Filosofía del sabor espiritual
Tercer cuerno
Cuarto de la Reina.
POLONIO.- Va a venir al momento. Mostradle entereza, decidle
que sus locuras han sido demasiado atrevidas e intolerables, que vuestra bondad
le ha protegido, mediando entre él y la justa indignación que excitó. Yo,
entretanto, retirado aquí, guardaré silencio. Habladle con libertad, yo os lo
suplico.
.- Madre, madre.
GERTRUDIS.- Así te lo prometo, nada temo. Ya le siento
llegar. Retírate.
- ¿Qué me mandáis, señora?
GERTRUDIS.- Muy
ofendido tienes a tu padre.
.- Madre, muy ofendido tenéis al mío.
GERTRUDIS.- Ven, ven aquí; tú me respondes con lengua
demasiado libre.
.- Voy, voy allá... y vos me preguntáis con lengua bien
perversa.
GERTRUDIS.- ¿Qué es
esto?
- ¿Y qué es eso, madre?
GERTRUDIS.- ¿Te olvidas de quién soy?
.- No, por la cruz bendita, que no me olvido. Sois la Reina
esquizofrénica paranoica, la que rompió el espejo de su alma con una histeria y
una neurosis constante, la que se debería convertir en una psicópata como su
madre sádica y masoquista pero aun la conciencia te conmueve y por esto estoy
aquí para hablarte.
GERTRUDIS.- Bien está. Yo te pondré delante de quien te haga
hablar con más acuerdo.
Venid, sentaos y no saldréis de aquí, no os moveréis; sin
que os ponga un espejo delante en que veáis lo más oculto de vuestra
conciencia.
GERTRUDIS.- ¿Qué intentas hacer? ¿Quieres matarme?... ¿Quién
me socorre?.. ¡Cielos!
POLONIO.- Socorro pide... ¡Oh!..
.- ¿Qué es esto?... ¿Un ratón? No te matare... Se de tu
permanente doble moral pero primero me las tendré que ver con este doble
vinculo en mi madre quédate ahí detrás
escondido y en silencio padezco de un complejo de Electra como tu hija padece
de un conflicto de Edipo ¿Podrá la
filosofía sanarnos? No ella solo puede dar cuenta de la contradicción una y otra vez y aquellos valientes que se atreven
a superarla vivaran y aquellos que no serán desgarrados por ella, están los
otros los Claudios de este mundo que aceptan su contradicción y en ella nos
oprimen a todos ¡Cual de ellos serás madre!
Gertrudis-¿Qué acción
pretendes?
La del conocimiento de tu conciencia
Gertrudis-Estoy loca tú mismo lo has dicho una y otra vez
Tu locura es lucidez pero no estás tan loca como para
superar tu propia locura jamás te atreves
a traspasar tu conciencia mediada
atrapada en la contradicción.
Gertrudis-Yo me mato
Si una y otra vez sin mayor éxito loca cobarde,
manipuladora, voluntariosa, cuando dejaras el melodrama, esta pena por ti misma
y harás de tu vida un drama importante, haciendo cargo de tu decisión y de tus
consecuencias.
Gertrudis-Ya es tarde mi mente esta aturdida de tantas
pastillas, ni siquiera se que día es hoy y pronto no sabré quien eres tú.
Borrarte, esa es tu
salida entrar con todo a tu demencia senil, estaré en tus sueños junto con mi
padre, no lo comprendes.
Gertrudis-A qué has
venido
A cocinarte, he probado la dulzura del Espíritu cuando la
bondad deviene se dona, no hay que hacer mayor esfuerzo, solo confiar solo
tener fe, la fe que siempre me quisiste enseñar y que nunca tuviste.
Gerturdis-La culpa fue de mi madre
Lo sé a ella no la
eximo de culpa, pero hace tiempo tuviste tu turno y lejos de buscar la verdad
te engañaste y nos engañaste.
Gertrudis- ¡Mátame de una vez! Viniste a matarme, hazlo sin demora
La muerte que busco
es una muerte a tu carne para que nazca el espíritu, quiero preparar con tu
alma una ensalada sagrada, que puedas contemplar la dulzura de la bondad.
Gertrudis-Así violentando mí conciencia
Si en esta guerra de imaginarios, donde la reflexión da
cuenta de contradicción.
