lunes, 24 de junio de 2024

Filosofía del sabor espiritual

 

Filosofía del sabor espiritual

Tercer cuerno

 

Cuarto de la Reina.

POLONIO.- Va a venir al momento. Mostradle entereza, decidle que sus locuras han sido demasiado atrevidas e intolerables, que vuestra bondad le ha protegido, mediando entre él y la justa indignación que excitó. Yo, entretanto, retirado aquí, guardaré silencio. Habladle con libertad, yo os lo suplico.

.- Madre, madre.

GERTRUDIS.- Así te lo prometo, nada temo. Ya le siento llegar. Retírate. 

- ¿Qué me mandáis, señora?

GERTRUDIS.-  Muy ofendido tienes a tu padre. 

.- Madre, muy ofendido tenéis al mío.

GERTRUDIS.- Ven, ven aquí; tú me respondes con lengua demasiado libre.

.- Voy, voy allá... y vos me preguntáis con lengua bien perversa.

 GERTRUDIS.- ¿Qué es esto?

- ¿Y qué es eso, madre?

GERTRUDIS.- ¿Te olvidas de quién soy?

.- No, por la cruz bendita, que no me olvido. Sois la Reina esquizofrénica paranoica, la que rompió el espejo de su alma con una histeria y una neurosis constante, la que se debería convertir en una psicópata como su madre sádica y masoquista pero aun la conciencia te conmueve y por esto estoy aquí para hablarte.

GERTRUDIS.- Bien está. Yo te pondré delante de quien te haga hablar con más acuerdo.

 

Venid, sentaos y no saldréis de aquí, no os moveréis; sin que os ponga un espejo delante en que veáis lo más oculto de vuestra conciencia. 

 

GERTRUDIS.- ¿Qué intentas hacer? ¿Quieres matarme?... ¿Quién me socorre?.. ¡Cielos!

POLONIO.- Socorro pide... ¡Oh!..

 

.- ¿Qué es esto?... ¿Un ratón? No te matare... Se de tu permanente doble moral pero primero me las tendré que ver con este doble vinculo en mi madre  quédate ahí detrás escondido y en silencio padezco de un complejo de Electra como tu hija padece de un conflicto de Edipo  ¿Podrá la filosofía sanarnos? No ella solo puede dar cuenta de la contradicción  una y otra vez y aquellos valientes que se atreven a superarla vivaran y aquellos que no serán desgarrados por ella, están los otros los Claudios de este mundo que aceptan su contradicción y en ella nos oprimen a todos ¡Cual de ellos serás madre!

Gertrudis-¿Qué  acción pretendes?

   

La del conocimiento de tu conciencia

Gertrudis-Estoy loca tú mismo lo has dicho una y otra vez

Tu locura es lucidez pero no estás tan loca como para superar tu propia locura jamás te atreves  a  traspasar tu conciencia mediada atrapada en la contradicción.

Gertrudis-Yo me mato

Si una y otra vez sin mayor éxito loca cobarde, manipuladora, voluntariosa, cuando dejaras el melodrama, esta pena por ti misma y harás de tu vida un drama importante, haciendo cargo de tu decisión y de tus consecuencias.

Gertrudis-Ya es tarde mi mente esta aturdida de tantas pastillas, ni siquiera se que día es hoy y pronto no sabré quien eres tú.

 

Borrarte, esa  es tu salida entrar con todo a tu demencia senil, estaré en tus sueños junto con mi padre, no lo comprendes.

 

Gertrudis-A qué  has venido 

 

A cocinarte, he probado la dulzura del Espíritu cuando la bondad deviene se dona, no hay que hacer mayor esfuerzo, solo confiar solo tener fe, la fe que siempre me quisiste enseñar y que nunca tuviste.

Gerturdis-La culpa fue de mi madre

 

Lo sé  a ella no la eximo de culpa, pero hace tiempo tuviste tu turno y lejos de buscar la verdad te engañaste y nos engañaste.

Gertrudis- ¡Mátame de una vez!  Viniste a matarme, hazlo sin demora   

   La muerte que busco es una muerte a tu carne para que nazca el espíritu, quiero preparar con tu alma una ensalada sagrada, que puedas contemplar la dulzura de la bondad.

 

Gertrudis-Así violentando mí conciencia

Si en esta guerra de imaginarios, donde la reflexión da cuenta de contradicción.

