Corazón de animal, las 5 fuerzas
ontológicas
El empresario no necesita, El
empresario vende bienes y servicios y para eso necesita que el pobre deje de
ser pobre y consuma más y mejor. Los productos más caros son siempre los más
rentables.
El político si necesita pobres.
El político no vende ni vienes
ni servicios.
Vende ilusiones y un pobre con
hambre se ilusiona más fácil
Que un individuo empoderado que
no lo necesita.
Del face de Mauricio Benavides
Los
empresarios necesitan mercados y hay mercados laborales de mano de obra muy
barata que les son muy necesarios, como mercados extractivistas donde saquear
recursos sin eso el capitalismo no subsistiría, como mercados negros para lavar
dinero y hacerlos crecer, como mercados medios con posibilidad de consumo,
como mercados con alto nivel adquisitivo donde se puede hacer crecer el capital
pero hace mucho tiempo que se sabe que no se trata de que todos lleguen a ser
parte de esos mercados "ricos" al contrario el capital se queda cada
vez en menos manos como en un estanque donde los tiburones se comen a todos y
para comérselos necesitas de los políticos quien engañan a los otros peces, los
cuales en su gran mayoría serán parte de los peores mercados
Christian Franco Rodriguez Mira, decir que el capitalismo necesita de
explotación y saqueo es como pensar que un barco necesita un agujero para
flotar. El capitalismo, basado en la libertad individual y en mercados libres,
es el motor que impulsa la innovación y el progreso para todos. Los problemas
como la mano de obra barata explotada y los mercados negros suelen aparecer
cuando hay demasiada intervención estatal que distorsiona el juego natural del
mercado.
La
concentración de riqueza en pocas manos a menudo es resultado de privilegios y
amiguismos otorgados por el gobierno, no del libre mercado en sí. Si limitamos
el poder del Estado y protegemos la propiedad privada, reducimos las
oportunidades para la corrupción y el favoritismo. Un verdadero sistema capitalista
fomenta la competencia y abre la puerta para que más personas mejoren su
situación económica, evitando que la riqueza y el poder se queden en las mismas
manos de siempre.
Mauricio Benavides no es
cierto en Somalia existe 0 intervencion estatal y casi todo es ilegal
Mauricio Benavides el
estado regula las fallas para justamente haya libre competencia cuando has
visto una empresa que le dice a la otra ok compitamos jajaj
Mauricio Benavides Te lo
explico ontológicamente la levedad del ser traspasa la gravedad del devenir, el
capital logra una levedad del ser espiritual importante por eso mismo trae progreso
como un corriente sanguineo alimentando todo el cuerpo, pero todo lo que
sube debe de volver a caer, hacerse nada, pero el capital no quiere caer, así
como hay un traspaso un progreso, hay un retraspaso un regreso, como cuando
respiramos exhalamos y el dinero invertido se capitaliza inhalamos y ese dinero
vuelve y se socializa así del valor de uso nacío un valor de cambio y del valor
de cambio nace un nuevo valor de uso y entonces cual es el problema del capital
pues que no es capital es decir que la riqueza no se socializa, queda como un
símbolo de extremo poder en muy pocas manos, cuando ese capital que nos costo a
todos debería de devolverse a todo y entonces el capital genera un valor cada
vez mas virtual y menos real, así yo capitalizo y reinvierto para que el flujo
del capital me vaya trayendo ganancias como nada se puede mantener en una
levedad del ser constante poco a poco habrán mas perdidas que ganancias y como
mi poder es cada vez mas virtual que real, llega el tiempo en que la burbuja se
rompe y caes como perdida para todos, pero el capitalismo se recompone cambian
los jugadores pero el juego es el mismo y tendremos progreso , crecimiento pero
no hay desarrollo no hay verdadera riqueza, la gente es dividualizada en una
vida para el capital , la riqueza virtual cada vez mas exigente y una muy
pequeña vida para su crecimiento personal, la naturaleza es contaminada porque
no es riqueza real, es producción de basura masiva para la producción de
riqueza virtual, números en cuentas que crecen pero pueblo que no se
desarrollan porque no pueden encontrarse todo esta llevado al crecimiento del
capital y en esa lucha por el crecimiento nos enfrentaremos porque necesitamos
expandir el mercado al punto que todos terminamos siendo la mercancía en un
capitalismo informativo ¿Qué paso? Que el ser paso a ser el capital y entonces
cuando hablamos de libertad no hablamos de la libertad del hombres sino del
capital. El cual nos empobrece como un tumor a todos pero en su virtualidad nos
dice que somos ricos. ¿Cuál es el problema? Quisieron evadir la gravedad del
devenir y evadiéndola perdieron la levedad del ser, haciéndose el capital cada
vez mas pesado para todos ¿Cuál es la solución? Una socialización radical
ontológica un inhalar toda la fuerza que se lleva el capital y con ella
realmente alimentar todo el cuerpo para luego exhalar una nueva levedad con
competencia realmente libre , pareja, una vez se vuelva a logar el capital , lo
volvemos a inhalar así por fin logramos una complementación, ¿Podrá el hombre
libremente liberarse de su apego a su riqueza virtual? No, solo Dios
puede.