Gertrudis-Ya soy terrible, sol mala, soy egoísta
No no lo eres por eso
el dolor es tan grande, ere bondad todos nosotros lo somos pero tú en vez de
integrarte en la bondad resiviste de tu madre un doble vinculo, ella te amo y
te odio al mismo tiempo y te rompiste madre en una ezquisofrenia terrible, un
espejo rajado que se rompería en cuanto crecieras y así sucedió cuando
conociste a mi padre.
Gertrudis-OHHH ahora quieres hablar de tu padre, el me
violento, tu naciste de una violación, me case con tu padre porque tú estabas en mi vientre, me obligaron a casarme
con mi violador que más quieres saber, pero tu endiosas la sombra de tu padre y
me juzgas, tu que lo odiaste en vida, que fuiste masacrado por él ahora lo
defiendes, yo jamás ame a tu padre.
Lo se, como le pedimos a un espejo roto que ame pero él te
amo.
Gertrudis-Él amaba a su madre, toda esa pasión la traslada a
mí con una fuera y una furia, me sentí deseada, llegue a sentirme en el cielo
en sus brazos pero luego todo fue un infierno, su pasión me encadeno a él, mi
pasión me libraría de él, no pararía de exigirle su alma, si dijo que me amaba
entonces que me ame a para siempre, yo debía ser su reina, nadie más.
Asi fue como lo mataste
Gertrudis-Así fue como el murió, en su idolatría, que
primero tuvo a su madre y que luego a mí
me la juro , para después querer irse, querer dejarme, sacarme la
vuelta, encerrarme en los manicomios para librarse de mí, no nó lo dejaría ,no
se libraría de mi, primero que estalle su páncreas , su hígado que se hiele
toda su sangre.
Pero la culpa te desgarra
Gertrudis-Me
enloquece todos los días me enloquece, yo ame a tu padre desde mi bondad
de niña que siempre estuvo ahí, yo lo ame, lo espere, le creí todas sus
mentiras y en algún momento hasta pensé que era feliz, lo lleve a Dios para
sanarnos, le enseñe a orar junto conmigo pero mi Dios no era su Dios, su Dios
era el de una revolución comunista el mío, era el de la continua revolución
capitalista, el que nos bendice y no hace faltar nada a los justos en vez de
que Dios nos uniera él nos separó para
siempre.
Es que no conociste a Dios, al verdadero Dios
Gertrudis-Y tu sí, no seas ingenuo ¿Qué te ha enseñado tu
filosofía? Una vez nombrado ese Dios
desaparece ya no es Dios es tu ideología.
Lo sé la filosofía no
es aquella que nos ayuda a recrear conceptos sino a superarlos, así como la verdadera religión supera toda
religión, así como el verdadero arte
supera todo artificio, déjame cocinarte, puedes aun saborear el sabor dulce de
tu bondad.
Gertrudis-¿Puedes tú
saborearla?
Si aún está ahí mi
bondad, todo mi corazón se deshace por mis hijos y aun por mi mujer y a veces
por mi prójimo.
Gertrudis-Sin doble vinculo, donándote sin ningún interés.
Si puedo hacerlo
Gertrudis-Lo se lo
hiciste desde niño, pero desde niño también castigaste a todos los que no eran
reciprocos a esa bondad, como si fueras un Dios.
Me saboreaste desde niño
Gertrudis-Y desde que eras
niño te tuve miedo, no habían grises solo eran blancos o negros. ¿Por
qué crees que nunca has podido redimirte?
Me he redimido, he vuelto a Dios
Gertrudis-Pero nunca completamente, buscas la
sintransferencia, la sintergia, la sincronicidad la gran síntesis más allá de lo causal y de lo casual, pero no puedes
llegar a ella porque nos juzgas y nos condenas, no eres un Cristo, eres un
anticristo viniste a maldecir al reino no a salvarlo.
Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh
Gertrudis-Por fin estás loco, por fin sientes la
contradicción en todo tu ser, por fin sabes lo que sufre tu madre, por fin
puedo decir que eres el hijo de mis entrañas ahora que ante esa verdad de tu
conciencia que!!!, te atreverás a cumplir tu destino, destruirás todo este
reino o seguirás jugando ala mascara de niño bueno.