 

Gertrudis-Ya soy terrible, sol mala, soy egoísta

  

 No no lo eres por eso el dolor es tan grande, ere bondad todos nosotros lo somos pero tú en vez de integrarte en la bondad resiviste de tu madre un doble vinculo, ella te amo y te odio al mismo tiempo y te rompiste madre en una ezquisofrenia terrible, un espejo rajado que se rompería en cuanto crecieras y así sucedió cuando conociste a  mi padre.

 

Gertrudis-OHHH ahora quieres hablar de tu padre, el me violento, tu naciste de una violación, me case con tu padre porque tú  estabas en mi vientre, me obligaron a casarme con mi violador que más quieres saber, pero tu endiosas la sombra de tu padre y me juzgas, tu que lo odiaste en vida, que fuiste masacrado por él   ahora lo   defiendes, yo jamás ame a tu padre.

 

Lo se, como le pedimos a un espejo roto que ame pero él te amo.

Gertrudis-Él amaba a su madre, toda esa pasión la traslada a mí con una fuera y una furia, me sentí deseada, llegue a sentirme en el cielo en sus brazos pero luego todo fue un infierno, su pasión me encadeno a él, mi pasión me libraría de él, no pararía de exigirle su alma, si dijo que me amaba entonces que me ame a para siempre, yo debía ser su reina, nadie más.

 

Asi fue como lo mataste

Gertrudis-Así fue como el murió, en su idolatría, que primero tuvo a su madre y que luego a mí  me la juro , para después querer irse, querer dejarme, sacarme la vuelta, encerrarme en los manicomios para librarse de mí, no nó lo dejaría ,no se libraría de mi, primero que estalle su páncreas , su hígado que se hiele toda su sangre.

 

Pero la culpa te desgarra

Gertrudis-Me  enloquece todos los días me enloquece, yo ame a tu padre desde mi bondad de niña que siempre estuvo ahí, yo lo ame, lo espere, le creí todas sus mentiras y en algún momento hasta pensé que era feliz, lo lleve a Dios para sanarnos, le enseñe a orar junto conmigo pero mi Dios no era su Dios, su Dios era el de una revolución comunista el mío, era el de la continua revolución capitalista, el que nos bendice y no hace faltar nada a los justos en vez de que Dios nos uniera él nos separó  para siempre.

Es que no conociste a Dios, al verdadero Dios

 

Gertrudis-Y tu sí, no seas ingenuo ¿Qué te ha enseñado tu filosofía?  Una vez nombrado ese Dios desaparece ya no es Dios es tu ideología.

Lo sé  la filosofía no es aquella que nos ayuda a recrear conceptos sino a superarlos, así  como la verdadera religión supera toda religión, así  como el verdadero arte supera todo artificio, déjame cocinarte, puedes aun saborear el sabor dulce de tu bondad.

Gertrudis-¿Puedes tú  saborearla?

 

Si aún está  ahí mi bondad, todo mi corazón se deshace por mis hijos y aun por mi mujer y a veces por mi prójimo.

Gertrudis-Sin doble vinculo, donándote sin ningún interés.

 

Si puedo hacerlo   

         

  Gertrudis-Lo se lo hiciste desde niño, pero desde niño también castigaste a todos los que no eran reciprocos a esa bondad, como si fueras un Dios.

 

Me saboreaste desde niño

Gertrudis-Y desde que eras  niño te tuve miedo, no habían grises solo eran blancos o negros. ¿Por qué crees que nunca has podido redimirte?               

Me he redimido, he vuelto a Dios

Gertrudis-Pero nunca completamente, buscas la sintransferencia, la sintergia, la sincronicidad la gran síntesis más allá  de lo causal y de lo casual, pero no puedes llegar a ella porque nos juzgas y nos condenas, no eres un Cristo, eres un anticristo viniste a maldecir al reino no a salvarlo.

 

Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh  

Gertrudis-Por fin estás loco, por fin sientes la contradicción en todo tu ser, por fin sabes lo que sufre tu madre, por fin puedo decir que eres el hijo de mis entrañas ahora que ante esa verdad de tu conciencia que!!!, te atreverás a cumplir tu destino, destruirás todo este reino o seguirás jugando ala mascara de niño bueno.