Y estaba allí el pozo de Jacob. Entonces Jesús,
cansado del camino, se sentó así junto al pozo. Era como la hora sexta.
7Vino una mujer de Samaria a sacar agua; y Jesús
le dijo: Dame de beber.
8Pues sus discípulos habían ido a la ciudad a
comprar de comer.
9La mujer samaritana le dijo: ¿Cómo tú, siendo
judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? Porque judíos y
samaritanos no se tratan entre sí.
10Respondió Jesús y le dijo: Si conocieras el don
de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, y él te
daría agua viva.
¿Cuál es el don de Dios?
La vida misma, pero ¿Que es la vida?
La respuesta ontológica está en las 5 fuerzas que fundamentan todo.
Empecemos con la gravedad del devenir los
agujeros negros tiene una concentración de masa en su interior tal que atraen
todo a su interior, pero acaso eso no es la nada una implosión tal de energía
que crea una concentración de masa así en la nada está el ser y cuando este se libera se produce la
levedad del ser esta fuerza cósmica que hace que todo se expanda.
1
↑
1←0→ 1
↓
1
Si queremos redeconstruir la
organicidad del lenguaje tendremos que hacerlo desde la gravedad del devenir y
la levedad del ser como fuerzas fundamentales de todo.
Miremos su proceso en un espejo
ya que estamos especulando.
1→0→1
0←1←0
Empezamos con lo de abajo la
gravedad del devenir está en la
nada como fuerza implosiva centripeda,
más la fuerza en su interior vence y se produce la levedad del ser
↑
↓
↑
←→←1 →←→
↓
↑
↓
¿Pero porque una fuerza vence a
la otra?
Solo se la puede explicar desde
el amor y es que la levedad del ser nos dará toda la creación más esa levedad
luego se invertirá en gravedad 0←1←0 y es que la gravedad atrae, es como un
acto sexual universal el pene sale y
entra a la vagina, así se da la levedad del ser pero esta levedad es absorvida
por la gravedad del devenir, teniendo a la voluntad de ser o el anti espíritu
absoluto que se autoconoce como nada , podemos concluir que todo es una ilusión
y que lo único que hay es la nada o podemos más bien concluir que gracias a la
nada es que hay realidad y que por la
mismo hay verdad en todo lo que hay
01←1←0
Así en la nada descubrimos el
ser
Este descubrimiento de lo que
hay es el primer producto de la conciencia.
Luego en su reflejo nosotros nos
religamos con la levedad del ser he aquí el espíritu
1→0→10
Su primer producto es el símbolo
¿Que busca el espíritu? Ser en esa
levedad más la levedad nos lleva a una síntesis con la gravedad y en esa
síntesis el espíritu se absuelve.
He aquí el misterio pascual como
reflejo del misterio dharmico.
En el misterio dharmico hay un
redimir un ir adentro y adentro nos iluminamos
En el misterio pascual hay un
existir un ir hacia fuera y afuera somos luz.
Y entonces encontramos la
levedad del ser en nuestro interior y la compartimos con el mundo ahí están los
ríos de agua viva, la organicidad el lenguaje tenemos las 5 fuerzas:
Gravedad del devenir
Levedad del ser
Voluntad
Espíritu
Amor
La voluntad y el Espíritu surgen
de una combinación de la levedad del ser
y la gravedad produciendo síntesis y asíntesis.
En el fondo
1→0→10 están simplifcados
Porque uno es igual a 1=1→0→1
Y 0 es igual a 0←1←0
Y el 10 es igual a 1→0→1→0→1→0→1→0→10
Y el 01 es igual a 10←1←0←1←0←1←0←1←0
Entonces siempre está el proceso de traspaso aunque si escribo
1→0→1→0→1→01 El
espíritu tiene como producto un artificio sea este musical , danzistico
, poético verbal , pastico ,Etc este es el espíritu revelado
Y si escribo
10←0←1←0←1←0
Es el anti espíritu y aquí
descubre la metáfora dentro mío es el anti espíritu revelado.
Y cuando se escribe todo
completo
1→0→1→0→1→0→1→0→10 Estamos hablando del concepto
10←1←0←1←0←1←0←1←0 y del descubrimiento de la idea dentro de
nosotros
1→0→1→0→1→0→1→0→10 →← 10←1←0←1←0←1←0←1←0
Cuando el espíritu y el anti
espíritu se encuentran tenemos la objetividad y es que el anti espíritu la
voluntad es energía y el espíritu es conciencia
y todo objetividad es producto de los dos.
