lunes, 21 de octubre de 2024

Corazón de animal, las 5 fuerzas ontológicas

 

Corazón de animal, las 5 fuerzas ontológicas 

 

El empresario no necesita, El empresario vende bienes y servicios y para eso necesita que el pobre deje de ser pobre y consuma más y mejor. Los productos más caros son siempre los más rentables.

El político si necesita pobres.

El político no vende ni vienes ni servicios.

Vende ilusiones y un pobre con hambre se ilusiona más fácil

Que un individuo empoderado que no lo necesita.

Del face de Mauricio Benavides

 

Los empresarios necesitan mercados y hay mercados laborales de mano de obra muy barata que les son muy necesarios, como mercados extractivistas donde saquear recursos sin eso el capitalismo no subsistiría, como mercados negros para lavar dinero y hacerlos crecer, como mercados medios con posibilidad de consumo, como mercados con alto nivel adquisitivo donde se puede hacer crecer el capital pero hace mucho tiempo que se sabe que no se trata de que todos lleguen a ser parte de esos mercados "ricos" al contrario el capital se queda cada vez en menos manos como en un estanque donde los tiburones se comen a todos y para comérselos necesitas de los políticos quien engañan a los otros peces, los cuales en su gran mayoría serán parte de los peores mercados      

 

 

Mauricio Benavides

Christian Franco Rodriguez Mira, decir que el capitalismo necesita de explotación y saqueo es como pensar que un barco necesita un agujero para flotar. El capitalismo, basado en la libertad individual y en mercados libres, es el motor que impulsa la innovación y el progreso para todos. Los problemas como la mano de obra barata explotada y los mercados negros suelen aparecer cuando hay demasiada intervención estatal que distorsiona el juego natural del mercado.

La concentración de riqueza en pocas manos a menudo es resultado de privilegios y amiguismos otorgados por el gobierno, no del libre mercado en sí. Si limitamos el poder del Estado y protegemos la propiedad privada, reducimos las oportunidades para la corrupción y el favoritismo. Un verdadero sistema capitalista fomenta la competencia y abre la puerta para que más personas mejoren su situación económica, evitando que la riqueza y el poder se queden en las mismas manos de siempre.

 

 

 

Christian Espinoza Calle

Mauricio Benavides no es cierto en Somalia existe 0 intervencion estatal y casi todo es ilegal

 

Christian Espinoza Calle

Mauricio Benavides el estado regula las fallas para justamente haya libre competencia cuando has visto una empresa que le dice a la otra ok compitamos jajaj

 

Christian Franco Rodriguez

Mauricio Benavides Te lo explico ontológicamente la levedad del ser traspasa la gravedad del devenir, el capital logra una levedad del ser espiritual importante por eso mismo trae progreso como un corriente sanguineo alimentando todo el cuerpo, pero todo lo que sube debe de volver a caer, hacerse nada, pero el capital no quiere caer, así como hay un traspaso un progreso, hay un retraspaso un regreso, como cuando respiramos exhalamos y el dinero invertido se capitaliza inhalamos y ese dinero vuelve y se socializa así del valor de uso nacío un valor de cambio y del valor de cambio nace un nuevo valor de uso y entonces cual es el problema del capital pues que no es capital es decir que la riqueza no se socializa, queda como un símbolo de extremo poder en muy pocas manos, cuando ese capital que nos costo a todos debería de devolverse a todo y entonces el capital genera un valor cada vez mas virtual y menos real, así yo capitalizo y reinvierto para que el flujo del capital me vaya trayendo ganancias como nada se puede mantener en una levedad del ser constante poco a poco habrán mas perdidas que ganancias y como mi poder es cada vez mas virtual que real, llega el tiempo en que la burbuja se rompe y caes como perdida para todos, pero el capitalismo se recompone cambian los jugadores pero el juego es el mismo y tendremos progreso , crecimiento pero no hay desarrollo no hay verdadera riqueza, la gente es dividualizada en una vida para el capital , la riqueza virtual cada vez mas exigente y una muy pequeña vida para su crecimiento personal, la naturaleza es contaminada porque no es riqueza real, es producción de basura masiva para la producción de riqueza virtual, números en cuentas que crecen pero pueblo que no se desarrollan porque no pueden encontrarse todo esta llevado al crecimiento del capital y en esa lucha por el crecimiento nos enfrentaremos porque necesitamos expandir el mercado al punto que todos terminamos siendo la mercancía en un capitalismo informativo ¿Qué paso? Que el ser paso a ser el capital y entonces cuando hablamos de libertad no hablamos de la libertad del hombres sino del capital. El cual nos empobrece como un tumor a todos pero en su virtualidad nos dice que somos ricos. ¿Cuál es el problema? Quisieron evadir la gravedad del devenir y evadiéndola perdieron la levedad del ser, haciéndose el capital cada vez mas pesado para todos ¿Cuál es la solución? Una socialización radical ontológica un inhalar toda la fuerza que se lleva el capital y con ella realmente alimentar todo el cuerpo para luego exhalar una nueva levedad con competencia realmente libre , pareja, una vez se vuelva a logar el capital , lo volvemos a inhalar así por fin logramos una complementación, ¿Podrá el hombre libremente liberarse de su apego a su riqueza virtual? No, solo Dios puede.  