Adkljañdlfjkalñdfjk flkjflñkjadñlfkj
añkjfañlkdjfalñdkfjlñdkjfñaldksfj kfjañlk fjalñk fjalñdkfj lñakfjlñkfjalñfjk
alñkfj ñl kfjlñdkfjlñdkfjñldkfjlñdkfjlj lkjflñkjfñlkdjfñd kfjñdk fjñldfjk lñkfj
ñlkfjñldkfj lkjflñkjflñkj lkfjlk fjlñdkfjlñdkfjlñdkfjlñdkfjlñdkfjñlfjñldfj fkjalñdkfjlñdkfjñlfjklñdfkj kjflñkdfj
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kjfakfjlñaskfjñasljk fñalsfjk ñlfkjñlsdfjk lkjflñ fjkljkflfjk
Gertudis-Te intente alejar de mí siempre te intente alejar
de mí solo para salvarte de ti mismo pero ahora tú quieres atrevesarme,
atraviesa pues al anticristo que vive en ti véncelo.
Lfkad{fklñdklfañdfkadñkfadñklfadñlkfadñfkñ{dfkladñlfdfñk no
puedo hacerlo sin ti madredlñfka{ñfkladñlfka{dlfka{dflñk no peudo hacerlo sin
tiñlakdflñakd{ñflkadlkf{adlkfañldfk{añdflkfflkfDios ayúdame
dfñlkadfkadfkafk{kf{kfakfkfkfkfkdldfkfklffklUn Rey de botarga... ¡Oh!
¡Espíritus celestes, defendedme! Cubridme con vuestras alas... ¿Qué quieres,
venerada Sombra?
GERTRUDIS.- ¡Ay! Que está fuera de sí.
¿Vienes acaso a culpar también la maldad de tu hijo, que debilitado no puede tener compasión de su madre, o era este tu plan
sombra que nazca en mí el anticristo?... Habla.
Sombra-No te olvides. La bondad no puede ser superada por la
maldad. ¿Pero, ves? Mira cómo has llenado de asombro a tu madre. Ponte entre
ella y su alma agitada y hallarás que la imaginación obra con mayor violencia
en los cuerpos más débiles. Consuelala sos su demonios los que la devoran y te
devoran.
¿En qué pensáis
señora?
GERTRUDIS.- ¡Ay! ¡Triste! Y en qué piensas tú que así
diriges la vista donde no hay nada, razonando con el aire incorpóreo. Toda tu
alma se ha pasado a tus ojos, que se mueven horribles, y tus cabellos que
pendían, adquiriendo vida y movimiento, se erizan y levantan como los soldados,
a quienes improviso rebato despierta. ¡Hijo de mi alma! ¡Oh! Derrama sobre el
ardiente fuego de tu agitación y la paciencia fría. ¿A quién estás mirando?
A él, a él... ¿Le veis, que pálida luz despide? Su aspecto y
su dolor bastarían a conmover las piedras... ¡Ay! No me mires así, no sea que
ese lastimoso semblante destruya mis designios crueles, no sea que al
ejecutarlos equivoque los medios, y en vez de sangre se derramen lágrimas.
GERTRUDIS.- ¿A quién dices eso?
.- ¿No veis nada
allí?
GERTRUDIS.- Nada, y veo todo lo que hay.
.- ¿Ni oísteis nada tampoco?
GERTRUDIS.- Nada más que lo que nosotros hablamos.
- Mirad allí... ¿Le veis?... Ahora se va... Mi padre..., con
el traje mismo que se vestía. ¿Veis por donde va?... Ahora llega al pórtico.
GERTRUDIS.- Todo es efecto de la fantasía. El desorden que
padece tu espíritu produce confusiones vanas.
¿Desorden? Mi pulso, como el vuestro, late con regular
intervalo y anuncia igual salud en sus compases...pero es cierto por fin estoy
loco madre y puede ver cara a cara a mi anticristo, este que ha venido a
matarte por lo mismo te pido perdón
ahora comprendo que no puedes ver más allá
de tu propia maldad, que no es otra que la mía, yo soy el que estoy
escribiendo y dándote forma tú no eres así, he perdido la fe en tu bondad y con
eso he perdido la fe en Dios siempre quise castigarte.