Así mismo el espíritu puede ir
retransferencialmente
1←0←1
Como el anti espíritu
transferencialmente
0→1→0 produciendo lo profano, abyecto , existencial
y complejo.
De hecho el verdadero movimiento
es este:
1←0→1
La explosión de la levedad del
ser en la gravedad del devenir
0→1←0
Y la implosión de la gravedad
del devenir en la levedad del ser
Pero como hay productos la
negación de la negación se escribe así:
1→0→10
Y la afirmación de la afirmación
así
10←1←0
Pero el movimiento surge del
medio de esa nada que va a una levedad interior la cual niega dialécticamente
integrándola para luego negarse así misma y sacar la levedad del ser al mundo,
como vida espiritual que se eleva tal cual un bailarín hiciera un gran salto,
pero ese salto es un símbolo, una artificio, o un concepto, es decir una luz
que ilumina nuestra conciencia.
En la afirmación de la
afirmación la fuerza es implosiva la levedad del ser implosiona afirmando la
nada exterior la maia para luego afirmar la nada interior es un eterno retorno
a lo sagrado y cuando vaya transferencial mente hacia fuera es un eterno
retorno a lo profano, en esa afirmación dela potencialidad infinita es que hay
la posibilidad de una creación ilimitada.
Pero es el amor el que integra
al ser y al no ser
0←1←0←→1→0→1
Él es el que nos da la
sintransferencia
Y el amor es el número invisible
unidad del ser y el no ser provocando así la levedad y la gravedad.
Pero ahora veamos los niveles de gravedad y de levedad del
ser
1→0→1 Alta
levedad del ser mística religiosa
1→0→1→0→1→0 levedad
dándonos una experiencia estética sublime
1→0→1→0→1→0→1→0→10 levedad
que permite una concepción grave
1→0→1→0→1→0→1→0→10→← 10←1←0←1←0←1←0←1←0
Gravedad objetiva se dan los objetos y estos nos
sistematizan
10←1←0←1←0←1←0←1←0
Voluntad gravedad flexible pudiendo trabajar formas
1←0←1←0←1←0
Libido gran gravedad atractiva y repulsiva
0←1←0 Energía
máxima gravedad hacia el interior
En la cosmovisión andina se comprende varios niveles de densidad de
energía:
Entre el Samay levedad del ser y
el Jucha gravedad del devenir
Donde el kallpay fuerza vital
manifiesta su Kamac en un
kamaquin particular abriéndose en el Kausay a una voluntad de vida
https://www.youtube.com/watch?v=sXKqBZxxEUw&t=4951s
De hecho entre más abajo estemos más posibilidad habrá de contra
transferencias de conflictos de jucha porque la gravedad del devenir será más
fuerte, en cambio mientras más alto estemos todo será sami sin conflictos
fluyendo libremente pero la levedad del ser más alta se encuentra en la
gravedad del devenir más baja, una es reflejo de la otra, si yo me quedara en
la levedad del ser mi caída sería terrible, si yo me quedara en la gravedad del
devenir terminaría destruyéndome lo
organizo es que una nos lleve a la otra.
Así tenemos más levedad del ser en el Espíritu absoluto que es
experiencia mística
Pero en el espíritu revelado eso es música E2(E2.1) Habiendo un espíritu absoluto en el espíritu
revelado
En el subjetivo es ontología E3(E3.1)
Haciendo un espíritu absoluto en el espíritu subjetivo
Es decir según la ley redistributiva
en todos los espíritu están todos los espíritus
E1 ( E1.1, E1.2, E1.3, E1.4,)
E2 (E2.1, E2.2. E2.3, E2.4)
E3 (E3.1, E3.2, E3.3, E3.4)
E4 (E4.1, E4.2, E4.3, E4.4)
Con el anti espíritu las cosas se invierten
E5 (E5.1, E5.2, E5.3)
Y sabemos que nostros por el pecado estamos en el espíritu
desintegrado
E6 (E6.1, E6.2, E6.3, E6.4, E6.5, E6.6)
Y que solo logrando el espíritu integro E7 salimos del espíritu desintegrado
10←1←0←1←0←1←0←1←0
←1←0←1←0←1←0←1←0←10
Para vencer al espíritu
desintegrado del todo con el espíritu infernal
1→0→1→0→1→0→1→0→10→0→1→0→1→0→1→0→1→01
E8
Y lograr el espíritu santo
E9
10←1←0←1←0←1←0←1←0←→1→0→1→0→1→0→1→0→10
Este espíritu tiene el extremos de la gravedad y el extremo de la
levedad es el Ahayu diria Gamaliel
Churata la raíz principal.
Pero entonces de que se trata ¿De alcanzar la levedad del ser para salir de la cueva o de ahondar
en la cueva para lograr la mayor gravedad?