 

 

 

Y estaba allí el pozo de Jacob. Entonces Jesús, cansado del camino, se sentó así junto al pozo. Era como la hora sexta.
7Vino una mujer de Samaria a sacar agua; y Jesús le dijo: Dame de beber.
8Pues sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar de comer.
9La mujer samaritana le dijo: ¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? Porque judíos y samaritanos no se tratan entre sí.
10Respondió Jesús y le dijo: Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, y él te daría agua viva. 

 

 

¿Cuál es el don de Dios?

 

La vida misma, pero ¿Que es la vida? 

 

La respuesta ontológica está   en las 5 fuerzas que fundamentan todo.

 

Empecemos con la gravedad del devenir los agujeros negros tiene una concentración de masa en su interior tal que atraen todo a su interior, pero acaso eso no es la nada una implosión tal de energía que crea una concentración de masa así en la nada está  el ser y cuando este se libera se produce la levedad del ser esta fuerza cósmica que hace que todo se expanda.

                                       1

                                        

                                   10→ 1

                                        

                                                                                           1

 

 Si queremos redeconstruir la organicidad del lenguaje tendremos que hacerlo desde la gravedad del devenir y la levedad del ser como fuerzas fundamentales de todo.

 

Miremos su proceso en un espejo ya que estamos especulando.

 

 

1→0→1

 

 0←1←0   

 

 

Empezamos con lo de abajo la gravedad del devenir está  en la nada  como fuerza implosiva centripeda, más la fuerza en su interior vence y se produce la levedad del ser

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

                                                        

                                                        

                                                        

                                             ←→←1 →←→  

                                                       

                                                       

                                                          

 

 

¿Pero porque una fuerza vence a la otra?

 

Solo se la puede explicar desde el amor y es que la levedad del ser nos dará toda la creación más esa levedad luego se invertirá en gravedad 0←1←0 y es que la gravedad atrae, es como un acto sexual universal  el pene sale y entra a la vagina, así se da la levedad del ser pero esta levedad es absorvida por la gravedad del devenir, teniendo a la voluntad de ser o el anti espíritu absoluto que se autoconoce como nada , podemos concluir que todo es una ilusión y que lo único que hay es la nada o podemos más bien concluir que gracias a la nada es que hay realidad  y que por la mismo hay verdad en todo lo que hay   

 

 

        01←1←0

 

Así en la nada descubrimos el ser 

 

Este descubrimiento de lo que hay es el primer producto de la conciencia.

 

Luego en su reflejo nosotros nos religamos con la levedad del ser he aquí el espíritu

 

1→0→10  

 

Su primer producto es el símbolo ¿Que busca el espíritu?  Ser en esa levedad más la levedad nos lleva a una síntesis con la gravedad y en esa síntesis el espíritu se absuelve.

 

He aquí el misterio pascual como reflejo del misterio dharmico.

 

En el misterio dharmico hay un redimir un ir adentro y adentro nos iluminamos

En el misterio pascual hay un existir un ir hacia fuera y afuera somos luz.

 

 

Y entonces encontramos la levedad del ser en nuestro interior y la compartimos con el mundo ahí están los ríos de agua viva, la organicidad el lenguaje tenemos las 5 fuerzas:

 

      

Gravedad del devenir

Levedad del ser

Voluntad

Espíritu

Amor

 

La voluntad y el Espíritu surgen de una combinación  de la levedad del ser y la gravedad produciendo síntesis y asíntesis.

 

En el fondo

1→0→10 están simplifcados

Porque uno es igual a  1=1→0→1

 

Y 0 es igual a  0←1←0 

 

Y el 10 es igual a  1→0→1→0→1→0→1→0→10

 Y el 01 es igual a    10←1←0←1←0←1←0←1←0

 

Entonces siempre está  el proceso de traspaso aunque si escribo

 

1→0→1→0→1→01   El  espíritu tiene como producto un artificio sea este musical , danzistico , poético verbal , pastico ,Etc este es el espíritu revelado

 

Y si escribo

 

10←0←1←0←1←0 

 

Es el anti espíritu y aquí descubre la metáfora dentro mío es el anti espíritu revelado.

 

 

Y cuando se escribe todo completo

 

 1→0→1→0→1→0→1→0→10  Estamos hablando del concepto

 

10←1←0←1←0←1←0←1←0  y del descubrimiento de la idea dentro de nosotros

 

 

  1→0→1→0→1→0→1→0→10 →← 10←1←0←1←0←1←0←1←0 

 

 

Cuando el espíritu y el anti espíritu se encuentran tenemos la objetividad y es que el anti espíritu la voluntad es energía y el espíritu es conciencia  y todo objetividad es producto de los dos.