Gertrudis-y merezco
ser castigada nunca he podido controlar mi deseo, no fue tu padre fui yo , que
en mi locura me metí en su lecho,
siempre he sido yo , siempre , merezco la muerte mi deseo es incontrolable lo quiero
todo y no quiero nada, es el goce
perfecto de un eterno retorno donde no hay otro, donde todos son instrumentos
para la recreación de mi libido aun mis hijos , aun mis hijos, ah que dolor se
derrama en mí , que dolor, podría decir ahora que he hecho, pero no podría
dejar de hacerlo, solo quiero hacer mi voluntad y mi voluntad es estar en el
goce perpetuo pero como esto es imposible me violento, no tolero al
frustración.
Cuando Cristo estaba en Getsemaní oro a su padre, para que
le diera valor para beber el cáliz.
Gertrudis-¡Cuantos Cáliz más!
Pero ahora desde tu voluntad libre, renunciando a tu deseo y
haciendo la voluntad de Dios.
Gertrudis-Quieres reprimirme tú también, quieres que te haga
el teatro de la cristiana buena, puedo hacerlo, soy experta en eso pero tú eres un buen espectador mira a tu madre,
jamás he podido aplacar mi deseo ¿Lo
puedes hacer tu?
Tengo fe en que si puedo en Cristo lo puedo
Gertrudis-¿Puedes dejar de escribir? Acaso no es tu razón la
que cambia de dirección y recreas un arte arcaico, si vas hacia dentro y
recreas un arte clásico si vas hacia arriba y recreas un arte barroco si vas
hacia afuera y no te
complaces en esa recreación como si te masturbaras mentalmente ¿Puedes parar?
¿O te engañas a ti mismo creyendo que escribiendo podrás superar la
contradicción?
No tengo más que esta posibilidad de escribir mis
pensamientos para reconocerme
Gertrudis-Y yo de estar atrapada en mi goce, estamos tan
lejos, ¿Realmente consigo tocarte? ¿O
solo soy una representación de tu conciencia mediada? ¿Soy la objetividad que
tú creaste? Pero no estoy viva, por más difícil que hagas el traspaso no estoy
viva, búscame en la vida no en tus
escritos ¿Tienes el valor?
No, contigo nunca pude hablar porque no me comprendes, lo
cierto es que ni yo mismo me comprendo
Gertruidis-Que quieres que vaya yo a tu lado y te diga que
te comprendo, no te comprendo, por más que pongas tus palabras en mi boca, no
te comprendo y jamás te comprenderé y tú
tampoco lo harás, es lo terrible de ser hombre, con un pensamiento te apropias
de todo el universo, pero en tu mente, el universo real sigue ahí sin ser comprendido
en toda su incomensurabilidad.
Haga lo que haga no podré
superar la contradicción
Gertrudis-Aquí imaginándome no
En la realidad tampoco no tenemos un mismo lenguaje
Gerturdis-Nadie lo
tiene, quizás solo se trate de mostrar bondad y nada más bondadoso que escuchar
a los locos perdidos en su goce y atrapados en su sufrimiento.
No podré salvarte
Gerturdis-Ese es tu problema quieres salvarme, quieres
superar la contradicción pero date cuenta no hay contradicción, ella se desata
como un nudo cuando ya no la atiendes.
Pero mi padre, tu locura, el reino corrupto.
Gertrudis-Todo está
perdonado.
No es cierto nadie realmente pidió perdón ni tuvo la fuerza
para superar la contradicción
Gertrudis-Nuestro señor lo hizo, aún me aferro a eso,
querías probar de mí un sabor dulce, no lo tengo, hay solo este sabor entre
ansiedad y desesperación un poco de
esperanza.
No basta hay que luchar, hay que dar la lucha, hay que abrir
un nuevo día.
Gertrudis-El nuevo día ya está abierto, perdónanos y entra en él.
Pero el mundo, nuestro
país, nuestra familia.
Gertrudis-Tan grande quieres tu cruz
Perdóname me duele todo, me iré con la princesa ligera, no
he matado a su padre, y ella florecerá cuando ella florezca y venga a ustedes a
repartir sus flores, sabrás que entre al día nuevo mi contradicción habrá desaparecido.
Gerturdis- ¿Dejaras de combatir el reino corrupto de los Claudios
de este mundo?
No nó puedo madre, no puedo, en mi contradicción este mi
tiempo y está el mundo pero guardare siempre la esperanza sabiendo que el ya
ganó la batalla y que la victoria es la
del cordero.
Gertrudis-Sea asi hijo amado seas tú como el entonces un
cordero yo no pude ser María espero puedas perdonarme.
Te perdono madre, te perdono , una y mil veces te perdono.
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