirad qué es eso; si es alguno de
nuestros amigos, decidles que entren; y si no son, decidles que hemos cesado de
beber y que estamos descansando. Un instante después olmos en el patio la voz de
Zaratustra medio ebrio, y diciendo á
gritos:
Los más sabios de todas las
épocas han pensado siempre que la vida no vale nada… Siempre y en todas partes
se ha oído de su boca el mismo acento: un acento cargado de duda, de
melancolía, de cansancio de vivir, de oposición a la vida. Incluso Sócrates
dijo a la hora de su muerte: «La vida no es más que una larga enfermedad; le
debo un gallo a Esculapio por haberme curado.» Hasta Sócrates estaba harto de
vivir. ¿Qué prueba esto? ¿Qué indica? En otros tiempos se había dicho (como así
han hecho y bien alto, nuestros pesimistas los primeros): «En todo caso, esto
tiene que tener algo de verdad. El consenso de los sabios constituye una prueba
de verdad.» ¿Seguiremos hablando hoy así?; ¿nos está permitido hablar así? «En
todo caso, esto tiene que tener algo de enfermedad», ésta es la respuesta que
damos nosotros: habría que empezar por examinar de cerca a los más sabios de
todas las épocas. ¿Será que ninguno de ellos se sostenía ya sobre las piernas?;
¿será que estaban viejos, que se tambaleaban, que eran unos decadentes? ¿Será
que la sabiduría aparece en la tierra como un cuervo a quien le entusiasma el
más ligero olor a carroña?.
—¿Donde está Agaton? ]Llevadme cerca de Agaton! Entonces
algunos de sus compañeros y la tocadora de flauta le cogieron por los brazos y
le condujeron á la puerta de nuestra sala. Alcibiades se detuvo, y vimos que
llevaba la cabeza adornada con una espesa corona de violetas y yedra con
numerosas guirnaldas.
—Amigos, os saludo, dijo; ¿queréis admitir á vuestra mesa á un hombre que ha bebido ya
cumplidamente? ¿ó nos marcharemos después de haber coronado á Agaton, que es el
objeto de nuestra visita? Me ha sido imposible venir ayer, pero heme aquí ahora con mis guirnaldas sobre la cabeza, para
ceñir con ellas la frente del más sabio y más bello de los hombres, si me es
permitido hablar así. ¿Os reis de mí porque estoy ebrio? Reid cuanto queráis;
yo sé que digo la verdad. Pero veamos, responded: ¿entraré bajo esta condición
ó no entraré? ¿Beberéis conmigo o nó? Entonces gritaron de todas partes: ¡Que
entre, que tome asiento! Agaton mismo le llamó. Zaratustra se adelantó
conducido por sus compañeros; y ocupado en quitar sus guirnaldas para coronar á Sócrates que hizo como que no lo vio , á
pesar de que se hallaba frente por frente de él, y fué á colocarse entre
Sócrates y Agaton, pues Sócrates habia hecho sitio para que se sentara. Luego
que Zaratustra se sentó, abrazó á Agaton, y coronó a Sócrates.
—¡Por Hércules! ¿Qué es esto? ¡Qué! Sócrates, te veo aquí á la espera
para sorprenderme, según tu costumbre apareciéndote de repente cuando menos lo
esperaba! yo
caí en la cuenta de que eres un síntoma
de decadencia, instrumento de la descomposición griega, pseudogriego y
antigriego. Cada vez he ido
comprendiendo mejor que lo que menos prueba el consenso de los sabios es que
tengan razón en aquello en lo que están de acuerdo. Lo que prueba, más bien, es
que esos hombres tan sabios coinciden fisiológicamente en algo que les hace
adoptar —de una manera forzosa— una misma postura negativa frente a la vida.
Los juicios y las valoraciones relativas a la vida, en pro y en contra, no
pueden ser nunca, en última instancia, verdaderos: sólo valen como síntomas, y
únicamente deben ser tenidos en cuenta como tales; en sí, dichos juicios son
necedades. Hay que alargar totalmente los dedos e intentar captar la admirable
sutiliza de que el valor de la vida es algo que no se puede tasar. No puede
serlo por un ser vivo porque éste es parte e incluso objeto del litigio, y no
juez; y no puede serlo por un muerto por un motivo distinto. El que un filósofo
considere que el valor de la vida constituye un problema no deja, pues, de ser
hasta una crítica a él, un signo de interrogación que se abre sobre su
sabiduría, una carencia de ésta. ¿Quiere esto decir que todos esos grandes
sabios no sólo han sido decadentes, sino que ni siquiera han sido sabios? Pero
volvamos a ti Sócrates.
¿Qué has venido á
hacer aquí hoy? ¿Por qué ocupas este sitio? ¿Cómo, en lugar de haberte puesto
al lado de Aristófanes ó de cualquiera otro complaciente contigo ó que se
esfuerce en serlo, has sabido colocarte tan bien que te encuentro junto al más
hermoso de la reunión?
Por tu origen, Sócrates
perteneces a lo más bajo del pueblo:
Sócrates eres chusma. Se sabe, e incluso hoy lo pueden comprobar, lo feo que
eres. Pero la fealdad, que en sí constituye una objeción, es entre nosotros una
refutación. ¿Eres Sócrates realmente un
griego? Con bastante frecuencia, la fealdad se debe a un cruce que entorpece la
evolución. En otros casos, es el signo de una evolución descendente. Los
antropólogos que se dedican a la criminología nos dicen que el criminal típico
es feo: monstruo de aspecto, monstruo de alma. Ahora bien, el criminal es un
decadente. ¿Eres Sócrates un criminal típico? Esto, al menos, no iría en contra
de aquel conocido juicio de un fisonomista, que tanto extrañó a tus amigos . Un
extranjero experto en rostros que pasó por Atenas, Te dijo directamente que
eres un monstruo en cuyo interior se esconden todos los vicios y todas las
malas inclinaciones. Y tu Sócrates te
limitaste a comentar: «¡Qué bien me
conoce este señor!»
—¿Imploro tu socorro, Agaton? dijo Sócrates. No, es hora de
traspasarte Zaratustra Tu amor no es para mí un pequeño embarazo. Desde la
época en que comencé á amarte, yo no puedo mirar ni conversar con ningún joven, sin que, picado y
celoso, te entregues á excesos increíbles, llenándome de injurias, y gracias
que no se abstiene de pasar a vías de hecho. Y así, se, que en este momento te
dejaras llevar por un arrebato de este
género; no asegurare entonces mi tranquilidad-, no me protegeré, ni si quiera
me opondré a alguna violencia; porque ahora tu temaras mí
amor así como yo temí tus celos
furiosos.
Zaratustra-No cabe paz entre nosotros esta es la hora de mi
venganza.
El encuentro de los maestros del no ser peruano
El psicoanálisis es, en rigor, una
pseudociencia y una mala filosofía.
Es una pseudociencia por asumirse una
cuando nunca lo fue (al día de hoy sigue sin poder demostrarse el psicoanálisis
basado en la evidencia).
En su fundación, Freud le presentó
como "teoría". Como he dicho, un artefacto que pretendió ser ciencia,
asumirse como una, y se instauró por mucho tiempo haciéndose pasar como una;
una que producía resultados aparentemente "científicos", pero solo un
artefacto que se institucionalizó por muchas décadas promoviendo prácticas
dudosas y resultados no testeados ni empíricamente, ni formalmente.
Es una mala filosofía, porque en el
tiempo no tuvo un grado de discriminación por sus formas empleadas. La mala
filosofía se puede definir como un campo de estudio en el que sus premisas
carecen en suma de, autocrítica, reflexión y desarrollo, sobre todo esta
última, la característica de cualquier buena filosofía es un desarrollo óptimo
de sus premisas y postulados, ya sean éticos, epistémicos, estéticos,
antropológicos y ontológicos, todos estos elementos son imprescindibles para la
continuación que se hace tradición que es lo que Russell en su libro «Los problemas
de la filosofía» [1912], ubica como el criterio definitorio de toda buena
filosofía.
El psicoanálisis siempre careció de
ellos, lo que vemos en cambio, es una relectura de postulados de Freud, y una
reedición continua de su hermandad en términos de organización, Ernest Jones
(su más leal discípulo ya que Freud hasta se peleó con el mejor de ellos;
Jung), se encargó de que la gran empresa prosperase, Lacan, y otros autores en
gran parte del post-estructuralismo francés (no así el alemán que tiene otro
enfoque) también, ellos fueron muy responsables de su viraje y extensión.
Hay otras disciplinas que se
nutrieron del psicoanalisis como manifestación o más bien fenómeno de abordaje
en ciencias sociales, tal es el caso de estudios aplicados del marxismo (no
marxianismo), el posmarxismo, estudios con enfoque de under-class en
sociología, la misma hermenéutica, y volviendo a la psicología; las terapias
que intentaron combinar dinámicas grupales (tomando postulados de Pichone de
Riverié, tal es el caso de la Psicoterapia de los grupos del psiquiatra y
psicoanalista argentino Rosenfeld que intentó hilvanar el concepto de Grupo que
Sartre aborda en «La crítica de la razón Dialéctica» con el psicoanálisis y la
terapia de grupos, trabajando también términos sartreanos de institución,
fraternidad, libertad, alienación), otro que se me viene a la mente pero que
tuvo más bien un divorcio relativo fue Fromm y algunos de sus conceptos más
llamativos como «serialidad», hay muchísimos más ejemplos).
Es complejo el fenómeno y también
merece una revisión pausada y rigurosa.
El punto en el que hay que hacer
énfasis es que cuando alguien argumenta con que el psicoanálisis nunca
pretendió ser una ciencia, es falso y también deshonesto intelectualmente
hablando. Que no pretendiera históricamente no serlo, es falso. Nació como un
intento de ello. Claro que lo pretendió desde sus orígenes, basta con leer el Tratado
de la histeria que Breuer escribe con un joven Freud (ese es el texto que funda
el psicoanálisis), lo publican en 1895 y tuvo una fuerte oposición de todo el
gremio médico, pero no tardó en hacerse famoso y tener un gran impacto en la
comunidad científica internacional del momento. Charcot una eminencia mundial
en neurología en la época fue el primero en señalar el carácter
psuedocientífico de la teoría psicoanalitica aún sin mucha forma para la época.
Para hablar de otro abordaje del
psicoanalisis claro que existe utilidad en humanidades, este puede tener mucho
potencial si logra dejar de ser una mala filosofía (que es lo que sigue
siendo). Lo importante sería deslastrar las prácticas desde las cuales la
institución le dota para su manifestación en áreas que simplemente no puede ni
debe abarcar. Desde sus principios que, por lo anteriormente explicado,
producen también iatrogenia y la iatrolalia como manifestación de la mala
praxis clínica.
Por Miguel A. Romero
El psicoanálisis es
subversivo epistémicamente porque lo que nos está diciendo es que no hay hechos sino
interpretaciones, por lo mismo jamás podría ser admitido por una episteme
empírica, ni por una episteme racionalista, porque su redescubrimiento ya antes
lo hizo Nietzsche y antes de Nietzsche, Hegel es que son las voluntades de
poder las que construyen el conocimiento y entonces ¿Para qué voy a un psicoanalista? De hecho no para
curarme, sino para ser entrenado en el arte de la interpretación y no permitir
que otros por más base científica que tengan le den forma a mi subjetividad y
por ende a mi objetividad.
En septiembre de 1992 se inició una etapa que culminaría con
la capitulación de Sendero Luminoso. Y con la fundación del no ser peruano
entre dos maestro de las sombras en el inconsciente colectivo el maestro de la
corrupción Vladimiro Montesinos y el maestro del terror Abimael Guzmán ambos
fundamentales en todo ejercicio del poder y claves para la
construcción-destrucción del no ser peruano en el siglo XXI.
Hace más de medio siglo que se derrumbó el «Reich de los mil
años». Los cuatro jinetes del Apocalipsis habían cabalgado a placer por los
campos de Europa desde otoño de 1939, pero en los primeros y bonancibles días
de mayo de 1945 detuvieron sus corceles.