 

Así mismo el espíritu puede ir retransferencialmente 

 

1←0←1

 

Como el anti espíritu transferencialmente

 

0→1→0  produciendo lo profano, abyecto , existencial y complejo.

 

De hecho el verdadero movimiento es este:

 

1←0→1

 

La explosión de la levedad del ser en la gravedad del devenir

 

 

 

 

0→1←0 

 

Y la implosión de la gravedad del devenir en la levedad del ser

 

Pero como hay productos la negación de la negación se escribe así:

 

1→0→10 

 

Y la afirmación de la afirmación así

 

10←1←0 

 

 

Pero el movimiento surge del medio de esa nada que va a una levedad interior la cual niega dialécticamente integrándola para luego negarse así misma y sacar la levedad del ser al mundo, como vida espiritual que se eleva tal cual un bailarín hiciera un gran salto, pero ese salto es un símbolo, una artificio, o un concepto, es decir una luz que ilumina nuestra conciencia.

 

   

En la afirmación de la afirmación la fuerza es implosiva la levedad del ser implosiona afirmando la nada exterior la maia para luego afirmar la nada interior es un eterno retorno a lo sagrado y cuando vaya transferencial mente hacia fuera es un eterno retorno a lo profano, en esa afirmación dela potencialidad infinita es que hay la posibilidad de una creación ilimitada.

 

 

Pero es el amor el que integra al ser y al no ser

 

   0←1←0←→1→0→1 

 

Él es el que nos da la sintransferencia

 

Y el amor es el número invisible unidad del ser y el no ser provocando así la levedad y la gravedad.      

 

  

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Pero ahora veamos los niveles de gravedad y de levedad del ser

 

 

1→0→1             Alta levedad del ser mística religiosa                                                                                     

1→0→1→0→1→0     levedad dándonos una experiencia estética sublime                                                                                                                  

1→0→1→0→1→0→1→0→10    levedad que permite una concepción grave                      

1→0→1→0→1→0→1→0→10→← 10←1←0←1←0←1←0←1←0 

Gravedad objetiva se dan los objetos y estos nos sistematizan                      

10←1←0←1←0←1←0←1←0   Voluntad gravedad flexible pudiendo trabajar formas                      

1←0←1←0←1←0         Libido gran gravedad atractiva y repulsiva                                        

0←1←0       Energía máxima gravedad hacia el interior                                                                     

 

 

 

En la cosmovisión andina se comprende varios niveles de densidad de energía:

 

 

 

Entre el Samay levedad del ser  y el Jucha gravedad del devenir 

 

 

Donde el kallpay fuerza vital  manifiesta su  Kamac en un kamaquin particular abriéndose en el Kausay a una voluntad de vida

 

https://www.youtube.com/watch?v=sXKqBZxxEUw&t=4951s

 

 

De hecho entre más abajo estemos más posibilidad habrá de contra transferencias de conflictos de jucha porque la gravedad del devenir será más fuerte, en cambio mientras más alto estemos todo será sami sin conflictos fluyendo libremente pero la levedad del ser más alta se encuentra en la gravedad del devenir más baja, una es reflejo de la otra, si yo me quedara en la levedad del ser mi caída sería terrible, si yo me quedara en la gravedad del devenir   terminaría destruyéndome lo organizo es que una nos lleve a la otra.

 

 

Así tenemos más levedad del ser en el Espíritu absoluto que es experiencia mística

 

Pero en el espíritu revelado eso es música E2(E2.1)  Habiendo un espíritu absoluto en el espíritu revelado

 

En el subjetivo es ontología E3(E3.1)  Haciendo un espíritu absoluto en el espíritu subjetivo

 

 

Es decir según la ley redistributiva  en todos los espíritu están todos los espíritus

 

 

E1 ( E1.1, E1.2, E1.3, E1.4,) 

 

  E2 (E2.1, E2.2. E2.3, E2.4)

 

 

E3 (E3.1, E3.2, E3.3, E3.4) 

 

E4 (E4.1, E4.2, E4.3, E4.4)

 

 

    Con el anti espíritu las cosas se invierten

 

 

E5 (E5.1, E5.2, E5.3)    

 

 

Y sabemos que nostros por el pecado estamos en el espíritu desintegrado 

 

 

E6 (E6.1, E6.2, E6.3, E6.4, E6.5, E6.6) 

 

 

Y que solo logrando el espíritu integro E7  salimos del espíritu desintegrado

 

 

 

 

10←1←0←1←0←1←0←1←0 ←1←0←1←0←1←0←1←0←10 

 

 

Para vencer al espíritu desintegrado del todo con el espíritu infernal 

 

 

 

1→0→1→0→1→0→1→0→10→0→1→0→1→0→1→0→1→01 

 

E8

 

 

Y lograr el espíritu santo

 

E9

 

 

 

 

 

            10←1←0←1←0←1←0←1←0←→1→0→1→0→1→0→1→0→10 

 

 

 

 

Este espíritu tiene el extremos de la gravedad y el extremo de la levedad es el  Ahayu diria Gamaliel Churata la raíz principal.