Si comprendemos que la historia la lleva el diablo se trata de salir de
su influencia recuperando la organicidad del lenguaje y entonces la cueva ya no
es una cueva es un campo ontológico donde la transferencia y retransferencia
fluyen en una sintreferencia divina como ríos de agua viva, esos ríos solo son
posibles desde el corazón de animal que
nos propone Gamaliel Churata, solo ese corazón puede amar más alla de una razón
instrumental y de una voluntad con ansias de poder.
Llegando a la máxima vibración de la levedad esa vibración que ya no
vibra y a la mínima en la gravedad del devenir pero sobre todo atravesando una
y otra, esto es lo que nos propone Gamaliel Chura recreando el mito andino
dándonos una poderosa levedad que nace de la gravedad más profunda.
He aquí lo que he llamado el
Realismo psíquico, alfabeto del incognoscible, punto de partida para
estructurar todo organismo político o mental. No se oculte a ustedes que esta
esquematización, desprovista de pretensiones académicas, determine la radical
transformación de los conceptos sociales, políticos e históricos que han
predominado en el mundo hasta el siglo XX, y que su aceptación por la ciencia con
autoridad señalará el arranque de una nueva cultura y hasta de nueva humanidad
para el planeta todo. Churata, Primera conferencia en el cine Puno Pionero en
teorizar paradigmas andinos de conocimiento en contextos culturales que desde
la primera mitad del siglo XX presagiaban la emergencia de lo que hoy día
conocemos como “globalización”, Gamaliel Churata (1897-1969) es una figura
intrigante y desafiante, comparable a José Carlos Mariátegui, César Vallejo o
José María Arguedas, pero voluntariamente emparentada con Guamán Poma de Ayala
y los distintos ciclos de insurgencia indígena en los Andes. Afortunadamente,
en lo que corre del siglo XXI Churata ha dejado de ser el gran desconocido de
la literatura latinoamericana, lo prueba la ya inabarcable bibliografía en
torno a su obra y la internacionalidad de la crítica que de ella se ocupa.1 Más
aún, se ha convertido en un escritor imprescindible para facilitar
conversaciones creativas con los distintos “giros” que ha tomado la crítica y
la teoría cultural en las últimas décadas, incluyendo aquellos que cuestionan
la universalidad del humanismo
filosófico: el “giro ontológico”, el “giro post-antropocéntrico”, el “giro
animal” y el “giro espectral”. Estas aperturas epistemológicas que hoy
revitalizan el pensamiento crítico fueron tempranamente ensayadas por Churata,
cuando (desafortunadamente) todavía no se había constituido una zona receptora
de estas innovaciones en el pensamiento y menos aún un sujeto interlocutor. De
aquí la figura del escritor solitario y sin público que lo acompañe en su
querella contra el humanismo civilizatorio que la tradición filosófica
occidental había convertido en hegemónico. No conozco mejor relación del
desencuentro de Churata con su tiempo que aquella forjada por Riccardo Badini:
“Churata es un escritor que vino del futuro” (2010). En contraste con ese
desencuentro, hoy día Gamaliel Churata es una figura resucitada cuyas
intervenciones, ya sean literarias, políticas, periodísticas o filosóficas,
convocan a una gran variedad de interlocutores, desde jóvenes cartoneros(as) y
estudiantes, hasta feministas, poetas, artistas plásticos y académicos que
desde distintas disciplinas debaten los desafíos que las indigeneidades
descolonizadoras plantean a los diseños globales de conocimiento. En torno a
estos debates, en noviembre del año 2016 se realizó en la Universidad de
Pittsburgh el primer Simposio Internacional dedicado a la obra de Churata,
anunciado en inglés con el título de Gamaliel Churata: Envisioning The
Circulation Of Andean Epistemologies In The Age Of Globalization [Gamaliel
Churata: Columbrando el flujo de epistemologías andinas en la edad de la
globalización].2 El proyecto de un Simposio Internacional dedicado a la obra de
Churata recogía la provocación que en 1989 había lanzado Antonio Cornejo Polar
cuando advirtió que Churata era “uno de los grandes retos no asumidos por la
crítica peruana” (1989, 140). Asombrosamente, no fue Cornejo Polar quien abordó
al estudio de su obra. De esa tarea se ocuparon primero los churatistas puneños
y después, siguiendo esos pasos, las primeras generaciones de churatistas
universitarios, muy particularmente los estudiosos y críticos que participaron
en el mencionado Simposio: Maya Aguiluz Ibargüen, José Luis Ayala, Riccardo
Badini, Marco Thomas Bosshard, Jorge Coronado, Meritxel Hernando Marsal,
Elizabeth Monasterios, Helena Usandizaga, José Luis Velásquez Garambel y Ulises
Juan Zevallos. Todos ellos, integrantes de un colectivo con aspiraciones de
ayllu deliberante que ha optado por trabajar en comunidad, que acoge a quienes
se interesan por la intervención churatiana, y que hasta el momento ya ha
generado aportes considerables al estudio y comprensión de su pensamiento.