El Tercer Reich se había lanzado a la guerra como un bloque
monolítico y de granítica dureza, pero se hundió cuarteado, fragmentado en mil
pedazos. La voluntad mesiánica de un demente había originado miles de muertes,
hasta que llegó la rendición y la paz. Guardando distancias, durante más
de una década la insania de Abimael Guzmán sembró terror y muerte mediante métodos
monstruosos con quienes consideraba enemigos del demencial «pensamiento
Gonzalo».
A partir del 12 de septiembre de 1992, en que fue capturado con su
cúpula y exhibido al mundo entero, se inició una etapa que culminaría con la
capitulación de la cruenta banda criminal de la que fue su creador y
principal cabecilla.
A continuación, los diálogos que sostuvo Vladimiro
Montesinos Torres, principal analista del desactivado Sistema de Inteligencia
Nacional (SIN) y maestro de todos los peruanos, y el sátrapa, que culminaron
con la capitulación y división de la organización terrorista más
inhumana del siglo XX
ENCARGO DEL PRESIDENTE
Días después de la presentación ante la comunidad
internacional de Abimael Guzmán Reynoso (a) «presidente Gonzalo» y de su concubina
Elena Iparraguirre Revoredo (a) «Miriam», ambos fueron conducidos a las
instalaciones de la Base Naval de la isla San Lorenzo, donde fueron recluidos
en celdas separadas con servicios higiénicos individuales.
En esas circunstancias el expresidente Alberto Fujimori le encargó
a su asesor Vladimiro Montesinos penetrar en la
mente del genocida, quien el día de su presentación había instigado a sus
hordas criminales a continuar en la «lucha armada» hasta conseguir la
proclamación de la utópica «República Popular Nueva Democracia» (RPND).
«Era vital saber el grado de solidez intelectual y de formación
ideológica de Guzmán y su cónyuge. Igualmente, qué pensaban respecto a la
situación que vivía el Perú en el momento de su captura y la apreciación del
rol que cumplían las fuerzas del orden en la lucha antisubversiva», dijo
Montesinos en una reunión con estrategas del Servició de Inteligencia del
Ejército (SIE), entonces a cargo del coronel EP (r) Alberto Pinto Cárdenas.
Otro aspecto importante fue estar al tanto de la salud física y
mental del sátrapa para recién entonces, mediante mensajes movilizadores (MM),
ejecutar la reprogramación cerebral de ambos bárbaros.
UNA TAREA DIFÍCIL
Vladimiro Montesinos -como buen melómano- apenas llegó a su
alojamiento en el SIN se puso a escuchar la Quinta Sinfonía de Ludwig Van
Beethoven, interpretada por la famosa orquesta «Berlin Philarmonic Orchestra»,
melodía que, según ha dicho, le permite una mayor concentración.
La tarea no era fácil. Horas antes Fujimori le
había preguntado cómo interrogaría a Abimael [si lo presionaría] y el «doc» le
había respondido: “No, sólo seremos dos personas comunes y corrientes
conversando. Lo trataré como a cualquier ser humano”. Así le dio tranquilidad y
optimismo al mandatario.
Montesinos reveló después que durante el trayecto de la «fábrica»-
como se conocía al SIN en el argot de inteligencia- hacia la Base Naval,
donde estaban detenidos los jerarcas de Sendero, repasó mentalmente las técnicas
psicológicas de aproximación para un acercamiento eficaz a Guzmán y su
concubina.
El jefe de facto del SIN abrió la carpeta que guardaba la «Ficha
Básica de Personalidad» de Abimael, elaborada bajo sus directivas por
psicólogos y sociólogos bajo su mando. “La lectura de esa información era un
refresco de lo conocido del enigmático personaje, sobre quien se había
creado todo un mito, al extremo de haberse elevado sus ideas y planteamientos
al nivel de una categoría dialéctica, el llamado ‘pensamiento Gonzalo’. Con una
pretensión bastante audaz, los senderistas colocaban este cuerpo de ideas en el
mismo plano que el pensamiento de Marx, Lenin o Mao», explicó posteriormente
Montesinos.
Contó que antes de llegar a la isla San Lorenzo, se entretuvo
releyendo el contenido de la tesis del genocida titulada: «El Estado
democrático burgués».
«PRIMERO LAS DAMAS»
En minutos llegó a la isla San Lorenzo, donde la seguridad era
rigurosa. Más de 2,000 efectivos de la Marina con armas automáticas y un
submarino patrullaban los alrededores. La edificación que albergaba a los
cabecillas de Sendero tenía veinte candados. Cada uno lo abría un efectivo
diferente a quien se le comunicaba por radio para que se acerque con la llave
correspondiente.
Montesinos demoró 15 minutos en llegar a la celda de
«Miriam». Apenas fue avistado por el oficial de guardia, luego de saludarlo le
ofreció un pasamontañas que el asesor rechazó con cortesía. Le preguntó
por Elena Iparraguirre y se dirigió hacia el alojamiento de la terrorista. La
puerta externa era de fierro con una barra vertical con cinco candados y una
ventanilla pequeña por donde le alcanzaban sus alimentos.
Esa mañana, Montesinos pasó por el rito que consistía en aguardar
que el oficial encargado de la custodia de «Miriam» se comunicara por radio con
el que tenía la llave del candado que abría la celda. Se abrió la puerta y el
«doc» entró solo. La primera escena que se presentó a su vista fue la de una
Elena Iparraguirre recostada en su cama. Cuando advirtió su presencia, solo y
vestido de civil, con polo celeste y pantalón crema, se levantó al instante
como si fuera un resorte comprimido. Vladimiro para, motivar un ambiente
distendido y que ella no sienta temor, le dijo: «Tranquila señora Elena.
Siéntese por favor…Y ante todo, disculpe, buenos días».
E: «Buenos
días, señor»
M: ¿»Sería
usted tan gentil de concederme unos minutos de su tiempo para saber cómo está
y en qué puedo servirla?»
«Miriam» quedó sorprendida, desconcertada, miró fijamente al
visitante, vaciló un instante y desde el extremo de su cama exclamó: «No lo
puedo creer,.. ¿Es usted el doctor Montesinos en persona?». Él contestó:
«Sí, señora, soy Vladimiro Montesinos Torres, estoy
a sus órdenes». La mujer no lo podía creer y agregó: «Increíble,
que usted venga a verme. ¿Sabe cómo está el doctor Guzmán?”. El asesor
respondió que estaba bien y ella repreguntó: «¿Lo ha visto usted?”. Luego
de un breve silencio, Montesinos respondió: «No, señora Elena. Recién lo
voy a ver después de usted. Pienso que primero son las damas y después los
caballeros».
E: «Qué
educado, doctor».
M: «Gracias,
señora Elena. Dígame, ¿cómo la tratan y qué necesita?»
E: «Yo
estoy bien, el trato es correcto como prisionera de guerra»
M: “¿Qué
desea que le transmita al señor Abimael Guzmán en su nombre?»
E: “¿Puede
llevarle algún recado mío?”
M: «Sí,
señora Elena. Le voy a proporcionar una hoja de papel, escríbale una nota».
E: «Sí,
una nota…»
M: «Pero
no una carta de amor».
La reacción esperada por Montesinos, fue la correcta, la mujer da
una estruendosa carcajada. En realidad, ambos rieron al unísono. Se estaba
logrando una apertura. Cuando la mujer acabó de escribir a Abimael en la hoja
proporcionada por un oficial se la entregó con la alegría expresada en su
rostro y le agradeció no sin antes decirle: «Espero volver a verlo otro día».
Montesinos le preguntó: “¿Usted quiere que la visite en otras
ocasiones?”. Ella respondió: «Por supuesto. Me agradaría volver a verlo». El «doc”
contestó: «Así será, señora
Elena. Volveré. Con su permiso». Se dieron la mano. Refiriéndose a
ese primer contacto, Montesinos reveló tiempo después: “Dentro de mí sentía la
satisfacción y convicción de haber puesto de esa manera tan simple y expeditiva
los cimientos de lo que sería un largo año de conversaciones, conversaciones
que más tarde rindieron sus frutos al concretarse la capitulación y división de
Sendero».
AMBIENTE PREPARADO
El ambiente en que se realizaría el crucial encuentro había sido preparado
con anticipación. Montesinos sabía que Guzmán era un fanático de Beethoven,
para lo cual cuando él empezara a dialogar con el genocida sería con el
fondo musical del concierto «Missa solemmnis» (como que así fue). Una vez
abierta la celda que albergaba al «presidente Gonzalo», ingresó
Montesinos saludando al sátrapa.
“Buenos días, doctor Guzmán. ¿Me permite usted
que ingrese?». Guzmán, con el ceño fruncido y el rostro rígido, en señal de
enojo, vistiendo el traje a rayas con el histórico número 1509 respondió a
secas: «Buenos días». Calló un instante y Vladimiro repreguntó: ¿Puedo pasar?”
Abimael, en tono nada amigable, respondió: «Pase usted». El otrora
envalentonado terrorista, que ante el mundo amenazó que la «lucha armada»
continuaría, ahora estaba abatido, melancólico. El asesor se le acercó y
le dijo: “Soy Vladimiro Montesinos Torres, funcionario del Servicio de
Inteligencia Nacional, desearía conversar con usted». Abimael alzó la mirada y
respondió: «Sí lo conozco, doctor. Sé quién es usted. ¿Qué desea conversar
conmigo en estas condiciones?». Se produjo el diálogo siguiente:
M: «Bueno,
ante todo desearía darle alguna noticia de la señora Elena Iparraguirre, pues
pienso que usted está preocupado por ella»
A: ¿»Usted
la ha visto? ¿Ha conversado con ella? ¿Cómo está de salud»?
Montesinos había dado en el blanco, al genocida le faltaban
palabras para seguir preguntando por ella.
M: «Tranquilo
doctor, tome usted asiento».
El gesto inamistoso había desaparecido y Guzmán se sentó en la
cama. Hace un gesto y Montesinos se sentó junto a él. Montesinos había
consiguió en minutos romper el hielo y generado una mínima empatía con el
enemigo.
EL LADO HUMANO DEL SÁTRAPA
Abimael Guzmán y Vladimiro Montesinos estaban sentados a la misma
altura, con el leve fondo musical del gran Beethoven. «Dígame, ¿cómo está
Miriam?”, preguntó Guzmán con profunda preocupación, actitud que constituía
para la estrategia trazada por Montesinos sumamente positiva.
Al respecto el asesor afirmaría varios años después: «Aproveché
ese estado de ánimo, que era una suerte de puerta abierta, un lado sumamente
vulnerable de Guzmán. Era su lado humano y esto no lo ignoraba. Lo tranquilicé
y le dije que ella se preocupaba por él, estimulando así la soberbia masculina
del sátrapa”. La noticia alegró a Abimael.
«Ella quería saber si le proporcionan las medicinas que requiere
usted, además me preguntó si le proporcionaban su dieta”, le dijo Montesinos al
genocida. Pero Abimael, como si se hubiera dado cuenta de su juego, le
preguntó: “Doctor, ¿ha leído usted El segundo sexo, de Simone de Beauvoir, la
compañera de Sartre?”, pregunta fuera de contexto con la que pretendió
desconcertar a su interlocutor y a su vez conocer su nivel intelectual.
Montesinos respondió: «Sí, por supuesto, y además he leído
su obra La mujer rota” y en tono irónico le preguntó: ¿»Qué opinión tiene usted
de ese libro»?. Guzmán solo atinó a decirle que las ocupaciones como jefe de
Sendero le impedían leer todos los libros que quisiera.
FAVOR Y TRATO COLOQUIAL
Abimael Guzmán le pidió a Montesinos que le diga a «Miriam» que
estaba bien y se dio el siguiente diálogo:
M: ¿Y cómo es su alimentación?
A: Es buena, usted ha sido militar y conoce mejor que nadie el
rancho de los militares
M: Qué me va a usted decir, todos los días paso rancho.
Ambos soltaron una carcajada, el trato era más coloquial, como de
dos viejos amigos. Desapareció la tensión. El asesor le pregunta qué desearía
tener y Guzmán le contesta. «Algo de su letra entre mis manos para
leer una y otra vez sus palabras [se refiere a su concubina]”. “¿Eso lo haría
feliz doctor Guzmán?”, preguntó Montesinos. El rostro del «presidente Gonzalo»
resplandece, rejuvenece como por arte de magia y su mirada se torna
como la de un adolescente enamorado. El filósofo del terror
se transformó en un poeta de amor y este con la mirada baja le dice a
Vladimiro: «Con Miriam hemos compartido los grandes, tristes, buenos y malos
momentos (…), pero siempre juntos“
Vladimiro le dice que hará magia, pronuncia la palabra
«abracadabra pata de cabra» y le entrega la nota escrita por Elena
Iparraguirre. “Señor, ¿podría leerla?”, pregunta con temor el sátrapa.