 

 

 

Pero entonces de que se trata ¿De alcanzar la levedad  del ser para salir de la cueva o de ahondar en la cueva para lograr la mayor gravedad? 

 

 

 

Si comprendemos que la historia la lleva el diablo se trata de salir de su influencia recuperando la organicidad del lenguaje y entonces la cueva ya no es una cueva es un campo ontológico donde la transferencia y retransferencia fluyen en una sintreferencia divina    como ríos de agua viva, esos ríos solo son posibles desde el corazón de animal  que nos propone Gamaliel Churata, solo ese corazón puede amar más alla de una razón instrumental y de una voluntad con ansias de poder.

 

 

 

Llegando a la máxima vibración de la levedad esa vibración que ya no vibra y a la mínima en la gravedad del devenir pero sobre todo atravesando una y otra, esto es lo que nos propone Gamaliel Chura recreando el mito andino dándonos una poderosa levedad que nace de la gravedad más profunda.

 

 

 

   

 

 

He aquí lo que he llamado el Realismo psíquico, alfabeto del incognoscible, punto de partida para estructurar todo organismo político o mental. No se oculte a ustedes que esta esquematización, desprovista de pretensiones académicas, determine la radical transformación de los conceptos sociales, políticos e históricos que han predominado en el mundo hasta el siglo XX, y que su aceptación por la ciencia con autoridad señalará el arranque de una nueva cultura y hasta de nueva humanidad para el planeta todo. Churata, Primera conferencia en el cine Puno Pionero en teorizar paradigmas andinos de conocimiento en contextos culturales que desde la primera mitad del siglo XX presagiaban la emergencia de lo que hoy día conocemos como “globalización”, Gamaliel Churata (1897-1969) es una figura intrigante y desafiante, comparable a José Carlos Mariátegui, César Vallejo o José María Arguedas, pero voluntariamente emparentada con Guamán Poma de Ayala y los distintos ciclos de insurgencia indígena en los Andes. Afortunadamente, en lo que corre del siglo XXI Churata ha dejado de ser el gran desconocido de la literatura latinoamericana, lo prueba la ya inabarcable bibliografía en torno a su obra y la internacionalidad de la crítica que de ella se ocupa.1 Más aún, se ha convertido en un escritor imprescindible para facilitar conversaciones creativas con los distintos “giros” que ha tomado la crítica y la teoría cultural en las últimas décadas, incluyendo aquellos que cuestionan la universalidad   del humanismo filosófico: el “giro ontológico”, el “giro post-antropocéntrico”, el “giro animal” y el “giro espectral”. Estas aperturas epistemológicas que hoy revitalizan el pensamiento crítico fueron tempranamente ensayadas por Churata, cuando (desafortunadamente) todavía no se había constituido una zona receptora de estas innovaciones en el pensamiento y menos aún un sujeto interlocutor. De aquí la figura del escritor solitario y sin público que lo acompañe en su querella contra el humanismo civilizatorio que la tradición filosófica occidental había convertido en hegemónico. No conozco mejor relación del desencuentro de Churata con su tiempo que aquella forjada por Riccardo Badini: “Churata es un escritor que vino del futuro” (2010). En contraste con ese desencuentro, hoy día Gamaliel Churata es una figura resucitada cuyas intervenciones, ya sean literarias, políticas, periodísticas o filosóficas, convocan a una gran variedad de interlocutores, desde jóvenes cartoneros(as) y estudiantes, hasta feministas, poetas, artistas plásticos y académicos que desde distintas disciplinas debaten los desafíos que las indigeneidades descolonizadoras plantean a los diseños globales de conocimiento. En torno a estos debates, en noviembre del año 2016 se realizó en la Universidad de Pittsburgh el primer Simposio Internacional dedicado a la obra de Churata, anunciado en inglés con el título de Gamaliel Churata: Envisioning The Circulation Of Andean Epistemologies In The Age Of Globalization [Gamaliel Churata: Columbrando el flujo de epistemologías andinas en la edad de la globalización].2 El proyecto de un Simposio Internacional dedicado a la obra de Churata recogía la provocación que en 1989 había lanzado Antonio Cornejo Polar cuando advirtió que Churata era “uno de los grandes retos no asumidos por la crítica peruana” (1989, 140). Asombrosamente, no fue Cornejo Polar quien abordó al estudio de su obra. De esa tarea se ocuparon primero los churatistas puneños y después, siguiendo esos pasos, las primeras generaciones de churatistas universitarios, muy particularmente los estudiosos y críticos que participaron en el mencionado Simposio: Maya Aguiluz Ibargüen, José Luis Ayala, Riccardo Badini, Marco Thomas Bosshard, Jorge Coronado, Meritxel Hernando Marsal, Elizabeth Monasterios, Helena Usandizaga, José Luis Velásquez Garambel y Ulises Juan Zevallos. Todos ellos, integrantes de un colectivo con aspiraciones de ayllu deliberante que ha optado por trabajar en comunidad, que acoge a quienes se interesan por la intervención churatiana, y que hasta el momento ya ha generado aportes considerables al estudio y comprensión de su pensamiento. Rasgo distintivo del Simposio celebrado en Pittsburgh fue la participación de Amaratt Peralta, el único hijo sobreviviente de Churata y albacea de su obra inédita, quien ofreció un conmovedor testimonio sobre la singular relación que mantuvo con su padre. El texto de ese testimonio quedó