 

Adkljañdlfjkalñdfjk flkjflñkjadñlfkj añkjfañlkdjfalñdkfjlñdkjfñaldksfj kfjañlk fjalñk fjalñdkfj lñakfjlñkfjalñfjk alñkfj ñl kfjlñdkfjlñdkfjñldkfjlñdkfjlj lkjflñkjfñlkdjfñd kfjñdk fjñldfjk lñkfj ñlkfjñldkfj lkjflñkjflñkj  lkfjlk fjlñdkfjlñdkfjlñdkfjlñdkfjlñdkfjñlfjñldfj  fkjalñdkfjlñdkfjñlfjklñdfkj kjflñkdfj alñsfkjñlfjkñlfkjlñdkfjldfkj dlñfjlñdjkfñdfjkafjk lñdjk fñlfjk kjfakfjlñaskfjñasljk fñalsfjk ñlfkjñlsdfjk lkjflñ fjkljkflfjk 

 

Gertudis-Te intente alejar de mí siempre te intente alejar de mí solo para salvarte de ti mismo pero ahora tú quieres atrevesarme, atraviesa pues al anticristo que vive en ti véncelo.

 

Lfkad{fklñdklfañdfkadñkfadñklfadñlkfadñfkñ{dfkladñlfdfñk no puedo hacerlo sin ti madredlñfka{ñfkladñlfka{dlfka{dflñk no peudo hacerlo sin tiñlakdflñakd{ñflkadlkf{adlkfañldfk{añdflkfflkfDios ayúdame dfñlkadfkadfkafk{kf{kfakfkfkfkfkdldfkfklffklUn Rey de botarga... ¡Oh! ¡Espíritus celestes, defendedme! Cubridme con vuestras alas... ¿Qué quieres, venerada Sombra?

 

GERTRUDIS.- ¡Ay! Que está fuera de sí.

 

¿Vienes acaso a culpar también la maldad  de tu hijo, que debilitado no puede tener  compasión de su madre, o era este tu plan sombra que nazca en mí el anticristo?... Habla.

 

Sombra-No te olvides. La bondad no puede ser superada por la maldad. ¿Pero, ves? Mira cómo has llenado de asombro a tu madre. Ponte entre ella y su alma agitada y hallarás que la imaginación obra con mayor violencia en los cuerpos más débiles. Consuelala sos su demonios los que la devoran y te devoran.

 

¿En qué  pensáis señora? 

 

GERTRUDIS.- ¡Ay! ¡Triste! Y en qué piensas tú que así diriges la vista donde no hay nada, razonando con el aire incorpóreo. Toda tu alma se ha pasado a tus ojos, que se mueven horribles, y tus cabellos que pendían, adquiriendo vida y movimiento, se erizan y levantan como los soldados, a quienes improviso rebato despierta. ¡Hijo de mi alma! ¡Oh! Derrama sobre el ardiente fuego de tu agitación y la paciencia fría. ¿A quién estás mirando?

 

A él, a él... ¿Le veis, que pálida luz despide? Su aspecto y su dolor bastarían a conmover las piedras... ¡Ay! No me mires así, no sea que ese lastimoso semblante destruya mis designios crueles, no sea que al ejecutarlos equivoque los medios, y en vez de sangre se derramen lágrimas.

 

GERTRUDIS.- ¿A quién dices eso?

 .- ¿No veis nada allí?

GERTRUDIS.- Nada, y veo todo lo que hay.

.- ¿Ni oísteis nada tampoco?

GERTRUDIS.- Nada más que lo que nosotros hablamos.

- Mirad allí... ¿Le veis?... Ahora se va... Mi padre..., con el traje mismo que se vestía. ¿Veis por donde va?... Ahora llega al pórtico.

GERTRUDIS.- Todo es efecto de la fantasía. El desorden que padece tu espíritu produce confusiones vanas.

 

¿Desorden? Mi pulso, como el vuestro, late con regular intervalo y anuncia igual salud en sus compases...pero es cierto por fin estoy loco madre y puede ver cara a cara a mi anticristo, este que ha venido a matarte  por lo mismo te pido perdón ahora comprendo que no puedes ver más allá  de tu propia maldad, que no es otra que la mía, yo soy el que estoy escribiendo y dándote forma tú no eres así, he perdido la fe en tu bondad y con eso he perdido la fe en Dios siempre quise castigarte.