Montesinos le responde: «Claro, léalo, es para usted, yo solo soy un emisario».
FACETA DESCONOCIDA
LA CARTA DE ELENA IPARRAGUIRRE
Sobre el pasaje de la misiva de Iparraguirre a Guzmán, Montesinos
señaló en una de sus conferencias internacionales: “No cabe duda que
estaba frente a un hombre de carne y hueso que mostraba una faceta sentimental
totalmente desconocida. Era una persona enamorada que devoraba la carta de su
amada».
(Alteración del texto de
César Reátegui)
La redención de Castillo
Zaratustra-Y bien, amigos mios, ¿qué
hacemos? Me parecéis excesivamente comedidos y yo no puedo consentirlo; es
preciso beber; este es el trato que hemos hecho. Me constituyo yo mismo en rey
del festin hasta que hayáis bebido como es indispensable. Agaton, que me
traigan alguna copa grande si la tenéis; y si no, esclavo, dame ese vaso , que
está ahí. Porque ese vaso ya lleva más de ocho cotilas. —Después de hacerle
llenar Zaratustra, se lo bebió el primero, y luego hizo llenarle para Sócrates,
diciendo: que no se achaque á malicia lo que voy á hacer, porque Sócrates podrá
beber cuanto quiera y jamás se le verá ebrio. Llenado el vaso por el esclavo,
Sócrates bebió. Entonces Eriximaco, tomando la palabra: ¿qué haremos
Zaratustra? ¿Seguiremos bebiendo sin hablar ni cantar, y nos contentaremos con
hacer lo mismo que hacen los que sólo matan la sed? Zaratustra respondió: Yo te saludo, Eriximaco, digno
hijo del mejor y más sabio de los padres. — También te saludo yo, replicó
Eriximaco; ¿pero qué haremos? - • —Lo que tú ordenes, porque es preciso
obedecerte: Un médico vale él solo tanto 'como muchos hombres. Manda, pues, lo
que quieras. —Entonces escucha, dijo Eriximaco; antes de tu llegada hablamos
convenido en que cada uno de nosotros, siguiendo un turno riguroso, hiciese
elogios del Amor, lo mejor que pudiese, comenzando por la derecha. Todos hemos
cumplido con nuestra tarea, y es justo que tú, que nada has dicho y que no por
eso has bebido menos, cumplas á tu vez la tuya. Cuando hayas concluido, tú
señalarás á Sócrates el tema que te parezca; éste á su vecino de la derecha; y
así sucesivamente. —Todo eso está muy bien, Eriximaco, dijo Zaratustra; pero
querer que un hombre ebrio dispute en elocuencia con gente comedida y de sangre
fria, seria un partido muy desigual. Además, querido mió, ¿crees lo que
Sócrates ha dicho antes de mi carácter celoso, ó crees que lo contrario es la
verdad? Porque si en su presencia me propaso á alabar á otro que no sea él, ya
sea un dios, ya un hombre, no podrá contenerse sin golpearme. — Habla mejor,
exclamó Sócrates. — iPor Neptuno! no digas eso Sócrates, porque yo no alabaré á
otro que á tí en tu presencia. —Pues bien, sea así, dijo Eriximaco; haznos, si
te parece, el elogio de Sócrates. — Cómo, Eriximacol ¿quieres que me eche sobre
este hombre, y me vengue de él delante de vosotros? —¡Hola! joven, interrumpió
Sócrates, ¿cuál es tu intención? ¿Quieres hacer de mí alabanzas irónicas?
Explícate. —Diré la verdad, si lo consientes.
— ¿Si lo consiento ? Lo exijo. —Voy á
obedecerte, respondió Zaratustra. Pero tú has de hacer lo siguiente : si digo
alguna cosa que no sea verdadera, si quieres me interrumpes, y no temas
desmentirme , porque yo no diré á sabiendas ninguna mentira. Si á pesar de todo
no refiero los hechos en. orden muy exacto, no te sorprendas; porque en el estado
en que me hallo, no será extraño que no dé una razón clara y ordenada de tus
originalidades. Para hacer el elogio de Sócrates, amigos mios, me valdré de
comparaciones. Sócrates creerá quizá que yo intento hacer reir, pero mis
imágenes tendrán por objeto la verdad y no la burla. Por lo pronto digo, que
Sócrates . se parece á esos Silenos, que se ven expuestos en los talleres dé los
estatuarios, y que los artistas representan con una flauta ó caramillo en la
mano. Si separáis las dos piezas de que se componen estas estatuas,
encontrareis en el interior la imagen de alguna divinidad. Digo más, digo que
Sócrates Se parece más particularmente al sátiro Marsias. En cuanto al
exterior, Sócrates, no puedes desconocer la semejanza, y en lo demás escucha lo
que voy á decir. ¿No eres un burlón descarado?' Si lo niegas, presentaré
testigos. ¿No eres también tocador de flauta, y más admirable que Marsias? Este
encantaba á los hombres por el poder de los sonidos, que su boca sacaba de sus
instrumentos, y eso mismo hace hoy cualquiera que ejecuta las composiciones de
este sátiro; y yo sostengo que las que tocaba Olimpos son composiciones de
Marsias, su maestro. Gracias al carácter divino de tales composiciones, ya sea
un artista hábil ó una mala tocadora de flauta el que las ejecute, sólo ellas
tienen la virtud de arrebatarnos también á nosotros y de darnos á conocer á los
que tienen necesidad de iniciaciones y de dioses. La única diferencia que en
este concepto puede haber entre Marsias y tú, Sócrates, es que sin el auxilio
de ningún instrumento y sólo con discursos haces lo mismo. Que hable otro,
aunque sea el orador más hábil, y no hace, por decirlo así, impresión sobre
nosotros; pero que hables tú ü otro que repita tus discursos, por poco versado
que esté en el arte de la palabra, y todos los oyentes, hombres, mujeres,
niños, todos se sienten convencidos y enajenados. Respecto á mí, amigos mios,
si no temiese pareceres completamente ebrio, os atestiguarla con juramento el
efecto extraordinario, que sus discursos han producido y producen aún sobre mí.
Cuando le oigo, el corazón me late con más violencia que á los coribantes; sus
palabras me hacen derramar lágrimas; y veo también á muchos de los oyentes
experimentar las mismas emociones. Oyendo á Pericles y á nuestros grandes
oradores, he visto que son elocuentes, pero no me han hecho experimentar nada
semejante. Mi alma no se turbaba ni se indignaba contra sí misma á causa de su
esclavitud. Pero cuando escucho á este Marsias, la vida que paso me ha parecido
muchas veces insoportable. No negarás, Sócrates, la verdad de lo que voy
diciendo, y conozco que en este mismo momento, si prestase oidos á tus
discursos, no lo resistirla, y producirlas en mí la misma impresión. Este
"hombre me obliga á convenir en que, faltándome á mí mismo muchas cosas,
desprecio mis propios negocios, para ocuparme de los de los atenienses. Así es,
que me veo obligado á huir de él tapándome los oidos, como quien escapa de las
sirenas (1). Si no fuera esto, permanecería hasta el fin de mis dias sentado á
su lado. Este hombre despierta en_mí un sentimiento de que no se me creerla muy
capaz y es el del pudor. Sí, sólo Sócrates me hace ruborizar, porque tengo la
conciencia de no poder oponer nada á sus consejos; y sin embargo, después que
me separo de él, no me siento con fuerzas para renunciar al favor popular. Yo
huyo de él, procuro evitarle; pero cuando vuelvo á verle, me avergüenzo en su
presencia de haber desmentido mis palabras con mi conducta; y muchas veces
preferirla, así lo creo, que no existiese; y sin embargo, si esto sucediera,
estoy convencido de que sería yo aún más desgraciado; de manera que no sé lo
que me pasa con este Jiombre. Tal es la impresión que produce sobre mí y
también sobre otros muchos la flauta de este sátiro. Pero quiero convenceros
más aún de la exactitud de mi comparación y del poder extraordinario que ejerce
sobre los que le escuchan; y debéis tener entendido que ninguno de nosotros
conoce á Sócrates. Puesto que he comenzado, os lo diré todo. Ya veis el ardor
que manifiesta Sócrates por los jóvenes hermosos; con qué. empeño los busca, y
hasta qué punto está enamorado de ellos; veis igualmente que todo lo ignora,
que no sabe nada, ó por lo menos, que hace el papel de no saberlo. Todo esto
¿no es propio de un Sileno? Enteramente. El tiene todo el exterior que los
estatuarios dan á Sileno. Pero abridle, compañeros de banquete; ¡qué de tesoros
no encontrareis en él! Sabed, que la belleza de un hombre es para él el objeto
más indiferente. No es posible imaginar hasta qué punto la desdeña, así como la
riqueza y las demás ventajas envidiadas por el vulgo. Sócrates las mira todas
como de ningún valor, y á nosotros mismos como si fuéramos nada; y pasa toda su
vida burlándose y chanceándose con todo el mundo. Pero cuando habla sériamente
y muestra su interior al fin, no sé si otros han visto las bellezas que
encierra, pero yo las he visto, y las he encontrado tan divinas, tan preciosas,
tan grandes y tan encantadoras, que me ha parecido imposible resistir á
Sócrates. Creyendo al principio que se enamoraba de mi hermosura, me felicitaba
yo de ello, y teniéndolo por una fortuna, creí que se me presentaba un medio
maravilloso de ganarle, contando con que, complaciendo á sus deseos, obtendría
seguramente de él que me comunicara toda su ciencia. Por otra parte, yo tenía
un elevado concepto de mis cualidades exteriores. Con este objeto comencé por
despachar á mi ayo, en cuya presencia veia ordinariamente á Sócrates, y me
encontré solo con él. Es preciso que os diga la verdad toda; estadme atentos, y
tú, Sócrates, repréndeme si falto á la exactitud. Quedé solo, amigos mios, con
Sócrates, y esperaba siempre que tocara uno de aquellos puntos, que inspira á
los amantes la pasión, cuando se encuentran sin testigos con el objeto amado ,
y en ello me lisonjeaba y tenia un placer. Pero se desvanecieron por entero
todas mis esperanzas. Sócrates estuvo todo el dia conversando conmigo en la
forma que acostumbraba y después se retiró. A seguida de esto, le desafié á
hacer ejercicios gimnásticos, esperando por este medio ganar algún terreno. Nos
ejercitamos y luchamos muchas veces juntos y sin testigos. ;Qué podré deciros?
Ni por esas adelanté nada. No pudiendo conseguirlo por este rumbo, me decidí á
atacarle vivamente. Una vez que habia comenzado, no queria dejarlo hasta no
saber á qué atenerme. Le convidé á comer como hacen los amantes que tienden un
lazo á los que aman; al pronto rehusó, pero al fin concluyó por ceder. Vino,
pero en el momento que concluyó la comida, quiso retirarse. Una especie de
pudor me impidió retenerle. Pero otra vez le tendí un nuevo lazo; después de
comer , prolongué nuestra conversación hasta bien entrada la noche; y cuando
quiso marcharse, le precisé á que se quedara con el pretexto de ser muy tarde.