Rasgo distintivo del Simposio celebrado en Pittsburgh fue la participación de
Amaratt Peralta, el único hijo sobreviviente de Churata y albacea de su obra
inédita, quien ofreció un conmovedor testimonio sobre la singular relación que
mantuvo con su padre. El texto de ese testimonio quedó felizmente incorporado
en las páginas de este libro. Otro de los rasgos distintivos del Simposio de
Pittsburgh fue el giro conceptual que tomó la reflexión sobre Churata una vez
que El pez de oro, tradicionalmente percibido como el único libro del escritor,
empezó a ser comprendido como parte integrante de una obra extensa y compleja,
cuyos primeros dos tomos son El pez de oro (1957) y Resurrección de los Muertos
‒libro póstumo publicado en 2010 bajo el cuidado de Badini. A estos dos libros
sigue una serie de manuscritos inéditos que incluyen textos narrativos,
poéticos y dramáticos entramados entre sí y con los libros ya publicados,
construyendo la figura una sola obra compuesta de varios volúmenes que no
funcionan como libros individuales, sino más bien como un solo cuerpo que en diferentes
tonos y con diferentes voces y personajes, proponen un entendimiento de los
seres humanos “como animales de la tierra y no como concepciones abstractas de
la metafísica” (“Conferencia en la Universidad Federico Villarreal” 67). En
varias oportunidades Churata se refirió a esta particularidad de su obra,
caracterizándola como “una concepción quizá ambiciosa del pensamiento humano”,
“una suerte de epopeya del Hombre-Animal” conformada por 18 volúmenes de los
cuales únicamente logró publicar el primero. Es fascinante escuchar a Churata
explicando el proyecto y la estructura general de su obra: Mi obra pertenece a
una concepción quizá ambiciosa del pensamiento humano. Está compuesta de 18
volúmenes. De ellos está publicado: El pez de oro. (Conferencia en la
Universidad Federico Villarreal 66-67) […] el volumen édito es sólo el primero
de otros que le siguen, y que complementarán acaso una suerte de epopeya del
Hombre-Animal. En efecto, tras El pez de oro, debe aparecer Resurrección de los
muertos, de mayor número de páginas […] Tras ese volumen viene otro, denominado
Mayéutica, en poemas didascálicos […] A Mayéutica habrá de seguir un diálogo
que he denominado Platón y el Puma, […] Y ya le seguirán Khirkhilas de la
Sirena, poemario titikaka, […] Luego, Balalas, haylli inkásiko […] Tras esto
vendría otro de nuestra singular dramática: Los pueblos resucitan […] Y ya
entramos a las Biorritmias del Tawan [y] Harawi Hiwa […] Y allí cierra el
periplo con la pieza Khoskho Wara, diálogo que se produce en el primer planeta
a que el hombre tendrá que dirigirse cuando las condiciones biológicas del
nuestro hubiesen seguido proceso de linfatización, si así puede decirse, y ya
resultase inadecuado para mantener la vida como lo ha hecho hasta hoy. (“El pez
de oro o dialéctica del realismo psíquico…” 25-26). Lo que está en juego en los
estudios churatianos, entonces, es el carácter necesariamente provisional de
las aproximaciones que hacemos a una obra que en gran parte todavía permanece
inédita y en la que no podemos proyectar hábitos convencionales de lectura.
Siguiendo pautas que el mismo Churata dejó anotadas, es posible pensar su obra
como una enciclopedia anti-ilustrada del conocimiento, una “nueva enciclopedia”
cuyo antecedente epistemológico es la “nueva corónica” de Felipe Guamán Poma de
Ayala. En su funcionamiento, la mencionada enciclopedia articula una poderosa
interpelación al excepcionalismo de la cultura universal, desafía las utopías
modernas exponiendo la inviabilidad de sus teodiceas y propone que, para superarlas,
hace falta el concurso de una voluntad para desentenderse del hombre-letra y
atreverse a una reconstrucción inteligente del hombre-animal ‒metáforas
conceptuales que el autor empezó a construir en El pez de oro y dejó plenamente desarrolladas en
Resurrección de los Muertos. Novedosos e inquietantes, estos planteamientos
problematizan la discusión oralidad-escritura en los estudios andinos,
básicamente porque la figura del hombre-animal que construye Churata no se
diferencia del hombre-letra en virtud a la dicotomía oralidad-escritura. Aquí
la lógica es otra: más que al hombre-de-la-oralidad, el hombre-animal convoca
una conciencia anterior a la tiranía del Verbo en cuanto enunciación (oral o
escrita) que define lo humano racional: Si se revisan leyendas de las plebes
iletradas, mas valiosas cuanto ellas provienen de los grupos humanos todavía
llamados salvajes, se tiene que […] la facultad de conocimiento del animal
hombre en cuanto se refiere a los valores de propia naturaleza, ha sido obliterada
por el despotismo hueco de la letra. O el Verbo, que es el principio de las
cosas y de los tropos de trapo. (Resurrección de los Muertos 332) Nos acercamos
así a la revolución mental que propone un escritor desvinculado de parámetros
universales que ordenan el mundo en función al antagonismo bárbaro/civilizado.