felizmente incorporado en las páginas de este libro. Otro de los rasgos distintivos del Simposio de Pittsburgh fue el giro conceptual que tomó la reflexión sobre Churata una vez que El pez de oro, tradicionalmente percibido como el único libro del escritor, empezó a ser comprendido como parte integrante de una obra extensa y compleja, cuyos primeros dos tomos son El pez de oro (1957) y Resurrección de los Muertos ‒libro póstumo publicado en 2010 bajo el cuidado de Badini. A estos dos libros sigue una serie de manuscritos inéditos que incluyen textos narrativos, poéticos y dramáticos entramados entre sí y con los libros ya publicados, construyendo la figura una sola obra compuesta de varios volúmenes que no funcionan como libros individuales, sino más bien como un solo cuerpo que en diferentes tonos y con diferentes voces y personajes, proponen un entendimiento de los seres humanos “como animales de la tierra y no como concepciones abstractas de la metafísica” (“Conferencia en la Universidad Federico Villarreal” 67). En varias oportunidades Churata se refirió a esta particularidad de su obra, caracterizándola como “una concepción quizá ambiciosa del pensamiento humano”, “una suerte de epopeya del Hombre-Animal” conformada por 18 volúmenes de los cuales únicamente logró publicar el primero. Es fascinante escuchar a Churata explicando el proyecto y la estructura general de su obra: Mi obra pertenece a una concepción quizá ambiciosa del pensamiento humano. Está compuesta de 18 volúmenes. De ellos está publicado: El pez de oro. (Conferencia en la Universidad Federico Villarreal 66-67) […] el volumen édito es sólo el primero de otros que le siguen, y que complementarán acaso una suerte de epopeya del Hombre-Animal. En efecto, tras El pez de oro, debe aparecer Resurrección de los muertos, de mayor número de páginas […] Tras ese volumen viene otro, denominado Mayéutica, en poemas didascálicos […] A Mayéutica habrá de seguir un diálogo que he denominado Platón y el Puma, […] Y ya le seguirán Khirkhilas de la Sirena, poemario titikaka, […] Luego, Balalas, haylli inkásiko […] Tras esto vendría otro de nuestra singular dramática: Los pueblos resucitan […] Y ya entramos a las Biorritmias del Tawan [y] Harawi Hiwa […] Y allí cierra el periplo con la pieza Khoskho Wara, diálogo que se produce en el primer planeta a que el hombre tendrá que dirigirse cuando las condiciones biológicas del nuestro hubiesen seguido proceso de linfatización, si así puede decirse, y ya resultase inadecuado para mantener la vida como lo ha hecho hasta hoy. (“El pez de oro o dialéctica del realismo psíquico…” 25-26). Lo que está en juego en los estudios churatianos, entonces, es el carácter necesariamente provisional de las aproximaciones que hacemos a una obra que en gran parte todavía permanece inédita y en la que no podemos proyectar hábitos convencionales de lectura. Siguiendo pautas que el mismo Churata dejó anotadas, es posible pensar su obra como una enciclopedia anti-ilustrada del conocimiento, una “nueva enciclopedia” cuyo antecedente epistemológico es la “nueva corónica” de Felipe Guamán Poma de Ayala. En su funcionamiento, la mencionada enciclopedia articula una poderosa interpelación al excepcionalismo de la cultura universal, desafía las utopías modernas exponiendo la inviabilidad de sus teodiceas y propone que, para superarlas, hace falta el concurso de una voluntad para desentenderse del hombre-letra y atreverse a una reconstrucción inteligente del hombre-animal ‒metáforas conceptuales que el autor empezó a construir en El pez de  oro y dejó plenamente desarrolladas en Resurrección de los Muertos. Novedosos e inquietantes, estos planteamientos problematizan la discusión oralidad-escritura en los estudios andinos, básicamente porque la figura del hombre-animal que construye Churata no se diferencia del hombre-letra en virtud a la dicotomía oralidad-escritura. Aquí la lógica es otra: más que al hombre-de-la-oralidad, el hombre-animal convoca una conciencia anterior a la tiranía del Verbo en cuanto enunciación (oral o escrita) que define lo humano racional: Si se revisan leyendas de las plebes iletradas, mas valiosas cuanto ellas provienen de los grupos humanos todavía llamados salvajes, se tiene que […] la facultad de conocimiento del animal hombre en cuanto se refiere a los valores de propia naturaleza, ha sido obliterada por el despotismo hueco de la letra. O el Verbo, que es el principio de las cosas y de los tropos de trapo. (Resurrección de los Muertos 332) Nos acercamos así a la revolución mental que propone un escritor desvinculado de parámetros universales que ordenan el mundo en función al antagonismo bárbaro/civilizado. Por eso, en Resurrección de los Muertos, nos advierte que el pensamiento es anterior al Verbo, que los idiomas nacieron sin letra, y que el mayor obstáculo de la filosofía consiste en suponer que: el conocimiento es igual a la cosa conocida puesto que se conoce con palabras; por lo que más lógico es sostener que el hombre conocerá sólo aquello que su palabra pueda describir, por lo que su conocimiento irá hasta donde alcance su palabra. (Resurrección de los muertos 61) Más allá de la “cosa conocida” y del Verbo o la letra que la nombra, está lo que Churata denominó “alfabeto del incognoscible”. A la discusión y comprensión de ese alfabeto-analfabeto que dio forma al proyecto de una enciclopedia anti-ilustrada, estuvo abocado el Simposio