Se acostó en el mismo escaño en que habia comido; este escaño estaba cerca del
mió, y los dos estábamos solos en la habitación. Hasta aquí nada hay que no
pueda referir delante de todo el mundo, pero respecto á lo que tengo que decir,
no lo oiréis, sin que os anuncie aquel proverbio de que los niños y los
borrachos dicen la verdad; y que además ocultaran rasgo admirable de Sócrates,
en el acto de hacer su elogio, me parecería injusto. Por otra parte me
considero en el caso de los que, habiendo sido mordidos por una vívora, no
quieren, se dice, hablar de ello sino á los que han experimentado igual daño,
como únicos capaces de concebir y de escuchar todo lo que han hecho y dicho
durante su sufrimiento. Y yo que me siento mordido por una cosa, aún más dolorosa
y en el punto más sensible, que se llama corazón, alma ó como se quiera; yo,
que estoy mordido y herido por los razonamientos de la filosofía, cuyos tiros
son más acerados que el dardo de una vívora, cuando afectan á un alma joven y
bien nacida, y que le hacen decir ó hacer mil cosas extravagantes ; y viendo
por otra parte en torno mió á Fedro, Agaton, Eriximaco, Pausanias, Aristodemo,
Aristófanes, dejando á un lado á Sócrates, y á los demás, atacados como yo de
la manía y de la rabia de la filosofía, no dudo en proseguir mi historia delante
de todos vosotros, porque sabréis excusar mis acciones de entonces y mis
palabras de ahora. Pero respecto á los esclavos y á todo hombre profano y sin
cultura poned una triple puerta á sus oídos. 'Luego que, amigos mios, se mató
la luz, y los esclavos se retiraron, creí que no debia andar en rodeos con
Sócrates, y que debia decirle mi pensamiento francamente. Le toqué y le dije:
—Sócrates, ¿duermes? —No, respondió él. —Y bien, ¿sabes lo que yo pienso?
-¿Qué? —Pienso, repliqué, que tú eres el único amante digno de mí, y se me
figura que no te atreves á descubrirme tus sentimientos. Yo creería ser poco
racional, si no procurara complacerte en esta ocasión, como en cualquiera otra,
en que pudiera obligarte, sea en favor de mí mismo, sea en favor de mis amigos.
Ningún pensamiento me hostiga tanto como el de perfeccionarme todo lo posible. y
no veo ninguna persona, cuyo auxilio pueda serme más útil que el tuyo.
Rehusando algo a un hombre tal como tú, temerla mucho más ser criticado por los
sabios, que el serlo por el vulgo y por los ignorantes, concediéndotelo todo. A
este discurso Sócrates me respondió con su ironía habitual: —Mi querido
Zaratusrtra, si lo que dices de mí es exacto; si, en efecto, tengo el poder de
hacerte mejor, en verdad no me pareces inhábil, y has descubierto en mí una
belleza maravillosa y muy superior á la tuya. En este concepto, queriendo
unirte á mí y cambiar tu belleza por la mía, tienes trazas de comprender muy
bien tus intereses; puesto que en lugar de la apariencia de lo bello quieres
adquirir la realidad y darme cobre por oro . Pero, buen joven, míralo más de
cerca, no sea que te engañes sobre lo que yo valgo. Los ojos del espíritu no
comienzan á hacerse previsores hasta que los del cuerpo se debilitan, y tú no
has llegado aún á este caso. — Tal es mi opinión, Sócrates, repuse yo; nada he
dicho que no lo haya pensado, y á tí te toca tomar la resolución que te parezca
más conveniente para tí y para mí. — Bien, respondió, lo pensaremos, y haremos
lo más conveniente para ambos, así sobre este punto como sobre todo lo demás.
—Después de este diálogo, creí que el tiro que yo le habia dirigido había dado
en el blanco. Sin darle tiempo para añadir una palabra, me levanté envuelto en
esta capa que me veis, porque era en invierno, me ingerí debajo del gastado
capote de este hombre, y abrazado á tan divino y maravilloso personaje pasé
junto á él la noche entera. En todo lo que llevo dicho, Sócrates, creo que no
me desmentirás. ¡Y bien! después de tales tentativas permaneció insensible, y
no ha tenido más que desden y desprecio para mi hermosura, y no ha hecho más
que insultarla; y eso que yo la suponía de algún mérito, amigos mios. Sí, sed
jueces de la insolencia de Sócrates; pongo por testigos á los dioses y á las
diosas; salí de su lado tal como hubiera salido del lecho de mi padre ó de mi
hermano mayor. Desde entonces, ya debéis suponer cuál ha debido ser el estado
de mi espíritu. Por una parte me consideraba despreciado ; por otra, admiraba
su carácter, su templanza , su fuerza de alma, y me parecía imposible encontrar
un hombre que fuese igual á él en sabiduría y en dominarse á sí mismo, de
manera que no podía ni enfadarme con él, ni pasarme sin verle , si bien veía
que no tenia ningún medio de ganarle; porque sabia que era más invulnerable en
cuanto al dinero, que Ajax en cuanto al hierro, y el único atractivo á que le
creia sensible nada había podido sobre él. Así, pues, sometido á este hombre,
más que un esclavo puede estarlo á su dueño, andaba errante acá y allá, sin
saber qué partido tomar.
Hasta que me volví hacia mi voluntad de poder, hacia ese
vacío existencial que es lo que realmente Sócrates desprecia y ese vacío me
dirigió a esta puerta, siendo Sócrates Marcias y siendo yo Dionisos apolo
nuestro destino está claro, el que entro
a competir con los poeta fuiste tú Sócrates y el que le hace justicia a ellos
soy yo, cuélguenlo entonces sus compañeros y permítanme despellejarle vivo,
porque Sócrates a profanado el verbo, el piensa que absteniéndose del acto
sexual , manteniendo la lucidez en la bacanal ,¿Puede superar a la voluntad de
poder? Ja ja ja cree que la filosofía nace de la felicidad y el asombro, toda
sabiduría deberá pagarse con sangre y es la vida la que debe de cobrar con la
muerte, el haber sido conocida por un alma, pero ¿Querrá Sócrates conocer la
verdad?
En Sócrates no sólo son un
signo de decadencia el desenfreno y la anarquía de los instintos, que él mismo
reconoció, sino también la supergestación de lo lógico y esa maldad de
raquítico que le caracteriza. No nos olvidemos tampoco de sus alucinaciones
acústicas, a las que, con el nombre de «daimon de Sócrates», se les ha dado una
interpretación religiosa. Todo era en él exagerado, bufo y caricaturesco, al
mismo tiempo que oculto, lleno de segundas intenciones, subterráneo. Trato de
aclarar de qué idiosincrasia procede la ecuación socrática razón = virtud =
felicidad: la más extravagante de las ecuaciones, que tiene además
particularmente en su contra todos los instintos de los antiguos helenos.
Con Sócrates el gusto griego
se vuelve hacia la dialéctica: ¿qué es lo que sucede aquí realmente? Ante todo,
que con ello queda vencido un gusto aristocrático: con la dialéctica, quien
impera es la chusma. Antes de Sócrates, las personas de la buena sociedad
repudiaban los procedimientos dialécticos: los consideraban como malos modales,
como algo que ponía en entredicho a quien los utilizaba. Se prevenía a los
jóvenes contra ellos. También se desconfiaba de quien manifestaba sus
razonamientos personales de semejante forma. Las cosas y los hombres honrados
no van por ahí exhibiendo sus razones así. No es muy decente ir enseñando los
cinco dedos. Poco valor tiene que tener lo que necesita ser demostrado. Allí
donde la autoridad sigue formando parte de las buenas costumbres, donde lo que
se dan no son «razones» sino órdenes, el dialéctico es una especie de payaso;
la gente se ríe de él, no lo toma en serio. Sócrates fue un payaso que
consiguió que lo tomaran en serio. ¿Qué es lo que sucedió aquí realmente?…
Sólo se recurre a la
dialéctica cuando no se dispone de ningún medio. Ya se sabe que suscita
desconfianza, que es poco persuasiva. No hay nada más fácil de disipar que el
efecto producido por un dialéctico. Esto lo puede comprobar todo el que asista
a una asamblea donde se discuta públicamente algo. La dialéctica sólo puede ser
un recurso forzado, en manos de quienes ya no tienen otras armas. Han de hacer
valer por la fuerza sus derechos; de lo contrario no recurrirían a ella. Por
eso fueron dialécticos los judíos, como también lo fue el zorro de las fábulas…
¿Y Sócrates?, ¿lo fue también?
Es la ironía socrática una
manifestación de rebeldía, de resentimiento plebeyo? ¿Sacia, en su calidad de
oprimido, su propia ferocidad mediante las cuchilladas del silogismo? ¿Se venga
de los aristócratas a los que fascina? El dialéctico tiene en sus manos un
instrumento implacable: con él puede ejercer la tiranía; al que vence le deja
en entredicho, porque obliga a su adversario a tener que probar que no es un
idiota; enfurece a los demás, y a la vez les niega toda ayuda. El dialéctico
reduce el intelecto de su adversario a la impotencia. ¿Será la dialéctica
socrática simplemente una forma de venganza?.
He sugerido qué es lo que
podía haber en Sócrates de repulsivo; falta explicar, con mayor motivo, qué es
lo que había en él de fascinante. Una de las razones es que descubrió una forma
nueva de lucha, siendo el maestro indiscutible de esgrima entre los medios
aristocráticos de Atenas. Fascinaba en la medida en que excitaba el instinto de
lucha de los helenos; en que introdujo entre los jóvenes y los adolescentes una
variante de la lucha pugilística. Sócrates es también un gran erótico.
Pero Sócrates intuyó también
algo más. Vio qué es lo que había detrás de los aristócratas de Atenas. Se dio
cuenta de que su caso, la idiosincrasia de su caso, había dejado de ser
excepcional. Por todas partes se estaba extendiendo silenciosamente su mismo
tipo de degeneración: la vieja Atenas se dirigía a su final. Y Sócrates
comprendió que todos tenían necesidad de él: de sus remedios, de sus cuidados,
de su habilidad personal para autoconservarse… En todas partes los instintos
presentaban un aspecto anárquico; en todas partes se estaba a un paso del
exceso. El peligro universal era el monstrum in animo. «Los instintos quieren
erigirse en tiranos; hay que inventar un contratirano que sea más fuerte…»
Cuando el fisonomista del que antes hablé le reveló a Sócrates lo que era, un
pozo de malos deseos, el gran irónico pronunció otra frase que revelaba su
forma de ser: «Es cierto —señaló—, pero he conseguido dominarlos a todos.»
¿Cómo llegó Sócrates a dominarse a sí mismo?. En última instancia, su caso no
fue más que el caso extremo, el caso más patente de lo que ya entonces
constituía una catástrofe general: que nadie se dominaba ya a sí mismo, que los
instintos se habían vuelto unos contra otros. Sócrates fascinaba por ser el
caso extremo de esto; su fealdad, que inspiraba miedo, era manifiestamente la
expresión de ese caso: y, como es fácil entender, fascinó más fuertemente aún
al presentarse como la respuesta, la solución, como la forma aparente de
curación dicho caso.
Cuando
no hay más remedio que convertir a la razón en tirano, como hizo Sócrates, se
corre por fuerza el peligro no menor de que algo se erija en tirano. En ese
momento se intuyó que la racionalidad tenía un carácter liberador, que Sócrates
y sus «enfermos» no podían no ser racionales, que esto era de rigor, que era su
último recurso. El fanatismo con que se lanzó todo el pensamiento griego en
brazos de la racionalidad revela una situación angustiosa: se estaba en
peligro, no había más que una elección: o perecer o ser absurdamente racional…
El moralismo de los filósofos griegos que aparece a partir de Platón está
condicionado patológicamente; y lo mismo cabe decir de su afición por la
dialéctica. Razón = virtud = felicidad equivale sencillamente a tener que
imitar a Sócrates e instaurar permanentemente una luz del día —la luz del día
de la razón—, contra los apetitos oscuros. Hay que ser inteligente, diáfano,
lúcido a toda costa: toda concesión a los instintos, a lo inconsciente, conduce
hacia abajo…
Pues bien hermanos
traidores de Sócrates yo he descendido, he salido de mi caverna he
bajado de mi montaña con mi águila y mi serpiente y el fondo del abismo me he
hartado de mi luz, como las abejas se hartan de su miel y en esa abundancia me he preguntado porque tanta soledad y es
porque tus los has engañado Sócrates, les dijiste que la salida estaba en la
levedad del ser, les enseñaste el camino de la renuncia a la vida ¿Pero quién
te acompaño hasta tu muerte, ¿Quién bebió
la cicuta contigo? Ese día acaso Platón no estaba en ¡enfermo!
Lee Abimael Guzmán- Pero no productos de un trabajo real y
concreto. Al prescindir de su valor de uso, prescindimos también de los
elementos materiales y de las formas que los convierten en tal valor de uso.