Por eso, en Resurrección de los Muertos, nos advierte que el pensamiento es
anterior al Verbo, que los idiomas nacieron sin letra, y que el mayor obstáculo
de la filosofía consiste en suponer que: el conocimiento es igual a la cosa
conocida puesto que se conoce con palabras; por lo que más lógico es sostener
que el hombre conocerá sólo aquello que su palabra pueda describir, por lo que
su conocimiento irá hasta donde alcance su palabra. (Resurrección de los
muertos 61) Más allá de la “cosa conocida” y del Verbo o la letra que la
nombra, está lo que Churata denominó “alfabeto del incognoscible”. A la
discusión y comprensión de ese alfabeto-analfabeto que dio forma al proyecto de
una enciclopedia anti-ilustrada, estuvo abocado el Simposio de Pittsburgh.
Seguramente preliminares y todavía en etapa inicial, las discusiones allí
planteadas marcaron un momento de inflexión en los estudios churatianos. Sin
desatender el trabajo que todavía requiere la biografía y la obra publicada de
Churata, se vio la urgencia de impulsar el estudio de los manuscritos inéditos
y de reflexionar sobre el potencial teórico y conceptual que tiene su obra para
contribuir, desde una epistemología andina, a debates actuales sobre los
límites del humanismo ilustrado, la construcción de nuevas conciencias ontológicas,
el igualitarismo de la vida y las posibilidades o imposibilidades de
aniquilarla. Gamaliel Churata. Interpelaciones al excepcionalismo de los
saberes universales desde una concepción ambiciosamente crítica del pensamiento
humano, captura este momento de inflexión en los estudios churatianos. El libro
se inicia con un trabajo del investigador puneño José Luis Ayala que
caracteriza a Churata como un escritor “adscrito a la construcción de un mundo
en el que la igualdad fuera una conquista extensiva a todos los seres vivos”.
En base a entrevistas realizadas entre 1985 y 1997 con el legendario dramaturgo
y poeta quechua Inocencio Mamani y Ruth Peralta Castro, la hija mayor de
Churata que hasta hace poco todavía vivía en Puno, Ayala saca a luz aspectos
desconocidos (y perturbadores) de la vida del escritor, que seguramente
enriquecerán la óptica de sus biógrafos y abrirán horizontes a los futuros
estudios que se hagan de su obra. Ayala, además, autorizó que en este libro se
publicaran (por primera vez fuera del Perú y de un círculo limitado de
lectores) sus entrevistas a Inocencio Mamani y Peralta Castro, como también una
serie de cartas, una de ellas firmada por Churata, que documentan las causas y
consecuencias de su regreso al Perú en 1964, después de 32 años de exilio en
Bolivia. La importante figura del dramaturgo quechua Inocencio Mamani reaparece
en el trabajo de Jorge Coronado (“Gamaliel Churata y las prácticas letradas
indígenas”), esta vez para puntualizar aspectos claves de las relaciones entre
intelectuales indígenas como Mamani y mestizos que, como Mariátegui y Churata,
tuvieron percepciones muy distintas de la intervención literaria indígena en el
Perú de principios de siglo XX. Mientras Churata advertía su legitimidad
histórica y la reconocía como expresión literaria, Mariátegui consignaba la
dificultad de “situarla” y admitirla como literatura. La dramaturgia de Mamani,
en su opinión, constituía un caso límite de la tradición letrada y no una
discontinuidad que inscribía la existencia de literatura propiamente indígena
en el Perú --asumía Mariátegui que los sujetos indígenas todavía no estaban en
condiciones de producir trabajo literario. La tesis que propone Coronado es que
detrás de estas discrepancias en la apreciación de la creatividad indígena
actuaban dos funciones distintivas del indigenismo: una representacional,
sintomática del típico tutelaje indigenista; y otra facilitativa, por medio de
la cual algunos indigenistas se involucraron orgánicamente con los sujetos
indígenas y fortalecieron espacios de intercambio intelectual y agencialidad
política. Mariátegui, que frente al contexto sociopolítico se adscribía
abiertamente a la función facilitativa del indigenismo, ante la dramaturgia de
Mamani se replegaba, conservadoramente, a la representacional. En este doble
estatuto del régimen indigenista sitúa Coronado la dificultad que hasta hoy día
tienen los estudios andinos para dimensionar intervenciones indígenas en la
esfera letrada y, de paso, reconocer en Churata a un escritor atípico del
indigenismo. Los siguientes tres artículos ofrecen distintas aproximaciones al
trabajo de Churata en su articulación con el proyecto de una “enciclopedia
anti-ilustrada del conocimiento”. Ahondan, por tanto, en la capacidad que tiene
su obra para dialogar con debates actuales sobre los límites del humanismo
ilustrado y la construcción de una nueva conciencia ontológica. La contribución