de Pittsburgh. Seguramente preliminares y todavía en etapa inicial, las discusiones allí planteadas marcaron un momento de inflexión en los estudios churatianos. Sin desatender el trabajo que todavía requiere la biografía y la obra publicada de Churata, se vio la urgencia de impulsar el estudio de los manuscritos inéditos y de reflexionar sobre el potencial teórico y conceptual que tiene su obra para contribuir, desde una epistemología andina, a debates actuales sobre los límites del humanismo ilustrado, la construcción de nuevas conciencias ontológicas, el igualitarismo de la vida y las posibilidades o imposibilidades de aniquilarla. Gamaliel Churata. Interpelaciones al excepcionalismo de los saberes universales desde una concepción ambiciosamente crítica del pensamiento humano, captura este momento de inflexión en los estudios churatianos. El libro se inicia con un trabajo del investigador puneño José Luis Ayala que caracteriza a Churata como un escritor “adscrito a la construcción de un mundo en el que la igualdad fuera una conquista extensiva a todos los seres vivos”. En base a entrevistas realizadas entre 1985 y 1997 con el legendario dramaturgo y poeta quechua Inocencio Mamani y Ruth Peralta Castro, la hija mayor de Churata que hasta hace poco todavía vivía en Puno, Ayala saca a luz aspectos desconocidos (y perturbadores) de la vida del escritor, que seguramente enriquecerán la óptica de sus biógrafos y abrirán horizontes a los futuros estudios que se hagan de su obra. Ayala, además, autorizó que en este libro se publicaran (por primera vez fuera del Perú y de un círculo limitado de lectores) sus entrevistas a Inocencio Mamani y Peralta Castro, como también una serie de cartas, una de ellas firmada por Churata, que documentan las causas y consecuencias de su regreso al Perú en 1964, después de 32 años de exilio en Bolivia. La importante figura del dramaturgo quechua Inocencio Mamani reaparece en el trabajo de Jorge Coronado (“Gamaliel Churata y las prácticas letradas indígenas”), esta vez para puntualizar aspectos claves de las relaciones entre intelectuales indígenas como Mamani y mestizos que, como Mariátegui y Churata, tuvieron percepciones muy distintas de la intervención literaria indígena en el Perú de principios de siglo XX. Mientras Churata advertía su legitimidad histórica y la reconocía como expresión literaria, Mariátegui consignaba la dificultad de “situarla” y admitirla como literatura. La dramaturgia de Mamani, en su opinión, constituía un caso límite de la tradición letrada y no una discontinuidad que inscribía la existencia de literatura propiamente indígena en el Perú --asumía Mariátegui que los sujetos indígenas todavía no estaban en condiciones de producir trabajo literario. La tesis que propone Coronado es que detrás de estas discrepancias en la apreciación de la creatividad indígena actuaban dos funciones distintivas del indigenismo: una representacional, sintomática del típico tutelaje indigenista; y otra facilitativa, por medio de la cual algunos indigenistas se involucraron orgánicamente con los sujetos indígenas y fortalecieron espacios de intercambio intelectual y agencialidad política. Mariátegui, que frente al contexto sociopolítico se adscribía abiertamente a la función facilitativa del indigenismo, ante la dramaturgia de Mamani se replegaba, conservadoramente, a la representacional. En este doble estatuto del régimen indigenista sitúa Coronado la dificultad que hasta hoy día tienen los estudios andinos para dimensionar intervenciones indígenas en la esfera letrada y, de paso, reconocer en Churata a un escritor atípico del indigenismo. Los siguientes tres artículos ofrecen distintas aproximaciones al trabajo de Churata en su articulación con el proyecto de una “enciclopedia anti-ilustrada del conocimiento”. Ahondan, por tanto, en la capacidad que tiene su obra para dialogar con debates actuales sobre los límites del humanismo ilustrado y la construcción de una nueva conciencia ontológica. La contribución de José Luis Velásquez Garambel (“Lógicas fronterizas de Gamaliel Churata o alegorías de El pez de oro”) pone en primer plano la “cuestión del mito” como herramienta para discernir la resistencia de Churata a reproducir en la literatura racionalidades hegemónicas de pensamiento. El artículo propone que de manera análoga a como Nietzche abordó el estudio de la antigüedad griega para cuestionar el mundo construido por la razón, el sentido histórico y la moral, Churata se adentra en el conocimiento de los mitos andinos del área lacustre del Titikaka para construir una mitología personal y colectiva orientada a descolonizar el pensamiento. Para ello, recupera figuras mitológicas que ni la extirpación de idolatrías ni la embestida del discurso racional lograron erradicar de los ayllus andinos, como la del Puma y las “sirenas”, con las que forja los inquietantes personajes de El pez de oro: el Khori-Puma, la Sirena del Titikaka y el Khori-Challwa, hijo de ambos. Paso a paso, Velásquez Garambel nos va mostrando cómo estos personajes, además de creaciones simbólicas, encarnan comportamientos que asustan, pero que en su funcionalidad epistemológica dan cuenta de un profundo sentido comunitario de la existencia humana expresado a través de prácticas de antropofagia. Desafiantes, los personajes de Churata han de devorarse unos a otros para renacer en un mundo liberado de autismo social e individual. 