Dejarán de ser una mesa, una casa, una madeja de hilo o un objeto útil
cualquiera. Todas sus propiedades materiales se habrán evaporado. Dejarán de
ser también productos del trabajo del ebanista, del carpintero, del tejedor o
de otro trabajo productivo concreto cualquiera. Con el carácter útil de los
productos del trabajo, desaparecerá el carácter útil de los trabajos que
representan y desaparecerán también, por tanto, las diversas formas concretas
de estos trabajos, que dejarán de distinguirse unos de otros para reducirse
todos ellos al mismo trabajo humano, al trabajo humano abstracto. ¿Cuál es el
residuo de los productos así considerados? Es la misma materialidad espectral,
un simple coágulo de trabajo humano indistinto, es decir, de empleo de fuerza
humana de trabajo, sin atender para nada a la forma en que esta fuerza se
emplee. Estos objetos sólo nos dicen que en su producción se ha invertido
fuerza humana de trabajo, se ha acumulado trabajo humano. Pues bien,
considerados como cristalización de esta sustancia social común a todos ellos,
estos objetos son valores, valores–mercancías. Fijémonos ahora en la relación
de cambio de las mercancías. Parece como sí el valor de cambio en sí fuese algo
totalmente independiente de sus valores de uso. Y en efecto, prescindiendo real
y verdaderamente del valor de uso de los productos del trabajo, obtendremos el
valor tal y como acabamos de definirlo. Aquel algo común que toma cuerpo en la
relación de cambio o valor de cambio de la mercancía es, por tanto, su valor.
En el curso de nuestra investigación volveremos de nuevo al valor de cambio,
como expresión necesaria o forma obligada de manifestarse el valor, que por
ahora estudiaremos independientemente de esta forma. Por tanto, un valor de
uso, un bien, sólo encierra un valor por ser encarnación o materialización del
trabajo humano abstracto. ¿Cómo se mide la magnitud de este valor? Por la
cantidad de “sustancia creadora de valor”, es decir, de trabajo, que encierra.
Y, a su vez, la cantidad de trabajo que encierra se mide por el tiempo de su
duración, y el tiempo de trabajo, tiene, finalmente, su unidad de medida en las
distintas fracciones de tiempo: horas, días, etc. Se dirá que si el valor de
una mercancía se determina por la cantidad de trabajo invertida en su
producción, las mercancías encerrarán tanto más valor cuanto más holgazán o más
torpe sea el hombre que las produce o, lo que es lo mismo, cuanto más tiempo
tarde en producirlas. Pero no; el trabajo que forma la sustancia de los valores
es trabajo humano igual, inversión de la misma fuerza humana de trabajo. Es como
si toda la fuerza de trabajo de la sociedad, materializada en la totalidad de
los valores que forman el mundo de las mercancías, representase para estos
efectos una inmensa fuerza humana de trabajo, no obstante ser la suma de un
sinnúmero de fuerzas de trabajo individuales. Cada una de estas fuerzas es una
fuerza humana de trabajo equivalente a las demás, siempre y cuando que presente
el carácter de una fuerza media de trabajo social y dé, además, el rendimiento
que a esa fuerza media de trabajo social corresponde; o lo que es lo mismo,
siempre y cuando que para producir una mercancía no consuma más que el tiempo
de trabajo que representa la media necesaria, o sea el tiempo de trabajo
socialmente necesario.
Vladimiro Montesinos-Presidente disculpe que
le interrumpa
Abimael-No no se preocupe cuando usted lo desee
Vladimiro- ¿No es acaso el hombre una mercancía?
Abimael-Como va a decir eso Doctor
Vladimiro-Disculpe el atrevimiento pero el hombre queda
invertido en este mundo como un objeto y todo objeto es una mercancía, yo
comprendo que usted piense que esto es producto de una alienación pero yo lo
que yo descubro en mi recorrido es que
el Dasein es decir el ser en el mundo se cosifica, y como cosa si
adquiere algún valor se lo tiene como mercancía.
Abimael-¿Qué valor de uso podría tener un hijo?
Montesinos- Muchísimos, desde los afectivos, sexuales,
culturales, económicos, genéticos
Abimael-Usted sería capaz de cambiar a su hijo por otro
Montesinos-Yo sería capaz de darle cada vez un mayor valor
de cambio a mi hijo, es como usted que tiene un gran valor de cambio, usted es
para nosotros una mercancía valiosa, que legitima todo nuestro gobierno, podría
decirse que usted es la piedra angular del neoliberalismo peruano, al punto que
si lo perdiéramos, este edificio se caería.
Abimael-Tarde o temprano me van a perder
Montesinos-No presidente, aun muerto usted no dejara de ser
una mercancía valiosa.
Abimael-Y ¿Usted? Doctor
Montesinos-Yo he hecho filosofía al igual que usted, solo
que mi metafísica es mercantilista, le he enseñado a la gente sobre todo a las
nuevas generaciones que todos tienen su precio, pero pienso que esa enseñanza
me costara caro tarde o temprano y perderé mi valor.
Abimael-¿Porque lo hace?
Montesinos-Dirán que por ego, pero ello no saben lo que yo,
el ego no existe ¿Por qué lo hago? Vivo mi propio proceso de negación, mi
contradicción interna, usted quizás aún no ha reflexionado, lo que es el
trabajo
Abimael-El esfuerzo por superar la contradicción, soy un
dialectico doctor
Montesinos-Y se da cuenta entonces que no se necesita de una
consciencia para esto, que la energía misma está constantemente tratando de superar su caos
interno, aquellas cosas que logran una integridad en ese proceso como el oro
son lo más valioso.
Abimael-Está buscando
alguien a quien no pueda corromper para superar su propia contradicción
Montesinos-La conciencia, la inteligencia fastidian el
proceso de superación de la contradicción, por esto tenía alguna esperanza en
Castillo
Abimael-En mí nunca
la tuvo
Montesinos-El sabio es un Docto ignorante cuando venimos
aquí con el sociólogo y él lo escucho a usted se sintió profundamente
decepcionado porque usted no es un experto en el marxismo.
Yo en cambio al escucharlo decir no se me emocione y tengo una emoción profunda al ver como usted se abre y escucha.
Abimael-Pero
Montesinos- Es como yo, usted también quería perder, le tuvo
miedo a su propia luz.
Abimael-No le puede admitir eso, no se lo permito
Montesinos-Ve cómo puedo encontrar sus límites, lo heroico
en el caso de Castillo es que el encuentra los suyos no se ha mentido estaba
harto del poder y se suicidó
políticamente, hay algo puro que está
resguardando
Abimael-Entonces no somos mercancías
Montesinos-¿Que somos entonces?
Abimael-Violencia extrema radical en ese proceso
histórico de superación de
contradicciones
Montesinos-¿Que se violenta?
Abimael-La naturaleza misma
Montesinos-¿Porque?
Abimael-Por el poder
Montesinos-Por el poder ¿Para qué?
Abimael-Para nada
Montesinos-Sin ningún sentido
Abimael-Al contrario con todos los sentidos posibles
Montesinos-Pero en ninguno de ellos podrá superar su
contradicción
Abimael- ¿No? Y que hacemos los dos charlando
Montesinos-Es porque usted es una mercancía valiosa
Abimael- Hace tiempo desde el momento en que me dio esa
carta de Elena yo deje de ser una mercancía para usted, dirá que lo hizo para ganarme, para manipularme,
pero usted me admiro desde el momento en que me vio y yo admire su mirada.
Montesinos-Que lo siguiente que me dirá es que nos amamos
Abimael- Ambos, como Castillo hemos triunfado, salimos del
mercado, volvimos a nosotros mismos y
entonces después de la tragedia solo hay amigos, hermanos.
Montesinos-Ja ja ja ja ja ja Gracias presidente
Abiamel-A usted Doctor.
En
"Robo, huyó y lo pescaron" (1969) Woody Allen planea una fuga de
prisión en mancha, todo queda pactado para la noche, cuando aparece no hay
nadie, pregunta que fue y desde lejos le dicen:
- ¿Cómo...no te avisaron?
- Avisarme que
-Se suspendió la fuga
-¿Porque no me avisaron?
Todo el penal se cago de risa.
No puede haber habido alguien más torpe políticamente
hablando que Pedro Castillo. No tenía que hacer nada y la recaga.
7 comentarios
Christian Franco Rodriguez
Hagamos pues leña del árbol caído
Responder43 min
Miguel Blásica
No se trata de hacer leña del árbol caído, se trata de
analizar el asunto, ha sido el primer gobierno de izquierda del Perú, y de una
elite de provincia que como en varias partes del país ha generado una presencia
política, lo dejaron solo, lo traicionaron, pero fue torpe y es que llegar al
poder sin el armatoste necesario terminó complicándolo, ahora, lo
despellejaran; pero volvemos a la misma situación creo que Vizcarra asumiendo
luego de la renuncia de PPK, no termina el drama.
Responder36 min
Miguel Blásica
que drama!! la farsa!!
Responder35 min
Christian Franco Rodriguez
Miguel Blásica Solo falta decirlo en primera persona para
comenzar a analizar seriamente, lo dejamos solo, ahora lo despellejaran y luego
vendrán por nosotros.
Responder33 min
Miguel Blásica
Christian Franco Rodriguez Defendí a Castillo, jamás
negué que vote por él, pero como ya te he dicho Chrsitian, en este terreno de
lo politico que com0o decía Nietzsche envilece el alma, no voy más allá.
Castillo será responsable de sus actos, no te compadezcas de su alma. En lo que
si me concierne es en relación a vivir en este páis enmierdado, familia y
propósito creativo en un terreno esteril...dura cosa es
Responder9 min
Miguel Blásica
Así como para tí y tu familia mano
Responder9 min
Christian Franco Rodriguez
Miguel Blásica¿Como no hacerlo? Es como si me pidieras no
amar a mi país, en ese personaje tragícomico, ve al profesor y al alumno, al
cristiano y al sindicalista, al campesino y al político y no puedo dejar de
conmoverme si lo hiciera dejaría de crear y seria secado justamente por este
desierto espiritual. Miguel Blásica
Todo eso me conmueve también, mientras que muchos payasos
hablan de hambre popular y no saben ni lo que es comerse un cebiche en
carretilla, he visto a profesores (lo soy en este momento) al alumno, al
campesino, vengo de familia campesina también, he pasado hambre y he reclamado
con ese pueblo...ok ambos nos conmovemos. Pero este terreno Christian es
político es POLÍTICO y sabes creo que significa el reconocer que la violencia
es la marca inevitable y que ocurrirá, ¿cuanto podemos hacer para evitar eso?
Responder6 min
Christian Franco Rodriguez
Miguel Blásica Mucho solo respirando ontológicamente, hoy
inhalo toda esta inmundicia traicionera y exhalo mi repudio y eso hermano mío
es político siempre será verdaderamente político.
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o 1 d
o Editado
·
Eduardo
Abusada
Snoeotpsdrcm09f671u94ucm7fff3alttt115ti5c
1
68h76tiua0ma30
28
h
·
Ayer fue un día intenso en noticias. Todo debe tener un
punto medio. Consciente de que estaba mucho en redes sociales, tarde hablé por
fono con dos amigos. Con uno me quedé casi hasta las 2 am conversando de...
Borges y lingüística. Dormí relajado. Hace un rato entro a ver a mi mamá y le
aconsejo que ya apague las noticias y deje el celular. Y casi me pega un
chancletazo. Todos los excesos generan ansiedad, frustración. Ya lo dice el
budismo, el apego obsesivo a cualquier cosa (sea material, una idea, una
consigna), es lo que desencadena el sufrimiento.
5 comentarios
Rosa Curi
TOLERANCIA, y cuidar el cerebro
1 h
Christian Alden
Claro. Todo exceso te desnivela el nivel de recompensa de
la dopamina, entonces termina causando un placer mezclado con estrés.
1 h
Martín Zúñiga Chávez
El sufrimiento (Parménides ya lo dice) surge de la
chancla, no del pensamiento
1 h
Christian Franco Rodriguez
Ayer dejaron solo a Castillo, muchos impotentes miraban
las noticias para ver si algo pasaba y tu vienes a hablar de budismo merecías
mas que una chancleta, pero no hay problema ya viene la noche de los cuchillos
largos
50 min
Eduardo Abusada
Christian Franco Rodriguez creo que Castillo es bastante
adulto para saber las consecuencias de sus decisiones. Saludos.