de José Luis Velásquez Garambel (“Lógicas fronterizas de Gamaliel Churata o
alegorías de El pez de oro”) pone en primer plano la “cuestión del mito” como
herramienta para discernir la resistencia de Churata a reproducir en la
literatura racionalidades hegemónicas de pensamiento. El artículo propone que
de manera análoga a como Nietzche abordó el estudio de la antigüedad griega
para cuestionar el mundo construido por la razón, el sentido histórico y la
moral, Churata se adentra en el conocimiento de los mitos andinos del área
lacustre del Titikaka para construir una mitología personal y colectiva
orientada a descolonizar el pensamiento. Para ello, recupera figuras
mitológicas que ni la extirpación de idolatrías ni la embestida del discurso
racional lograron erradicar de los ayllus andinos, como la del Puma y las
“sirenas”, con las que forja los inquietantes personajes de El pez de oro: el
Khori-Puma, la Sirena del Titikaka y el Khori-Challwa, hijo de ambos. Paso a
paso, Velásquez Garambel nos va mostrando cómo estos personajes, además de creaciones
simbólicas, encarnan comportamientos que asustan, pero que en su funcionalidad
epistemológica dan cuenta de un profundo sentido comunitario de la existencia
humana expresado a través de prácticas de antropofagia. Desafiantes, los
personajes de Churata han de devorarse unos a otros para renacer en un mundo
liberado de autismo social e individual.
En “Viajes filosóficos en El pez
de oro: traducciones, confrontaciones y discusiones”, Helena Usandizaga
profundiza el estudio de la narrativa caníbal y shamánica de Churata mediante
el estudio de uno de los capítulos más extraños de El pez de oro, titulado “Los
sapos negros”, donde la antropofagia nos llega sin filtro, obligándonos a
“digerir” el insólito relato de un hijo que muere; de un padre que devora al
hijo que ha muerto; y de ambos renaciendo el uno en el otro. No es fácil este
capítulo de El pez de oro, pero el trabajo de Usandizaga lo “digiere”
inteligentemente para nosotros y nos permite entender el “apetito” del
personaje como metáfora de un “hambre” por construir existencias distintas al
sujeto individual, racional y monolítico que propone el humanismo clásico. La
famosa expresión “¡TÚ ERES NAYA!” repetida en varios capítulos de El pez de oro
(205, 283, 294, 859) y que traducida al castellano se lee: “¡TÚ ERES YO!”
adquiere entonces pleno sentido. Una elaboración más pedagógica de lo mismo,
puede apreciarse en uno de los fragmentos del capítulo titulado “Mama Kuka”,
cuando se explica la superación del yo-individualizado por la figura del yo-vinculado
a los otros: Un hombre es un pueblo, en tanto ese hombre es del pueblo. ¿Me
entiendes? Pero para que exista la entidad política a que se llama pueblo, es
preciso que se forme de muchos ciudadanos como ése que, individualmente, es
pueblo. Así pues, para [que] yo sea posible como hombre debo ser “yo” pero en
“ellos”. Sin mi “yo”, el “ellos” es una abstracción. No te diré la sinfonía soy
yo, ni ella, ni Él; pero sin Él, sin ella y sin “naya”, la sinfonía no existe”
(552). La contribución de Meritxell Hernando Marsal ahonda en la comprensión de
esa sinfonía indagando cómo se construyen en Churata existencias distintas al
sujeto moderno racional. Una de las originalidades de su trabajo es mostrarnos
que más allá del grito modernista de Rimbaud “Yo es otro”, en Churata los
“otros” son el yo, entendiendo que esos “otros” pueden ser humanos, pero
también no-humanos; que pueden estar vivos, pero también muertos; que pueden
ser dioses, fantasmas, o cuanta existencia con intencionalidad y agencia pueda
manifestarse. De esa nueva forma de entender la existencia (y la vida) deriva
una nueva forma de conocimiento, un verdadero giro ontológico
anti-universalista que Hernando Marsall vincula al “perspectivismo amerindio” que el antropólogo brasileño
Eduardo Viveiros de Castro propuso para el conocimiento de las culturas
amazónicas. Asumiendo, con Viveiros de Castro, que “una perspectiva no es una
representación”, Hernando Marsal observa que en Churata esos “otros” que
constituyen al “yo” posicionan formas inéditas de entender la existencia y de
actuar políticamente desde esas virtualidades. El Layka [brujo] en Churata y el
shamán en Viveiros de Castro encarnan esa agencialidad: articulan un discurso,
pero los que hablan están en otro lugar. El título que Hernando Marsal le da a
su trabajo resulta entonces iluminador: “Quién habla cuando el Layka canta: La
política discursiva de El pez de oro, de Gamaliel Churata”. De estas
interpelaciones al humanismo clásico y la racionalidad moderna deriva la
importante discusión del impacto que Churata puede tener en la teoría cultural
actual y muy particularmente en los marcos teóricos que ha forjado la crítica