 

 

En “Viajes filosóficos en El pez de oro: traducciones, confrontaciones y discusiones”, Helena Usandizaga profundiza el estudio de la narrativa caníbal y shamánica de Churata mediante el estudio de uno de los capítulos más extraños de El pez de oro, titulado “Los sapos negros”, donde la antropofagia nos llega sin filtro, obligándonos a “digerir” el insólito relato de un hijo que muere; de un padre que devora al hijo que ha muerto; y de ambos renaciendo el uno en el otro. No es fácil este capítulo de El pez de oro, pero el trabajo de Usandizaga lo “digiere” inteligentemente para nosotros y nos permite entender el “apetito” del personaje como metáfora de un “hambre” por construir existencias distintas al sujeto individual, racional y monolítico que propone el humanismo clásico. La famosa expresión “¡TÚ ERES NAYA!” repetida en varios capítulos de El pez de oro (205, 283, 294, 859) y que traducida al castellano se lee: “¡TÚ ERES YO!” adquiere entonces pleno sentido. Una elaboración más pedagógica de lo mismo, puede apreciarse en uno de los fragmentos del capítulo titulado “Mama Kuka”, cuando se explica la superación del yo-individualizado por la figura del yo-vinculado a los otros: Un hombre es un pueblo, en tanto ese hombre es del pueblo. ¿Me entiendes? Pero para que exista la entidad política a que se llama pueblo, es preciso que se forme de muchos ciudadanos como ése que, individualmente, es pueblo. Así pues, para [que] yo sea posible como hombre debo ser “yo” pero en “ellos”. Sin mi “yo”, el “ellos” es una abstracción. No te diré la sinfonía soy yo, ni ella, ni Él; pero sin Él, sin ella y sin “naya”, la sinfonía no existe” (552). La contribución de Meritxell Hernando Marsal ahonda en la comprensión de esa sinfonía indagando cómo se construyen en Churata existencias distintas al sujeto moderno racional. Una de las originalidades de su trabajo es mostrarnos que más allá del grito modernista de Rimbaud “Yo es otro”, en Churata los “otros” son el yo, entendiendo que esos “otros” pueden ser humanos, pero también no-humanos; que pueden estar vivos, pero también muertos; que pueden ser dioses, fantasmas, o cuanta existencia con intencionalidad y agencia pueda manifestarse. De esa nueva forma de entender la existencia (y la vida) deriva una nueva forma de conocimiento, un verdadero giro ontológico anti-universalista que Hernando Marsall vincula al “perspectivismo   amerindio” que el antropólogo brasileño Eduardo Viveiros de Castro propuso para el conocimiento de las culturas amazónicas. Asumiendo, con Viveiros de Castro, que “una perspectiva no es una representación”, Hernando Marsal observa que en Churata esos “otros” que constituyen al “yo” posicionan formas inéditas de entender la existencia y de actuar políticamente desde esas virtualidades. El Layka [brujo] en Churata y el shamán en Viveiros de Castro encarnan esa agencialidad: articulan un discurso, pero los que hablan están en otro lugar. El título que Hernando Marsal le da a su trabajo resulta entonces iluminador: “Quién habla cuando el Layka canta: La política discursiva de El pez de oro, de Gamaliel Churata”. De estas interpelaciones al humanismo clásico y la racionalidad moderna deriva la importante discusión del impacto que Churata puede tener en la teoría cultural actual y muy particularmente en los marcos teóricos que ha forjado la crítica cultural latinoamericana. De ello se ocupa el trabajo de Marco Thomas Bosshard, significativamente titulado “Gamaliel Churata como reto para la crítica literaria y teoría cultural latinoamericanas o cómo repensar las heterogeneidades del mundo contemporáneo”. Entendiendo que el paradigma de la “heterogeneidad” planteada por Cornejo Polar para el estudio de literaturas andinas se ha convertido en instrumento teórico clave para el análisis cultural latinoamericano, Bosshard postula que en el trabajo de Churata se llega producir una superación de ese modelo toda vez que sus personajes y tramas narrativas consiguen disolver la “heterogeneidad conflictiva” causante de que texto, autor y lector pertenezcan a mundos y valores antagónicos –como se constata, por ejemplo, en la estética indigenista. Tan notable superación del paradigma de la heterogeneidad asoma en las páginas de Resurrección de los Muertos, donde el marco epistemológico occidental representado en la figura de Platón se andiniza y el andino, simbolizado en la figura del Profesor Analfabeto, se occidentaliza. Teóricamente, asistimos a una transculturación desde abajo que pulveriza el régimen de las desigualdades (factor central al paradigma de la heterogeneidad) y da paso a una expresión literaria donde las homogeneidades ideológicas y epistemológicas pueden coexistir con la multicultural, multiétnica, multilingüe y multiespecie realidad del mundo. Al final de Resurrección de los muertos, nos dice   Bosshard, ya no hay voces antagónicas, sino múltiples y distintas voces (humanas y no humanas, procedentes de seres vivos, pero también de los que han muerto) compartiendo un mismo common sense: la defensa de la VIDA en todas sus posibles manifestaciones. Más que una homogeneidad utópica, entra en juego la construcción de universos narrativos no excluyentes y la práctica performativa de obras literarias “diversamente homogéneas” o “uniformemente heterogéneas”. Sugerente y provocativo, Bosshard nos invita a pensar que en el trabajo de Churata la literatura y la crítica cultural latinoamericana enfrentan textos que se inician bajo el signo de la heterogeneidad, pero que en su desarrollo la superan. Ahondando el impacto de Churata en la teoría cultural actual, la contribución de Riccardo Badini expone la impresionante performatividad que este autor le imprime al estatuto y al trabajo de la ficción, constituyéndose en precursor de lo que hoy día se conoce como performance studies. Churata, nos dice Badini, se guiaba por una sensibilidad ecléctica infundida seguramente de vanguardismo, pero sobre todo por una voluntad de no dejarse encapsular por la escritura, sino más bien de instalarse antes o después de ella, entendiendo que lo importante eran los hechos, no las letras. Revisando manuscritos inéditos, Riccardo encontró anotaciones reveladoras, que nos muestran a un Churata consciente de que, si como escritor se ha valido de las letras, eso se debió “exclusivamente a no saber cómo hacerlo mediante hechos”, pues es en “hechos” que sintió siempre su “verdadero idioma”. Sorprendentes por su sagacidad, estas declaraciones permiten entender de dónde proviene la lógica dramática que atraviesa toda su obra, desde El pez de oro, que se inicia con una lista de Dramatis Personae, hasta Resurrección de los muertos, ya totalmente concebida como evento dramático. Hasta hace poco, sin embargo, ni siquiera se sospechaba la existencia de un teatro churatiano. Innovativo como siempre, Badini da a conocer al Churata dramaturgo mediate el estudio de una pieza titulada Epílogo en Khoskhowara. Rescatada de entre los manuscritos inéditos y reproducida en su totalidad en este volumen, esta pieza fue concebida como epílogo al proyecto de esa “epopeya del hombre animal” que Gamaliel Churata le planteó a su época y a la venidera. Por vez primera, quienes se interesan por el fenómeno Churata, tendrán  

 

 

la oportunidad de apreciar una propuesta teatral única en más de un sentido, porque aparte de revelar a un dramaturgo andino, revela también la claridad con la que abordó, desde el arte performativo, la destructiva causalidad que a la larga tendrían las acciones humanas sobre la vida del planeta –proyecto que lo identifica como iniciador de una audaz combinación de epistemología andina, teatro, y ciencia ficción. El mismo Churata, en una conferencia de 1965, señaló que Epílogo en Khoskhowara está escenificado en el primer planeta a que el hombre tendrá que dirigirse cuando las condiciones biológicas del nuestro hubiesen seguido proceso de linfatización, si así puede decirse, y ya resultase inadecuado para mantener la vida como lo ha hecho hasta hoy. (“El pez de oro o dialéctica del realismo psíquico…” 26). 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 

 

 

 

 

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