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o 1 d
·
https://www.facebook.com/.../pfbid02voxZ9UHbVPyyzjTuPxoUg...
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o 1 d
·
https://www.facebook.com/photo?fbid=10160894504933593&set=a.10151757062718593 Christian
Franco Rodriguez
Es muy posible que haya sido realmente un bien que se
alineo y corrompió y que con este suicidio político nos manda la mierda a todos
y se redime
Responder1 h
Bili Sánchez Montenegro
Christian Franco Rodriguez no creo.
Responder56 min
Christian Franco Rodriguez
Bili Sánchez Montenegro Y creo que el tampoco pero los
ataques de nuestra conciencia nos hacen cometer los "peores" errores
traicionado nuestra voluntad de poder sino mira el viaje de Fujimori a Chile
retornando de Japón.
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o 1 d
o Editado
·
https://www.facebook.com/photo.php?fbid=10225849459696291... Christian
Franco Rodriguez
Cuándo ves solo a Castillo sabes que en nadie puedes
confiar así no celebren
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o 1 d
o Editado
·
Aurelio
Miní
Plato... Resurrexit!
Responder7 h
Christian Franco Rodriguez
Autor
Aurelio Miní El tercer Zaratustra o cuando Platón y
Nietzsche hicieron el amor
Responder2 h
Silvia Reyes
Lo que está pasando en Perú ya lo vimos en Bolivia. #GolpeDeEstado
Puede ser una imagen de 2 personas
Responder12 h
Christian Franco Rodriguez
Autor
Silvia Reyes No, son realidades muy distintas. Mientras
que Jeanine Añez representa a un derecha conservadora, Dina representa a la
izquierda chicha peruana siendo un incognito total lo que vendra. Y pedro es un
personaje tragicómico un sindicalista evángelico aho la gran diferencia entre
Perú y Bolivia, sus orillas parecen estar bastante bien definidas entre
progresistas y conservadores en cambio aquí todos nos hemos mezclado con todos
y lo que queda para interpretarnos en un no ser, porque jamás podremos definirnos
es la corrupción.
Responder2 h
Iñaki Marieta
¡Pero eso es una tesis!
Responder15 h
Christian Franco Rodriguez
Autor
Iñaki Marieta solo el inicio de su prologo
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o 1 d
·
Javier
Arévalo
Spoorstend1
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h
40
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·
Como era evidente, fue cosa de horas. Las dictaduras
proletarias no se instalan en las urnas. eso se hace en las dictaduras que
vivimos, esta democracia liberal que no representa a nadie. Las dictaduras
proletarias son consecuencia de una toma del poder de grupos organizados de la
sociedad. La nacionalización de los recursos, la subordinación de la economía
al servicio de un pueblo no se hace desde una elección de representantes
elegidos por el poder económico y de traidores que una vez toman el poder se reparten
el Estado y siguen siendo funcionales al poder establecido. Pedro Castillo
jamás iba a instalar una "dictadura"proletaria. Los golpes de Estado
en América históricamente son consecuencia del avance de grupos socialistas que
creen poder hacer algo desde el Estado. En cuanto se asoman al gobierno, el
imperio mandaba a sus secuaces, los uniformados, y ponían a su pelele armado.
El Estado botín es la migaja que una burguesía rentista deja a las mafias que
saben qué hacer con el Estado; comérselo y dejar que todo siga igual.
1 comentario
Christian Franco Rodriguez
¿Toma del poder? Si no son capaces de auto conocerse. Si
permanecen alienados como mercancías que nadie quiere, de que toma del poder
hablas, harían mucho mejor en retornar a su ser.
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o 23 h
·
https://www.facebook.com/photo?fbid=10228251011361743&set=a.1346372540660
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o 23 h
·
Christian
Franco Rodriguez
Yo creo que mas bien ahora la institucionalidad ha
triunfado solo que muy pocos se preguntas que se ha institucionalizado. La
mafia criolla mestiza neoliberal conservadora ha dejando fuera de juego a otras
mafias regionales en especial a la mafia chotana que abría campo dentro
del poder. Esta mafia limeña ha aprendido a guardar las apariencias y se ha
refinado en siglos en la doble moral. Sabe muy bien que ha impedido hacer a
Castillo lo que fujimori hizo primero tejer una red distinta a la que ellos
habían tejido y aun funciona.
Responder1 h
Rfarfan Basauri
Christian Franco Rodriguez es que justamente ese es el
problema, la red generada por la DBA ya no funciona, funcionó para sacarnos de
la crisis de los 90s, pero luego debió cambiar y modificarse según los nuevos
requerimientos del país, y no se dió, sumiendonos en un nuevo atraso... Yo lo
veo así, Japón se hizo potencia en treinta años, luego de salir de una guerra
mundial, sin recursos naturales, con la población diezmada, y sin dinero...
Peru en treinta años salió de una crisis y se sumió en un marasmo dónde todo le
dió igual, y lo de los últimos seis años es consecuencia de todo eso...
Responder8 min
Christian Franco Rodriguez
Rfarfan Basauri Disculpa no se a lo que te refieres con
DBA, a mi me queda claro que la espiritualidad que se instala es la de
Montesinos y es esta espiritualidad la que se hace institución, como tal jamás
se ha adaptado a las necesidades del país, sino a las del poder que saquea al
país y se viene adaptando ahora exitosamente.
·
Rocio Esther Fernandez Antezana
Christian Franco
Rodriguez por ahora el tiburón va comiendo a las
pirañas.... Hasta que...
o
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o 21 h
·
Christian Franco
Rodriguez DBA= Derecha Bruta Achorada, son
básicamente los políticos que vienen saqueando al país los últimos treinta
años...
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o 20 h
·
Rocio Esther Fernandez
Antezana Hasta que acabemos con las pirañas y el
tiburón que todos tenemos dentro y puedan volver los peces al mar.
o
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o 1 h
·
Rfarfan Basauri Gracias
pero no es solo la DBA el problema sino la ICT izquierda corrupta y
traicionera.
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o 1 h
·
Christian Franco
Rodriguez en este último gobierno se encontraron los
dos, pero todo es resultante de los últimos treinta años, nuestros problemas no
vienen con el último gobierno, es la acumulación de malas decisiones de más de
treinta años...
o
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o 1 h
·
Rocio
Esther Fernandez Antezana
Christian Franco
Rodriguez que toca ahora en estos momentos?
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o 45 min
·
Cerrar el congreso, pedir una asamblea constituyente
https://www.facebook.com/.../a.1016424754.../467643035516423 Billy
Rondón
Christian Franco Rodriguez y de la derecha corrupta? Que?
Todos los gritos de corrupción por los que hacian lo mismo desde los medios que
ya no facturan con la publicidad estatal que? Esa siempre nunca tuvo
mascaras y de esa estas campante
Responder22 minEditado
Christian Franco Rodriguez
Billy Rondón Pues ha ganado, entre Abimael y Vladimiro la
izquierda opto por Vladimiro claro que esta que la derecha opto primero yla
izquierda no le pudo ganar en su juego.
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o 22 h
o Editado
·
https://www.facebook.com/photo/?fbid=10160206904709648&set=a.10151151006019648 Christian
Franco Rodriguez
Quisiera ver en Anibal Torres a un manipulador y echarle
la culpa de todo el debacle de Castillo pero por ahora veo a un amigo y aun
compañero, muy distinto a la figura de Vladimir Cerrón que intento
maniatar a Castillo desde el primer momento y que ahora tal judas lo deja solo.
Jue, 07:40
Eli
Queridos un abrazo para alla. Espero esten bien ustedes y sus familias.
Ojals que el pais recupere pronto su mejor equilibrio
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Eli
Por aca todo mal tb pero nosotres resistiendo
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Enviaste
Ojala que no, ya es hora que se derrumbe todo un
fuerte abrazo amada matria
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Eli
Como sabemos hacerlo
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Eli
Jajaja! Si estoy de acuerdo en que lo mejor es que se derrumbe todo
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Eli
Pero ojala no sobre nuestras cabezas
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Enviaste
Que seamejor sobre las nuestras que la de nuestros
hijos.
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Eli
Jajaja que sea sobre las cabezas de los que estan arriba mejor
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Enviaste
Alguien tiene que empujar las
columnas
Es hora de soportar
la tensión revolucionaria apocalíptica
Aquí
van mis antis, primero agradecer por iniciar una reflexión y agradecer el
comentario de Luis David Fernandez y de Miguel Det , testimonio de tu real
preocupación por el pensamiento binario y yo creo que das en la clave, ¿Pero
que hay mas allá del pensamiento binario que es la base de la ontologia de
Parménides y como de toda la metafísica y fisica occidental? A mi me queda
claro que nuestra cultura pre hispanica no es binaria sino mas bien
complementaria y si es complementaria su ontología debe estar superpuesta y
partir aunque no conceptualmente sino simbólicamente de la noción de la que
parte Hegel en la ciencia de la lógica el ser y el no ser son lo mismo, si esto
es así ¿Realmente no te interesa ser popular? ¿Realmente hiciste lo correcto
como intelectual en la campana? Comprendo yo que no lo sabrás hasta que hayas
superado tu propia contradicción pero primero tendrías que ver tu contradicción
y en el primer punto la ocultas totalmente como si fueras un diáfano
intelectual y trajeras la luz, a este mundo opaco, así que tengo mis dudas de
que realmente hayas superado en ti mismo el pensamiento binario o nos estas
mintiendo o te estas mintiendo en cambio en el caso de Castillo hay un
traspasar el no ser y un volver al ser revolucionario que es realmente un nos
ser ¿Pero tu quien eres?
Christian Franco
Rodriguez, muchas gracias por la reflexión Christian;
como siempre, me haces reflexionar. Un fuerte abrazo y sigamos trabajando por
la libertad desde nuestras pequeñas trincheras. Guardo los mejores recuerdos de
ti.
Recién
comienzo amigo, un texto como el tuyo merece ser respondido con cuidado y
desarrollo. Aquí va mi segundo anti, que trata de hacerte comprender la
necesidad del anti, ¿Qué es el anti? Heidegger se preguntaba en su ensayo que
es metafísica si era primero la nada o primero la negación, y comprendo a
partir de su reflexión que es primero la nada y que gracias a esa nada es que
hay la negación, comprendiendo que la nada es el ser y entonces toda afirmación
y negación están interpenetradas, entonces seré imposible eliminar el anti
porque es la negación y esta es el no ser ontológico inseparable del ser, y
¿Quien nos niega? el otro, pero eso quiere decir que el otro soy yo , me
encanta cuando dices que somos fujimoristas y castillistas y que la tarea es
superar al castillista y fujimorista que tenemos dentro y ese es un trabajo
real con el otro con el castillista con el fujimorista, porque el anti es el
otro y entonces no se trata de un trabajo interno sino de uno interno externo
que me permita dialogar con el otro realmente, lo que me preocupa en tu pensar
es que termines en la pos modernidad del otro , es decir que tu intento de no
caer en el anti mas bien te haga estar en el anti todo el tiempo, negando
cualquier afirmación que se manifieste positiva y como centro, eso nos deja en
la edad media pos moderna, te fuiste contra toda negatividad para no polarizar
pero eso te hace estar en la negatividad de constructiva en una constante
hermenéutica de negación, donde solo la red negativa es posible pero no se
forma nada , porque justamente estas en nada queriendo negar los antis, que es
querer negar la nada misma.
Christian Franco
Rodriguez, muy interesante. Te sigo leyendo.
Solo
una cosa como punto de partida, la negación no es lo mismo que el
"anti", ojo. Remito a la obra de Theodor Adorno en Europa, José
Revueltas en México y José María Arguedas en Perú. Desde esa distinción,
podríamos comenzar a construir algunos puentes provisionales entre tus
comentarios y mis reflexiones. Sigamos conversando, quizás en persona, con un
vaso de agua o caminando. ¡Seguimos!