cultural latinoamericana. De ello se ocupa el trabajo de Marco Thomas Bosshard,
significativamente titulado “Gamaliel Churata como reto para la crítica
literaria y teoría cultural latinoamericanas o cómo repensar las
heterogeneidades del mundo contemporáneo”. Entendiendo que el paradigma de la
“heterogeneidad” planteada por Cornejo Polar para el estudio de literaturas andinas
se ha convertido en instrumento teórico clave para el análisis cultural
latinoamericano, Bosshard postula que en el trabajo de Churata se llega
producir una superación de ese modelo toda vez que sus personajes y tramas
narrativas consiguen disolver la “heterogeneidad conflictiva” causante de que
texto, autor y lector pertenezcan a mundos y valores antagónicos –como se
constata, por ejemplo, en la estética indigenista. Tan notable superación del
paradigma de la heterogeneidad asoma en las páginas de Resurrección de los
Muertos, donde el marco epistemológico occidental representado en la figura de
Platón se andiniza y el andino, simbolizado en la figura del Profesor
Analfabeto, se occidentaliza. Teóricamente, asistimos a una transculturación
desde abajo que pulveriza el régimen de las desigualdades (factor central al
paradigma de la heterogeneidad) y da paso a una expresión literaria donde las
homogeneidades ideológicas y epistemológicas pueden coexistir con la
multicultural, multiétnica, multilingüe y multiespecie realidad del mundo. Al
final de Resurrección de los muertos, nos dice
Bosshard, ya no hay voces antagónicas, sino múltiples y distintas voces
(humanas y no humanas, procedentes de seres vivos, pero también de los que han
muerto) compartiendo un mismo common sense: la defensa de la VIDA en todas sus
posibles manifestaciones. Más que una homogeneidad utópica, entra en juego la
construcción de universos narrativos no excluyentes y la práctica performativa
de obras literarias “diversamente homogéneas” o “uniformemente heterogéneas”.
Sugerente y provocativo, Bosshard nos invita a pensar que en el trabajo de
Churata la literatura y la crítica cultural latinoamericana enfrentan textos
que se inician bajo el signo de la heterogeneidad, pero que en su desarrollo la
superan. Ahondando el impacto de Churata en la teoría cultural actual, la
contribución de Riccardo Badini expone la impresionante performatividad que
este autor le imprime al estatuto y al trabajo de la ficción, constituyéndose
en precursor de lo que hoy día se conoce como performance studies. Churata, nos
dice Badini, se guiaba por una sensibilidad ecléctica infundida seguramente de
vanguardismo, pero sobre todo por una voluntad de no dejarse encapsular por la
escritura, sino más bien de instalarse antes o después de ella, entendiendo que
lo importante eran los hechos, no las letras. Revisando manuscritos inéditos,
Riccardo encontró anotaciones reveladoras, que nos muestran a un Churata
consciente de que, si como escritor se ha valido de las letras, eso se debió
“exclusivamente a no saber cómo hacerlo mediante hechos”, pues es en “hechos”
que sintió siempre su “verdadero idioma”. Sorprendentes por su sagacidad, estas
declaraciones permiten entender de dónde proviene la lógica dramática que atraviesa
toda su obra, desde El pez de oro, que se inicia con una lista de Dramatis
Personae, hasta Resurrección de los muertos, ya totalmente concebida como
evento dramático. Hasta hace poco, sin embargo, ni siquiera se sospechaba la
existencia de un teatro churatiano. Innovativo como siempre, Badini da a
conocer al Churata dramaturgo mediate el estudio de una pieza titulada Epílogo
en Khoskhowara. Rescatada de entre los manuscritos inéditos y reproducida en su
totalidad en este volumen, esta pieza fue concebida como epílogo al proyecto de
esa “epopeya del hombre animal” que Gamaliel Churata le planteó a su época y a
la venidera. Por vez primera, quienes se interesan por el fenómeno Churata,
tendrán
la oportunidad de apreciar una
propuesta teatral única en más de un sentido, porque aparte de revelar a un
dramaturgo andino, revela también la claridad con la que abordó, desde el arte
performativo, la destructiva causalidad que a la larga tendrían las acciones
humanas sobre la vida del planeta –proyecto que lo identifica como iniciador de
una audaz combinación de epistemología andina, teatro, y ciencia ficción. El
mismo Churata, en una conferencia de 1965, señaló que Epílogo en Khoskhowara
está escenificado en el primer planeta a que el hombre tendrá que dirigirse
cuando las condiciones biológicas del nuestro hubiesen seguido proceso de
linfatización, si así puede decirse, y ya resultase inadecuado para mantener la
vida como lo ha hecho hasta hoy. (“El pez de oro o dialéctica del realismo
psíquico…” 26).