Gertrudis-y  merezco ser castigada nunca he podido controlar mi deseo, no fue tu padre fui yo , que en mi locura me metí  en su lecho, siempre he sido yo , siempre , merezco la muerte   mi deseo es incontrolable lo quiero todo  y no quiero nada, es el goce perfecto de un eterno retorno donde no hay otro, donde todos son instrumentos para la recreación de mi libido aun mis hijos , aun mis hijos, ah que dolor se derrama en mí , que dolor, podría decir ahora que he hecho, pero no podría dejar de hacerlo, solo quiero hacer mi voluntad y mi voluntad es estar en el goce perpetuo pero como esto es imposible me violento, no tolero al frustración.

 

Cuando Cristo estaba en Getsemaní oro a su padre, para que le diera valor para beber el cáliz.

Gertrudis-¡Cuantos Cáliz más!

Pero ahora desde tu voluntad libre, renunciando a tu deseo y haciendo la voluntad de Dios.

Gertrudis-Quieres reprimirme tú también, quieres que te haga el teatro de la cristiana buena, puedo hacerlo, soy experta en eso pero tú  eres un buen espectador mira a tu madre, jamás he podido aplacar mi deseo   ¿Lo puedes hacer tu?

Tengo fe en que si puedo en Cristo lo puedo

Gertrudis-¿Puedes dejar de escribir? Acaso no es tu razón la que cambia de dirección y recreas un arte arcaico, si vas hacia dentro y recreas un arte clásico si vas hacia arriba y recreas un arte barroco si vas hacia afuera    y no te complaces en esa recreación como si te masturbaras mentalmente ¿Puedes parar? ¿O te engañas a ti mismo creyendo que escribiendo podrás superar la contradicción?

No tengo más que esta posibilidad de escribir mis pensamientos para reconocerme

 

Gertrudis-Y yo de estar atrapada en mi goce, estamos tan lejos,  ¿Realmente consigo tocarte? ¿O solo soy una representación de tu conciencia mediada? ¿Soy la objetividad que tú creaste? Pero no estoy viva, por más difícil que hagas el traspaso no estoy viva, búscame  en la vida no en tus escritos  ¿Tienes el valor?

No, contigo nunca pude hablar porque no me comprendes, lo cierto es que ni yo mismo me comprendo 

Gertruidis-Que quieres que vaya yo a tu lado y te diga que te comprendo, no te comprendo, por más que pongas tus palabras en mi boca, no te comprendo y jamás te comprenderé  y tú tampoco lo harás, es lo terrible de ser hombre, con un pensamiento te apropias de todo el universo, pero en tu mente, el universo real sigue ahí sin ser comprendido en toda su incomensurabilidad.

 

Haga lo que haga no podré  superar la contradicción

 

Gertrudis-Aquí imaginándome no

En la realidad tampoco no tenemos un mismo lenguaje

    Gerturdis-Nadie lo tiene, quizás solo se trate de mostrar bondad y nada más bondadoso que escuchar a los locos perdidos en su goce y atrapados en su sufrimiento.

No podré  salvarte

Gerturdis-Ese es tu problema quieres salvarme, quieres superar la contradicción pero date cuenta no hay contradicción, ella se desata como un nudo cuando ya no la atiendes.

Pero mi padre, tu locura, el reino corrupto.

Gertrudis-Todo está   perdonado.

No es cierto nadie realmente pidió perdón ni tuvo la fuerza para superar la contradicción

Gertrudis-Nuestro señor lo hizo, aún me aferro a eso, querías probar de mí un sabor dulce, no lo tengo, hay solo este sabor entre ansiedad y desesperación   un poco de esperanza.

No basta hay que luchar, hay que dar la lucha, hay que abrir un nuevo día.

Gertrudis-El nuevo día ya está  abierto, perdónanos y entra en él.

Pero el mundo, nuestro  país, nuestra familia.

Gertrudis-Tan grande quieres tu cruz

Perdóname me duele todo, me iré con la princesa ligera, no he matado a su padre, y ella florecerá cuando ella florezca y venga a ustedes a repartir sus flores, sabrás que entre al día nuevo  mi contradicción habrá desaparecido.

Gerturdis- ¿Dejaras de combatir el reino corrupto de los Claudios de este mundo?  

No nó puedo madre, no puedo, en mi contradicción este mi tiempo y está el mundo pero guardare siempre la esperanza sabiendo que el ya ganó  la batalla y que la victoria es la del cordero.

Gertrudis-Sea asi hijo amado seas tú como el entonces un cordero yo no pude ser María espero puedas perdonarme.

 

Te perdono madre, te perdono , una y mil veces te perdono.      

 

   

   


  

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