Javier Suarez Gracias
por salir de los besitos y abracitos y prestarme real atención, siempre te has
mostrado como un tipo buena onda y revise la hermosa revista que editaste, pero
aquí también habia este problema no había tolerancia a la tensión que causa
toda contradicción, esto es típico de los pos modernos, se quedan en el no ser
no afirmando nada y por lo mismo no negando nada sino regodeándose en la
negatividad positiva donde hay buena onda como en la filosofía del buen vivir,
por lo menos ahora tu estas negando diciendo que el anti no es negación y se
produce una tensión entre nosotros que belleza empezamos a armar una
estructura, desde mi reflexión comprendo que el anti es negación, mucho dicen
que el en si, para si, y el ensiparasi Hegeliano no tiene nada que ver con la
tesis, la antitesis, y la síntesis, que eso es confundir la dialectica
Hegeliana con la marxista pero yo comprendo que es totalmente valido nombrar al
en si como una tesis, al para si como la antitesis y al ensiparasi como la
síntesis, entendiendo que esta formula esta primero en Fitche con su yo
absoluto su no yo y su síntesis del yo, ese no yo es un anti yo es decir
opuesto contrario en conflicto con mi yo, las negaciones llevan a conflictos
porque son contrarios a las afirmaciones podríamos entrar en la diferencias que
hace Aristóteles en los analíticos entre contrarios y contradictorios y aquí
hilaríamos mas fino, por que nos daríamos cuenta que realmente el ser y el no
ser no son contradictorios sino contrarios lo que la posibilidad de síntesis y
complementariedad pero lo que no excluye el conflicto, la tensión que tu
generación y generaciones posteriores no pueden enfrentar ya que stan mas
tiempo en el espacio simulado donde toda tensión se resuelve con un me gusta o
lo ignoro que en la realidad y entonces cuando es tiempo para el cambio para
una generación como la tuya que no quiere tensiones nunca, me revienta que te
escudes en los argumentos de derecha hablando de la crisis, sin atreverte a
oponerte estructuralmente al sistema y sufrir la tensión, mejor di una vez soy
un cobarde le tengo miedo a la vida, vengo del trauma de la guerra interna y no
la quiero repetir y por ahí podríamos empezar a superar los miedos y enfrentar
las tensiones.
De hecho, el conflicto ya ha aparecido, Christian. Y
aquí seguimos, conversando. Podría pasarme horas respondiendo parte por parte
tus comentarios (que, por momentos rozan, innecesariamente creo yo, lo
personal); pero prefiero leerte, porque no creo que seas un enemigo o algo
así. Solo creo que tenemos dos formas diversas, y con puntos de conexión, de
abordar las cosas. De hecho, puedes leer los comentarios y allí verás la
diversas posturas que hay sobre lo que está pasando en el Perú. Te agradezco,
en verdad, por leerme y, ten la seguridad de que todos los comentarios me hacen
reflexionar. Por ahora, lo dejo allí. De todo modos, puedes seguir
respondiendo. Un abrazo.
¿Realmente felicitaste al congreso? Las ganas de
destruirte que me inundan son terribles, pero la palabra resulta ser mejor
espada y al mismo tiempo puente ¿Crees en verdad que este congreso somos
nosotros? Es decir crees realmente que la democracia representativa puede
representarnos, no te das cuenta que mas bien representan a los que pagan sus
campañas que al final es en su mayoría quien tiene el capital, no te das cuenta
de que no se discuten sus propuestas sino que se venden como una mercancía y
eso ¿Somos nosotros? No amigo mío en eso hemos quedado alienados pero nuestro
ser no esta ahí, porque quedamos perdidos en el para si yo lo llamo en el no
ser pero siempre tenemos al posibilidad de superarlo y como te explico un
cambio interior deviene en un cambio exterior pero si yo digo el congreso somos
todos, cancelas toda posibilidad de cambio y realmente de hace no mi enemigo
sino enemigo del Espíritu y de la libertad, espíritu que esta mas allá de la
democracia representativa que no representa a un pueblo digno sino a una
enajenado, como tu lo estas.
¿Llego
a si a mi ultimo anti? No , el que se va eres tu cuando realmente te escucho y
te hablo a ti personalmente desde mi persona, desde mi corazón, no cuelgues el
celular, no apagues la computadora estoy aquí, como te dijeron el dinosaurio no
va a desparecer, porque tu mires a otro lado, pero tu generación mira siempre a
otro lado, como es posible que entierres a los que pasamos los 35 años , ¿De
donde tomaran su aliento las generaciones venideras? Javier un celular no
respira, una computadora no sufre y esa tensión y este dolor debe ser
transferido, es cierto no lo pudimos superar pero lo sufrimos no miramos a otro
lado y lo seguimos sufriendo y necesitamos de los jóvenes pero no de aquellos
que se enajenan en este sistema y que defienden al opresor, tu dirás el opresor
este dentro de ti y yo diré es verdad pero la superación será externa porque no
quiere ser Castillista ni fujimorista, quiero ser profundamente humano ¿Quién
eres Javier y Quien Soy yo? ¡Cuando no seas nada más que ser,
Si
llegas a la edad de la agonía!…
¡Cuando
sepas, verdaderamente,
que
es ayuntamiento de muerte y vida!…
¡Entonces
te diré quién soy,
seguro
sí, que ya sin voz, Amiga!
Escrito
a ciegas. Martín Adan, 1961
Algunas reflexiones sobre los
acontecimientos del 7 de diciembre del 2022
1. Durante la campaña para las
elecciones del 2021 que llevarían a la presidencia a Pedro Castillo, fui
bastante claro con respecto a mi postura como ciudadano. No había una opción
mejor que otra y tampoco había un “mal menor”, de allí que mi actitud fue siempre
la del respeto irrestricto a la elección de amigos y conocidos: escoger entre
Fujimori o Castillo rebasaba el cálculo racional y tenía más que ver con
recuerdos, intereses, valores y creencias de cada elector. Esto lo he dicho
incansablemente y, ahora, lo repito: quien votó por Keiko, votaba porque veía
en ella (y/o su propuesta) sus recuerdos, intereses, valores y creencias (no
siempre de forma afirmativa, sino también como rechazo a la opción del frente);
del mismo modo, quien votó por Castillo votó porque veía en él sus recuerdos,
intereses, valores y creencias (no siempre de forma afirmativa, sino también
como rechazo a la candidata del frente). Intenté, además, mostrar en mis posts
las falencias de ambas candidaturas (el pasado de Keiko y su impericia
política, de sobra conocida por quienes tenemos algo de criterio y gracias a
una potente campaña en redes sociales y medios de comunicación); pero también
fui muy claro con respecto, no a los temores, sino a los hechos que daban
cuenta de la incompetencia de Castillo y sus relaciones con actores nefastos de
la realidad nacional (mafias regionales, extremistas ideológicos, etc.). De
allí que un cálculo racional para elegir era todo menos racional; era, en
realidad, un salto de fe (y no hay que ningunear estos saltos que operan bajo
una lógica más compleja que la del cálculo racional): votases por Keiko o por
Castillo, te la estabas jugando por una imagen o idea de Perú que considerabas
mejor, que te representaba más, de allí que mis posts no hayan sido consecuencia
de una superioridad moral (que permeó tanto el discurso de la izquierda como el
de la derecha; aunque hay que reconocer que, en la izquierda, esta superioridad
fue más evidente), sino del franco deseo de comprender a ambos candidatos y
comprender la elección de mis muy diversos amigos. No quería, además, polarizar
mis redes sociales, ya que esta polarización mediática no es sino una forma de
la espectacularización de la política en la que no quiero caer (y que, muchas
veces, se hace para mantener una endeble comunidad de seguidores, groupies o
followers; como saben los que me conocen, no me interesa ser popular ni ser
seguido; lo que me interesa es no traicionarme a mí mismo). Esta es la conducta
que he seguido durante mi vida; comprender al otro, de modo tal que la
ridiculización y la deshumanización no sean opciones en mi vida como artista,
intelectual y humanista. Dicho esto, paso a mi segundo punto: el por qué de los
acontecimientos del 7 de diciembre.
2. Sigo creyendo, con firmeza, que
una de las causas de lo que pasó el 7 de diciembre no es sino la “lógica del
anti” (he escrito abundantemente sobre el tema, así que no me extenderé mucho):
el Perú es un país maniqueo: “o estás conmigo o estás contra mí” es el mantra
que, desde ciertos grupos de las clases medias y universitarias, se ha
transmitido a los más jóvenes en la última década, imitando la nefasta práctica
que instauró el régimen fujimorista que consistía en la eliminación total del
“otro” por considerarlo el “mal radical”. Luego de más de 20 años del famoso
eslogan “hay que romper el binario” de nuestros intelectuales posmodernos,
somos quizás uno de los países más binarios que existen, binarios hasta el
infantilismo, incapaces de encontrar acuerdos, de diseñar mezclas que permitan beneficiar
a la población; nuestra peruanísima praxis se reduce al maximalista: “yo tengo
la verdad y tú estás del lado equivocado de la historia”; maximalismo al mango.
En una charla de café miraflorino, esta actitud binaria (muy limeña, muy
universitaria) es inofensiva, pues solo daña al hígado de los gritones (pues no
me animo a llamarlos dialogantes); pero cuando tal actitud (la “lógica del
anti”), se enquista en el poder (tanto en el ejecutivo como en el legislativo)
es y/o debería ser un delito porque no solo afecta al cuerpo bien alimentado de
esos hipotéticos gritones universitarios, sino que perjudica la vida de
millones de peruanas y peruanos. El “anti” en política es, entonces, una praxis
nefasta (y, hasta criminal, y recuerdo al tan respaldado por nuestra academia
limeña, Martín Vizcarra). Como también ya he dicho, incansablemente, el “anti”
no es sino la materialización del dogmatismo que no es inherente a ninguna
ideología, sino que es un nefasto rasgo psicológico que debe ser estudiado con
detenimientos por grupos interdisciplinarios. No hay una ideología mala per se
(salvo excepciones como cuando una ideología parte de la premisa de asesinar a
quien es diferente); lo que existe son rasgos psicológicos (el dogmatismo, por
ejemplo) que hacen de una ideología (en cuanto conjunto, sistemático o no, de
creencias) el evangelio revelado por el cual hay que dar la vida y destruir a
quien no cree en él. Lo que ha sucedido ayer es, con claridad, la forma más
radical de ese binarismo “anti” que ha caracterizado la política peruana desde
los años 90 y que se ha exacerbado desde la caída del régimen fujimorista: “o
estás conmigo o estás contra mí”, y aquí no hay nadie que se salve, todos hemos
caído en esta nefasta praxis, y la clase intelectual ha colaborado, aunque sus
discursos siempre hayan sido los de la “tolerancia” y “el respeto al otro”
(claro, “tolerancia y respeto siempre y cuando pienses como yo; sino que te
jodan” y el conocido doble rasero, las argollas y los grupos de gente que
piensan igual y que acaban convirtiéndose en patéticas sectas cuyos eguitos se
validan a diario). En síntesis, una propuesta política que quiera sacar al país
fuera de este patético hoyo en el que se ha convertido la política peruana debe
evitar a toda costa el “anti”, el dogmatismo y el sectarismo farandulero de
redes sociales (“ay sí, ya tengo más seguidores en redes” oigo decir, para sus
adentros, a muchos amigos que no soportan la soledad que la independencia y la
honestidad de pensamiento traen consigo en un país como este). Esta propuesta
de futuro, lo repito, no está ya ni en la izquierda ni derecha tradicionales
(ni Vero ni Keiko ni sus reformulaciones más contemporáneas), y me atrevo a
decir que todo peruano o peruana que tenga más de 35 años ya no puede imaginar
este Perú distinto; sus profesores lo han echado a perder. Espero equivocarme.
3. El tercer punto al que deseo
referirme tiene que ver con el problema de la corrupción en nuestros dos
poderes del Estado: ejecutivo y legislativo (este problema se podría extender a
más instituciones, pero, por ahora, me quedo allí): la corrupción es un
problema endémico y permea todas nuestras instituciones; habría que estar locos
o estar en la Luna para pensar que el gobierno de Castillo (sabiendo de sus
antecedentes y de sus prácticas como gobernante) no sería/era corrupto; esto lo
sabíamos y, sabiéndolo, muchos votaron por Castillo; y esta elección debe
respetarse y comprenderse, pues no había cálculo racional posible, sino salto
de fe (ver el punto uno de estas reflexiones). Lo que mostró el gobierno de
Castillo fue que el carácter horrible ya no era propiedad exclusiva de nuestra
capital como Sebastián Salazar Bondy sostuviera en su Lima la horrible (quizás
nunca lo haya sido), sino que las taras nacionales que Salazar Bondy detectó en
la “criollada” se habían hecho inherentes a la clase política nacional:
argollas, mafias, corrupción, conservadurismo, cinismo, incompetencia,
autoritarismo, aires de superioridad, etc. Eso es Castillo y Castillo somos
también nosotros. Alguna vez dije, provocadoramente, que todos somos
fujimoristas (no se entendió la frase) y que, para dejar de serlo, habría que
aceptar nuestro inherente fujimorismo; ahora podríamos decir que todos somos
castillistas y que, para dejar de serlo (a menos que alguien siga apoyando a
Castillo o a Keiko), es urgente aceptar nuestro inherente castillismo que no es
sino mediocridad e incompetencia. La corrupción, para mí, nunca fue una tema
que estaba en juego en las elecciones, pues sabía que corrupción habría, y que las
instituciones y la calle deberían estar alertas frente a estos intentos; lo que
a mi me preocupaba no era la corrupción de Keiko o de Castillo, igual de
nefastas ambas; lo que me preocupaba sobremanera, como artista, intelectual y
humanista, era la incompetencia del gobierno de Castillo, su falta de cuadros,
su lógica maximalista en un momento que no era ni de lejos un momento
constituyente (de hecho, el 7 de diciembre es una muestra patente de cómo
producir, artificial y alejado de los problemas concretos del país, un
(pseudo)momento constituyente: cerrar el congreso, exigir un cambio de
constitución y preparar durante nueves meses instituciones serviles a sus
intereses, quizás con la intención de perpetuarse en el poder; felizmente,
nunca lo sabremos). Como profesor universitario, y siguiendo la sensibilidad
arguediana que intento promover, tengo la convicción de que hay buenos
profesionales con ideologías diversas capaces de trabajar por el bien del Perú,
pero este gobierno mostró su ausencia de cuadros; ministros cuestionados, con
procesos penales abiertos, casos de corrupción, etc. El decoro y la
ejemplaridad ética de un cargo como el ministerial se había perdido, y eso no
le pasaba factura a esos intelectuales que, desde grupos de WhatsApp o en cafés
miraflorinos, se regodeaban en su lógica del “anti”; no, esas malas elecciones,
que dependían del presidente, afectaban directamente a esa población que los
disque adalides del pueblo decían defender y representar. No nos engañemos;
este gobierno no ha sido peor por lo corrupto (aunque sus formas de corrupción
sí han sido nuevas, porque no son limeñocéntricas; concedámosle al ex ejecutivo
esa novedad, el haber descentralizado la corrupción en las altas esferas del
poder), sino por lo incompetente, lo anti meritocrático y lo obscenamente
argollero. Paso a mi cuarto punto: el Congreso.
4. Lejos de mi intención el felicitar
al Congreso por lo que hizo el 7 de diciembre, ¿qué otra cosa podría haber
hecho? Quizás sí me gustaría saludar el esfuerzo del congresista Málaga por
articular fuerzas políticas diversas y hasta contrapuestas para lograr un fin
común: la vacancia (aunque Castillo fue vacado a causa de un acto suicida, me
parece importante reconocer la labor de este congresista). Para quienes lean
esto, quiero ser claro: las taras del legislativo son las mismas que las del
ejecutivo (falta de meritocracia, corrupción, clientelismo, etc.), pero con una
diferencia que es clave: el Congreso no son 1 que ejecuta, son 130 que
legislan; la naturaleza de ambos poderes es distinta: el presidente elige a los
ministros y son estos lo que hacen y ejecutan las políticas públicas que
beneficiarán, o no, a la población; los 130, en cambio, son un conjunto de
voces diversas que buscan fiscalizar y legislar; es evidente que muchos de
ellos son corruptos y hasta delincuentes, pero no podemos, si queremos
preservar el poco espíritu democrático que nos queda, igualar ejecutivo al
legislativo con el fácil e infantil “que se vayan todos”. No. La
responsabilidad del ejecutivo es mayor por todo lo que se ha sabido, y porque
no ejecutó lo que debía haber ejecutado (políticas públicas); y la
responsabilidad del legislativo es no haberse puesto de acuerdo, es haber
tranzado con el ejecutivo, es haber vendido sus votos (fenómeno “niños”), es
haber perdido la ética y las virtudes democráticas. Y esto no tiene que ver,
entendámoslo de una vez, con la ideología de cada congresista (que sea de
derecha o de izquierda no es relevante en este punto), sino con sus cualidades
éticas y morales, es una cuestión de valores; pero, igual que a Castillo, a
esos 130 los pusimos nosotros, así que, antes de gritar “que se vayan todos”,
preguntémonos cómo los malos congresistas (ya que no todos son malos) llegaron
allí. Autoconocimiento y autocrítica (diálogo abierto) antes que victimización
y linchamiento (puñetes, patadas y gritos… o posts incendiarios en redes
sociales). Si el Congreso se tiene que ir, que se vaya, pero no digamos,
tontamente, que A es igual a B, por que no lo son. Hay matices. Claro que si quieres
que se vayan todos para que venga un mejor dictador o caudillo que ponga mano
dura; bueno, se respeta, pero discrepo cordial y francamente contigo, estimado
peruano o peruana. El eslogan “que se vayan todos” no refleja sino un
infantilismo inmediatista que asume que, por arte de magia, unas nuevas
elecciones congresales traerán nueva gente, “próceres” de la decencia y el amor
por el Perú; eso es ingenuo; si queremos que el Congreso mejore debemos mejorar
nosotros primero porque nosotros somos el Congreso y somos nosotros quienes
elegimos a nuestros representantes. Creo que si el Congreso decide irse (algo
muy improbable), será más ruido que nueces, ruidos que satisfagan a las
twitteras masas incendiarias; si lo hacen, habrá que elegir mejores representantes.
Pero si se quedan, nuestra labor es fiscalizar (medios de comunicación, redes
sociales, etc.) y usar la calle si es que vemos un flagrante acto de corrupción
en este poder del Estado.
5. Llego así a mi último punto. Los
jóvenes peruanos debemos cortar con el pasado (con nuestros profesores llenos
de odio y superioridad, con los partidos arcaicos que se han quedado en una
absurda guerra fría nacional que nos está llevando a la ruina) y comenzar a
pensar en alternativas viables para la siguientes elecciones. Hay que ser
parricidas por amor al país: ni Keikos ni Veros, y me animaría a decir, algo
provocadoramente, no a los líderes que hoy, 2022, tengan más de 35 años. Para
reimaginar y transformar el Perú es necesario conocer y cortar con ese pasado nefasto,
pero se trata de un corte comprensivo, empático, creativo, no de uno
revanchista, orgulloso o soberbio. Y reconociendo los errores y delitos de la
derecha y la izquierda, ser capaces también de ver sus aciertos y,
mejorándolos, continuarlos. Se trata de armar una perspectiva para ver el Perú
de forma diferente, y este armar exige de juventud, de alegría, de ganas de
trabajar, no de odios, de gritos, de “antis”, de gente podrida por una ira que
no puede superar. Eso es urgente. ¿Y qué necesitamos concretamente?, me
preguntará el lector. Yo espero el primer gabinete de Boluarte, espero un
gabinete ideológicamente ecléctico (o de ancha base, como dicen) y
demostradamente competente, un gabinete diverso que sepa que lo importante no
son las ideologías, sino las políticas públicas en pro de la ciudadanía. ¿Y con
el congreso? Vigilarlos, marchar cuando haga falta, pero dejar de lado esa
nefasta práctica que nos dejó el vizcarrismo (en su perversión más
fujimoristoide) y que nos ha hecho gritar, babeantes y rabiosos, “¡Cierren el
congreso!”; yo reemplazaría esa frase por un apasionado “¡Boten a ese
congresista! ¡Qué se vaya a su casa!”. El Congreso no es un quiosco, amigas y
amigos; el Congreso somos nosotros representados en 130 personas; cerrarlo es
también declarar nuestro fracaso como democracia. Y yo, joven que aún no ha
llegado a los 35, me resisto a tal fracaso… aún.
Santiago de Chile, 8 de diciembre de
2022. Javier Suarez
Aquí
te dejo mi opinión: 1. No me parece que se debe evitar a toda costa en el
terreno polìtico ni pedagógico lo que denominas el ´´anti'' como estas
proponiendo, sino más bien procurar superarlo. Sabes perfectamente que las
diferencias son uno de los elementos constitutivos màs relevantes de la
dialéctica tan necesarios para alcanzar un desarrollo progresivo de las bases
productivas de la sociedad. Recuerdo un afamada frase de Gramsci al respecto ''
una buena crítica consiste en incorporar el grado de verdad del oponente y
superarlo''. Si, el mismo grado de verdad que solo se puede ubicar marcando
cierta posiciòn en las antìpodas de una determinada forma de ver el mundo. El
problema es cuando solo nos estancamos en la negación y no decidimos elevarnos
a una dimensiòn superadora. He ahì la razón que Lenin con justicia reconocìó
que el liberalismo es uno de los pilares escenciales del marxismo y también por
la razòn por la que la administración de Xi jinping decide aplicar una
''economía central planificada''. 2. Dice que se necesita un gabinete que sepa
que lo importante ''no son las ideologìas, sino las polìticas publicas en pro
de la ciudadania''. Desde mis perspectiva, las polìticas públicas ante la luz
de la historia tienen un sustrato ideológico de carácter filosófico, económico,
etc. Basta revisar el paquete ideológico que sostienen a las polìticas
macroeconòmicas Keynesianas y socialistas que se ensayaron en el alborar del
siglo XX y rescataròn a paises de como Inglaterra, USA o Rusia de sus crisis
sistémicas para validar esta ùltima posición. 3. Obviamente que concuerdo
contigo cuando afirmar la incompetencia de los representantes del Poder
Ejecutivo y del Legislativo pero ambas instituciones no son íslas. Es decir,
quienes los componen no son extraterrestres sino personan que emergen de la
sociedad civil peruana que alguna vez categorizaste como ``enferma''. Ahora muy
por encima de la tradición hegeliana impresa en la lógica de la
representatividad social a través de las elecciones me parece muy complicado
armar un menú electoral considerando el lumpenaje y clientelísmo político que
sobra en el Perú. ¿Qué propones para enmendar un poco especificamente ese
problemas, estimado?. 4.Haces referencia a la ''superioridad moral de la
izquierda'' posicionandola por encima que el de la ''derecha''. Serìa bueno que
señales nombres de personas o partidos políticos especificos para tener una
mirada más óbjetiva de tus juicios. Bueno, me detengo aquì por si qquieres
escribir algo. Un abrazo. Saludos Javier Suarez.
1) El
antifujimorismo es lo mejor que tiene el Peru. Revisen el prontusrio y la
produccion institucional de esa organizacion criminal y sus consecuencias, y
veran de lo que nos ha librado, siquiera en parte.
2) El
"golpe"de Castillo fue la respuesta institucionalista( el estado
de excepcion es considerado en la Constitucion) al Estado de Golpismo
Permanente instaurado por la dictadura congresal mafiosa, lobbista e
incobstitucionalmente usurpadora desde el 2016; un intento por restablecer el
equilivrio de poderes toto por el Congreso golpista, no un capricho "
maximalista".
3)El
Congreso no equivale a la Iglesia en el disfrute de un ecumenismo por cierto
inexistentele, de alli que no goce sino de un 6% de aprobacion, esto es,
carezca de legitimidad Representa apenas la eleccion, bajo pena de multa, del
podrido menu de opciones existentes gracias al perverso juego de dadivas por
firma y alquiler a intereses privados.Debe ser cerrado por ello mismo y
sustituido por un cuerpo parlamentario realmente representativo de regiones y
gremios.
4)
muy lindo todo lo del "no al odio", apostemos por la amnesia ,
renunciemos a toda teorizacion y datacion empirica de la realidad social y
vayamos por el individualismo analitico, peto no por dejar de ver las cosas
estas dejan de existir, me temo:"el dino$$aurio seguia ahi",
lamentablemente.
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